Numero de electores por estado |
Para la preparación de este artículo se ha utilizado información de Meduza, RT, Wikipedia, The Intercept, Red Politica, BBC y de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales de EE.UU (NCSL).
Numero de electores por estado |
Anticipándose a lo que todos ven venir, la familia del déspota egipcio Mubarak escapó de Egipto con rumbo desconocido, aunque es probable que, al igual que Ben Alí de Túnez y su séquito de corruptos, estén en Arabia Saudita, el último bastión de los regímenes de fuerza árabes. Allí muy poco se mueve, pues los saudíes saben cómo tratar a los revoltosos: les amputan las manos, los castran y al final les cortan la cabeza.
Mubarak está dispuesto a que su país se hunda en el caos antes que renunciar como "presidente", confirmando que el poder no sólo corrompe, como sentenció Lord Acton, sino que también enferma de la cabeza.
Enfermitos abundan en este mundo, ya que es usual entre los encumbrados creerse no sólo indispensables, sino bien amados por "su pueblo", estando dispuestos a cometer todas las perfidias y traiciones imaginables con tal de o quedarse allí sentados o recuperar el poder.
El precio que hasta el momento ha pagado Egipto es más de ciento sesenta muertos, un creciente caos, desobediencia civil, golpeados y heridos, incendios, pillaje y el desquiciamiento de la economía, el comercio y el turismo de Egipto.
Al irse Mubarak sin haber preparado una transición sensata -y en esto es admirable la forma como Franco preparó el camino para que a su muerte, en España se instaurara una monarquía constitucional- se genera un vacío de poder que igualmente lo llenan las fuerzas democráticas como los extremismos islámicos.
Mubarak en su caída puede arrastrar tras de sí al ejército, a menos que sean los militares los que le obliguen a dimitir.
La buena señal es que la temible policía del régimen salió de las calles, que han sido tomadas por unidades del ejército, que se han abstenido de usar violencia contra los manifestantes. Las imágenes transmitidas desde El Cairo, impresionantes escenas de masas humanas desafiando la represión del régimen, también muestran a jóvenes subidos sobre los tanques o pintando en sus costados eslóganes contra el dictador.
Hay razón para ello. Por ley todos los egipcios y como antes prevalecía en Estados Unidos y Europa, tienen que servir en el ejército. Eso crea vínculos inmediatos entre los uniformados y los jóvenes en las calles; son los mismos, con iguales ideas y aspiraciones, lo que vuelve extremadamente improbable que se maten entre sí.
Las dictaduras siempre inician con mordazas
La sublevación inició después de los sucesos de Túnez, donde por vez primera en el Medio Oriente la calle derrumbó a un dictador. Inició gracias a las redes sociales de la Internet que hicieron posible convocar a la gente a las calles y las plazas de las principales urbes de la nación.
Es un tributo de Mubarak a la internet y a la libertad de expresión haber ordenado bloquear los servidores y además cerrado las oficinas de Al Jazeera, la gran emisora del mundo árabe.
La mordaza impuesta es el recurso de todos los despotismos contra la libertad. Pero más y más las comunicaciones rompen esos cercos, como lo hizo el fax para propiciar el derrumbe del régimen comunista soviético bajo el liderazgo de Boris Yeltsin. Esa realidad debe llevar a una revisión de las crecientes restricciones y amenazas a los comunicadores y a la opinión pública de nuestro país, las cuales son un peligro para la democracia misma.
NURIA TESÓN - El Cairo - 30/11/2010
A falta de los resultados definitivos en las elecciones legislativas del domingo en Egipto, que se conocerán hoy, los Hermanos Musulmanes, principal grupo de la oposición, reconocieron que no han ganado un solo escaño en esta primera vuelta de las elecciones.
A falta de los resultados definitivos en las elecciones legislativas del domingo en Egipto, que se conocerán hoy, los Hermanos Musulmanes, principal grupo de la oposición, reconocieron que no han ganado un solo escaño en esta primera vuelta de las elecciones. Pese al batacazo, expresaron su confianza en que en la segunda vuelta consigan al menos 10 diputados. Todo apunta a que el gobernante Partido Nacional Democrático (PND) del presidente Hosni Mubarak ha barrido en los comicios. No ha habido sorpresas. La votación estuvo marcada por la compra de votos, la intimidación de electores y el pucherazo. Así lo denunciaron ayer varios grupos de observadores electorales y ONG internacionales que se vieron imposibilitados para llevar a cabo su cometido y que destacaron la falta de transparencia y la violación de derechos electorales durante el sufragio.
Representantes de organizaciones locales encargadas de vigilar los comicios, acompañados por responsables de Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), también dijeron que se impidió la entrada de observadores y representantes de los candidatos opositores a muchos centros de votación. Entre las acusaciones formuladas destaca además la de la existencia de papeletas electorales marcadas en favor de algunos candidatos, en la mayoría de los casos de los aspirantes del PND.
Los líderes del PND habían prometido antes de las elecciones que no permitirían que los islamistas de los Hermanos Musulmanes -que se presentan como independientes porque el movimiento está ilegalizado desde 1954- repitieran el éxito de 2005, cuando se hicieron con 88 escaños (un 20% del Parlamento). El domingo, ante los colegios electorales, los simpatizantes de la hermandad aseguraban que el Gobierno "había puesto los medios para conseguir" expulsarles del Parlamento.
Pese a ello, los Hermanos confiaban en ganar al menos 10 asientos, pero habrá que esperar a la segunda vuelta el próximo domingo, cuando volverán a competir por 15 escaños, para saber si se cumplen sus predicciones. "En muchos distritos electorales, los indicadores preliminares muestran que los Hermanos Musulmanes están a la vanguardia a pesar del fraude electoral", aseguraba Mahmud Ezat, un responsable de la hermandad, a un diario egipcio. "Sin embargo, todo depende de lo que el juez de cada mesa electoral anuncie. Y el juez no tiene por qué conocer el verdadero resultado". Más de 100 miembros de los Hermanos Musulmanes fueron detenidos durante la jornada electoral, según denunció el propio grupo.
No mucho mejores expectativas albergaban otros partidos de la oposición. El izquierdista Tagammu no confiaba en conseguir ni un solo escaño. "Este Parlamento no reflejará el mapa político de Egipto", aseguraba Husein Abdel Razek, alto dirigente del partido, al diario Al Masry al Youm. "El PND ha logrado por todos los medios de manipulación e interferencia garantizar una mayoría amplia que podría superar los dos tercios". Distintos grupos opositores se manifestaron ayer en protesta por las irregularidades de los comicios.
Reports are coming in that Egypt is now under an Internet and SMS blackout, just hours before a new series of major protests are planned against the regime of President Hosni Mubarak.
Sebone, a major Egyptian service provider based in Italy, is reporting that no Internet traffic is entering or exiting the country as of 12:30 a.m. Egyptian time. Reporters and citizens on the ground are also reporting that they are experiencing Internet and SMS outages.
Egypt has been enveloped in unrest over the presidency of Hosni Mubarak, who has been in power since 1981. The protests have been partly inspired by the successful revolution in Tunisia that forced President Zine El Abidine Ben Ali out of power after 23 years. Facebook, Twitter and social media were key communication tools used by protesters to organize rallies.
Just like Tunisia, Egyptian protesters have been utilizing social media to organize their own protests, using hashtags such as #Jan25 to communicate. In response to the protests, Egyptian authorities blocked Twitter and Facebook. Egyptian police have been cracking down on protesters using water cannons and tear gas.
“I suspect the Internet cutoff is just a fraction of what the government has in store for Friday,” CNN’s Ben Wederman, who is on the ground in Egypt, said on Twitter earlier today.
We are monitoring the situation in Egypt closely. We’ve included some tweets on the Egyptian protests in the gallery below:
El voto en blanco, esa figura que algunos ciudadanos usan para rechazar una candidatura, es motivo de debate a tres semanas de las elecciones del 3 de mayo.
Por un lado está la opinión de los que dicen que esta es la mejor forma de castigar a la oferta electoral, y por otro están los que piensan que votar en blanco en Panamá no tiene ninguna validez, ya que al final gana el candidato que más votos tenga.
Con razón o no, lo cierto es que a partir de hoy, un grupo de ciudadanos agrupados en el Movimiento de Acción Reformista (MAR) pegará afiches en varios puntos del país promoviendo esta alternativa. Incluso van más allá y le piden a los panameños que si no votan en blanco se abstengan de votar.
Mientras que el médico y columnista Daniel Pichel, manifestó en un artículo que en la práctica, “el voto en blanco carece de un efecto real sobre el destino del país y pudiera ser solo una manera, hasta cierto punto cómoda, de no involucrarse”.
Para el politólogo Rotsay Rosales, lo importante es que el voto en blanco debería considerarse como una manifestación expresa del electorado, y para ello, dijo, antes debe haber una amplia discusión de cómo debe ser contabilizado. “No simplemente tomar una decisión por los políticos que finalmente se ven o no favorecidos por la forma de contabilizar ese voto”, dijo.
SIN ESPACIO
En las elecciones del 2 de mayo de 2004, las estadísticas del Tribunal Electoral (TE) reportaron que 17 mil 366 personas emitieron su voto en blanco. Para las próximas elecciones, las papeletas para elegir presidente, alcaldes, diputados o representantes no contemplan esta alternativa, pero los magistrados del TE han explicado que el voto se podrá declarar en blanco cuando no se marque ninguna opción.
En Panamá gana el candidato que más votos tenga, aunque hayan sido más los que votaron en blanco. En países como Colombia, el triunfo de este voto obliga a repetir la elección, y es más, inhabilita a los candidatos que participaron en esa contienda.
LEONARDO FLORES
Los salvadoreños acudieron ayer a las urnas en forma masiva para elegir a un nuevo presidente, en una polarizada disputa entre los candidatos del oficialismo y de la ex guerrilla izquierdista.
Por primera vez la izquierda llega con posibilidades reales de ganar la presidencia y sacar del poder a la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que gobierna desde 1989.
“Se está dando una participación importante que podría superar los registros de comicios anteriores”, dijo el Concejal del Tribunal Supremo Electoral, Julio Moreno Niños.
Para la diputada Blanca Coto, del ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), “es una jornada histórica, la población ha salido a votar sin importarles los rumores de violencia”.
Según las encuestas más recientes, la participación de votantes podría superar el 65% de los 4.2 millones de salvadoreños habilitados para sufragar.
Los sondeos daban como favorito al periodista Mauricio Funes, del izquierdista FMLN, sobre Rodrigo Ávila, de la oficialista Arena. Los otros dos candidatos de partidos minoritarios se retiraron de la contienda.
El triunfador deberá obtener el 50% más uno de los votos válidos. Funes denunció una serie de irregularidades, pero evitó afirmar que se estaba produciendo un fraude. Señaló la presencia de cientos de extranjeros que presumiblemente podrían intentar votar con documentos fraudulentos. El Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Oscar Luna, dijo que todo se desarrolló en calma.
Una vez más se repite la historia, y “vuelve” hasta con indiferencia de muchos la política. Pero es que el panorama político no es nada halagador. De los candidatos que aspiran a compartir, con su familia, el Palacio de Las Garzas, ninguno inspira confianza. Sus caras no nos traen nada nuevo, ni positivo y los problemas del transporte público, la violencia, la baja calidad de la educación, la salud y la pobreza persisten, aunque reconocemos que algunos intentos se han hecho.
Es criticable y hasta chistoso ver y escuchar las propagandas políticas que dicen: “Vote por Pichicho”, que él acabará con la pobreza, “En la casilla No. 1, marque a Pacho que él sí resuelve” (pero no dice qué resuelve). ¿Quién tiene la culpa de esta pobre conciencia cívica que tenemos nosotros? Nosotros mismos, porque votamos por lo que no sirve.
¿Cómo es posible que vayan a pedirnos el voto personas que no muestran un plan de trabajo, y que no tienen conocimiento de los problemas de las comunidades o del circuito? ¿Por qué somos ciegos y reelegimos a gente que nunca ha dado informes de las partidas que manejan, y desconocemos quiénes forman los gobiernos locales, si tienen actas o no. Para eso existe la rendición de cuentas. Cada funcionario público debe rendir cuentas públicamente del dinero que maneja.
Un buen candidato debe ser una persona honesta, que trate bien a la gente sea del mismo partido o no, que sepa expresarse, que tenga simpatía y formación educativa para que el pueblo se sienta dignamente representado.
¿Cuántas leyes buenas han presentado nuestros legisladores a la Asamblea y cómo manejan las partidas? Lo desconocemos.
A la hora de escoger lo que importa es la persona y no el partido. Los partidos políticos son agrupaciones donde los dirigentes se interesan por nombrar a sus familiares. Algunas personas dicen “Yo tengo que votar, porque fulanito o fulanita me consiguió una casa” (esa casa no la compró con plata de su bolsillo, sino con la plata de todos nosotros), “Yo tengo un compromiso de votar por fulano, porque me consiguió una beca para mi hijo” (si el hijo tiene buenas notas, él se la ganó), “Yo tengo que votar por fulanito, porque él me dio cascajo, cemento y otras cosas” (esos materiales se compran con la plata de los impuestos que pagamos todos).
Cuando entremos a la casilla a votar, el próximo mes de mayo, amigas y amigos, “nadie nos estará viendo”, solo nuestra conciencia nos dirá si escogimos bien o, como decimos en buen panameño, “metimos la pata”.
Si elegimos mal, solo nos quedará aguantar cinco años, que pesan más que un mal matrimonio, pero no nos quejemos. No olvidemos que lo que los políticos dan es “con la plata de todos nosotros”.
Un total de 2 millones 211 mil 261 panameños están habilitados para votar en las elecciones del próximo 3 de mayo, según el padrón electoral final que fue entregado ayer a los partidos políticos.
La cifra aumentó en 47 mil 884 electores, si se compara con el padrón electoral preliminar que se publicó el 28 de mayo de 2008, el cual fue objeto de impugnaciones e inclusiones.
De ese total, 712 mil 48 votantes, el 32.2% de los electores, están en el rango de edad de 18 a 30 años.
Un millón 107 mil 387 (50.1%) votantes son hombres y un millón 103 mil 877 (49.9%) son mujeres.
De acuerdo con los reportes del Tribunal Electoral, el 58.3% de la población electoral está inscrita en partidos políticos.
Durante ocho meses se realizaron las diligencias para agregar al documento, a 53 mil 958 jóvenes que tramitaron su cédula por primera vez, a 2 mil 381 privados de libertad y a 25 personas que hicieron reclamo de cédula por primera vez.
Además, se excluyeron 8 mil 451 defunciones, 13 personas por delitos electorales, una transacción mal aplicada, 14 cancelaciones y suspensiones, y una renuncia a la nacionalidad.
En total, fueron 56 mil 364 inclusiones y 8 mil 480 exclusiones del padrón electoral.
Durante el proceso de depuración y actualización, que se inició el 7 de julio de 2007 y terminó el 30 de abril de 2008, se tramitaron 172 mil 188 cambios de residencia, en todo el país.
Para los comicios generales de 2004 estaban habilitados un millón 999 mil 553 electores, y para 2009 se registró un incremento de 211 mil 708 electores.
Waleed Aly
January 22, 2009
Superando las inevitables tensiones raciales que surgen del roce cotidiano en los barrios, las escuelas secundarias y en los centros de trabajo, los latinos fueron a las urnas este 4 de noviembre y dos tercios de ellos votaron a favor de Barack Obama. Visto en términos de porcentajes y números absolutos se podría argumentar que su contribución al triunfo de Obama fue marginal. Solo votaron unos 10 millones de los más de 122 millones de personas que sufragaron en esta elección.
Quedarse en este nivel del análisis, sin embargo, sería un grave error, porque esta interpretación no considera las peculiares características del sistema electoral norteamericano. En este país las elecciones las gana no quien recibe mayor número de votos sino quien supera los 270 votos en el Colegio Electoral. Un mecanismo que consta de 538 electores que representan la suma de dos senadores por cada estado más el equivalente al número de representantes de cada estado al Congreso. California tiene 55; Texas, 34; Nueva York, 31; la Florida, 27; Illinois y Pennsylvania, 21. Alaska, Delaware, Montana, Dakota del Norte y Dakota del Sur, y Wyoming solo tienen 3 delegados. Washington D.C. tiene 3 electores.
Dentro de este sistema, la importancia de estados sólidamente demócratas como California, Nueva York e Illinois, o de estados dominados por los republicanos como Texas, Georgia y Utah es relativa. De hecho, la elección presidencial se decide en los estados cuyas preferencias fluctúan entre ambos partidos.
La batalla electoral de 2008 se centró en un puñado de estados como Ohio con 20 votos electorales, Indiana con 11 o la Florida con 27 y dentro de este escenario, el voto latino cumplió con el objetivo fundamental de la estrategia de Obama de servir para inclinar el fiel de la balanza en ciertos estados clave. En Nuevo México, Nevada y Colorado, por ejemplo, fueron protagonistas “porque ahí”, dice Antonio González, presidente del instituto de investigación William C. Velásquez, “es indudable que el voto de los latinos le dio el margen de victoria a Obama”.
“En la Florida”, señala el analista Sergio Bendixen, “el caso es todavía más dramático porque en 2004 favoreció a George W. Bush 56–44, y ahora prefirió a Obama 57–42. Esto fue posible porque se dieron tres cambios drásticos en esta elección. Mientras que en 2004, 6 de cada 10 cubanos votaron por Bush, en 2008 solo 4 de cada 10 votaron por John MCCain. Ahora, el 60% del voto latino lo emitió una especie de coalición latinoamericana formada por portorriqueños, sudamericanos, dominicanos y centroamericanos que en un 70% votó por Obama. Además, en esta ocasión el peso del voto cubano disminuyó porque los cubano-americanos nacidos en EU votaron 3x2 por Obama”.
Otros analistas han sugerido que el voto latino fue clave en estados como Indiana y Carolina del Norte, donde a pesar de tener poca presencia, 4% y 3% de los votantes respectivamente, incidieron en la elección porque la diferencia del voto no latino entre ambos candidatos representaba menos del 1%.
Obama ganó el voto electoral de manera abrumadora. Hasta ahora lleva 364 votos contra 162 de McCain y 12 aún sin decidir. También ganó el voto popular con una ventaja de más de ocho millones de sufragios. Las encuestas de salida muestran que para los latinos, al igual que para la mayoría de los votantes, el deterioro de la economía fue la principal razón para votar por el cambio. Pero los latinos tenían otra razón para repudiar a los republicanos: sus posturas anti–inmigrantes.
“El Partido Republicano no podrá reconstituir su imagen si persiste en su sentimiento xenofóbico”, comentó Cecilia Muñoz, vicepresidente del Concilio Nacional de la Raza, “pero el partido demócrata no puede dormirse en sus laureles. Tiene que mostrar resultados concretos, sobre todo a quienes por primera vez le favorecieron con su voto”.