Friday, April 20, 2012

Martinelli explica, y ataca a periodista


REDACCIÓN DE LA PRENSA

“Puedo decirle categóricamente que ni yo ni nadie en el Gobierno ha recibido ni un centavo de la empresa Svermark”.
Así se expresó ayer el presidente, Ricardo Martinelli, desde el Palacio de las Garzas, enfrentando por primera vez, cara a cara, a la Nación, tres días después de que se conocieran las noticias provenientes de Italia que lo vinculan en un caso de corrupción internacional.
Martinelli añadió que no tenía nada que ocultar y que “todas las puertas están abiertas para el que quiera investigar”.
Según el mandatario, las noticias aparecidas en importantes medios de todo el mundo y que lo relacionan con las investigaciones que la Fiscalía de Nápoles le sigue a Valter Lavítola, constituyen un “rebote”.
Respecto a Lavítola, Martinelli lo volvió a calificar como una “persona instrumental” para Panamá, a quien el país le debe el tratado para evitar la doble tributación con Italia y seis patrulleras, entre otras cosas.
Al ser interrogado sobre Karen De Gracia –la presidenta de la sociedad Agafia Corp. que mantuvo un contrato de “promoción de ventas” con Selex, la empresa italiana que vendió 19 radares a Panamá–, el Presidente dijo que la conocía y que ella tenía una hija de Lavítola.
El mandatario aseguró que todo se debe a que “ya empezó la política”, responsabilizando a la oposición de una campaña en su contra.
Martinelli, que lució sereno al principio de su comparecencia ante los medios, emprendió un ataque contra el periodista de Medcom Hugo Famanía en el período de preguntas, llegando incluso a aludir a problemas de adición que en el pasado tuviese el presentador de televisión que lo interrogaba.
Sobre los correos electrónicos divulgados ayer por TVN, en los que aparece su hijo Ricardo como parte de las negociaciones con empresas italianas, el mandatario comentó que “cualquiera puede hacer un mail”, pero que los había revisado y que “no había nada pecaminoso”.
(Con información de José Otero, Santiago Cumbrera, Ereida Prieto, Lina Vega e Irene Hernández)

Martinelli: Todas las acusaciones inician por el señor Velocci


Luis Guillermo Martínez
Web

Martinelli indicó que ninguna empresa italiana está cosntriyendo ninguna cárcel. EFE/CHRISTIAN ESCOBAR MORA
El presidente de la República, Ricardo Martinelli, al comparecer ante los medios de comunicación buscando aclarar las acusaciones que lo involucran a él y a demás funcionarios del Gobierno en una red de corrupción con Italia, indicó que todo surge a raíz de las acusaciones realizadas inicialmente por el señor Mauro Velocci.
Velocci, quien fue presidente de la empresa Svenmark, que construiría las cárceles modulares en el país, es una persona con moral y reputación dudosa, indicó Martinelli en su declaración en cadena nacional, respaldada por todo su gabinete ministerial.
"Este señor fue quien le dio (información)  a medios locales y ha estado difundiendo desde Italia que se la dan a conocidos opositores locales que desmeritan a mi persona y al Gobierno de Panamá", dijo el mandatario.
Explicó que Velocci está siendo acusado por su chofer, Antonio Santoya, quien le condujo por 15 meses, de consumir drogas ilegales y asistir a sus oficios en estado alterado.
Tras remarcar "categóricamente" que ni él ni el Gobierno ha recibido "ni un céntimo" de la Empresa Svenmark, procedió a explicar sobre los paneles solares, los cuales han sido donados enteramente por el gobierno italiano por un monto de 9.5 millones de dólares, los cuales le producirán al estado 2.3 Mega Watts, además de una cantidad aproximada de utilidad de 1 millón y medio a 2 millones de dólares al año.
Posteriormente, afirmó que sí conocía al señor Lavitola y explicó a que a él lo conoció en su primera visita a Italia como presidente de Panamá, acompañado por su hijo Ricardo, el entonces canciller Juan Carlos Varela, el embajador de Panamá en Italia, Giacomo Tamburelli y otra persona más.
Por el lado de los italianos, figuraban el entonces primer ministro, Silvio Berlusconi, Lavitola, el Canciller italiano, dos presidentes de empresas italianas multimillonarias, y afirmó no recordar si el presidente de Finmeccanica ahí se encontraba.
Allí Berlusconi le indició al presidente que Lavitola era de su confianza y quien se encargaría de las relaciones con nuestro país. Martinelli lo tildó como una persona "instrumental para el país" en cuanto a los contratos firmados.
"No me va a dejar mentir el ministro de Comercio (Roberto Henríquez) y también el Canciller (Juan Carlos Varela) que Panamá no estaba en la negociación de los Tratados de Libre Comercio con Europa porque nada más estaba Centroamérica, y producto de la amistad con el señor Berlusconi puedo decirte que, presionada por el señor Lavitola, Panamá fue incorporado", profundizó el mandatario panameño.
Explicó también, que las lanchas que llegarán a Panamá en los próximos 30 días (en las cuales reiteró que Lavitola formó parte "instrumental" de la millonaria donación), tendrán los nombres de los presidentes Torrijos, Balladares, Endara y Moscoso, las cuales tienen un costo superior a los 150 millones de euros, para las que vino el presidente Berlusconi a Panamá a finiquitar el acuerdo de colaboración, preparado por la Cancillería de Panamá.
"Quiero decirles que como panameño, como individuo y como persona voy a defender mi honor y el honor del pueblo panameño y del Estado panameño en transacciones que el Estado no tiene, ni mi persona nada que ver, y si quisiera ser muy claro: aquí no hay nada que ocultar", reiteró.
Dejó abierta las puertas a los medios para que investigaran las acusaciones, y destacó que en el país no se está cumpliendo con la presunción de inocencia de las personas, además de no estar profundizando en lo que "verdaderamente está pasando en Panamá, que tenemos un país con muchos problemas y lo que pareciera ser es que estamos desviando la atención del país".
Finalizó su presentación asegurando que "la novela pronto terminará" y que "al final de la telenovela siempre gana el bueno y se sabe la verdad".