Wednesday, March 19, 2008

Usuarios emplazan a Torrijos

Redacción de La Prensa
panorama@prensa.com

La Asociación de Usuarios Movimiento 23 de Octubre emplazó ayer al presidente de la República, Martín Torrijos, a buscar soluciones inmediatas a los problemas que se derivan del sistema de transporte público.

David Ramírez, líder de esa agrupación civil, dijo que, pese al pronunciamiento del Presidente tras la tragedia de la Martín Sosa –en la que murió su hijo y otras 17 personas calcinadas–, la situación en las calles sigue siendo anárquica, a tal punto que desde el 23 de octubre de 2006 hasta esta fecha, 67 personas han muerto y otras 700 han resultado heridas en accidentes en los que han estado vinculados vehículos del transporte público.

"Como todo el país, fuimos testigos del accidente del sábado pasado, y son increíbles las similitudes con la tragedia del 8B-06. Ha pasado un año y cinco meses y volvemos a oír que pasajeros claman a un chofer para que disminuya la velocidad y se detenga, pero el conductor no les hace caso", indicó.

"Las autoridades deben ejercer la autoridad con firmeza", acotó.

Luis Rodríguez, presidente de la Cámara Nacional de Transporte (Canatra), dijo que el problema de fondo es que no todos los dueños de buses verifican la aptitud de los choferes. Además, señaló la Canatra, ya no tiene inspectores en la calle y la Autoridad de Tránsito tiene apenas 28.

Dionel Broce, de la piquera de Pedregal, abogó para que las administraciones de las piqueras sean más estrictas con los choferes. "Transportar pasajeros no es como conducir un camión con ganado", señaló.

Por su parte, el presidente Torrijos volvió a prometer soluciones para el problema. Ayer, en Arraiján, dijo que después de Semana Santa anunciará "algunas medidas para tranquilidad de los usuarios del transporte público".


‘Diablos rojos’, dueños de la noche

Ana Teresa Benjamín
abenjami@prensa.com

Tres días después del accidente, Yariel Sánchez todavía está pálido, pero no del susto. O quizá, sí.

Porque el sábado en la madrugada, mientras él se asía a la agarradera del asiento anterior y soportaba "los trancazos" dentro de la carrocería del autobús de la ruta Vía España-Torrijos Carter, no tuvo tiempo ni de sentir miedo porque "todo fue cosa de segundos".

Cuando volvió a tener conciencia de sí mismo, se vio encima de algunos cuerpos, escuchó llantos y gemidos, y quiso incorporarse apoyándose en su brazo derecho, pero no pudo. "Ahí fue que me di cuenta... ¡Dios mío...! Ya no lo tenía...". Y empezó a buscarlo, pero nada encontró.

Dice Sánchez que así como estaba alcanzó la calle y empezó a pedir ayuda, pero los conductores lo esquivaban.

Cuando finalmente una mujer lo auxilió y llegó al Hospital San Miguel Arcángel, los doctores le dijeron que tenía apenas cuatro de hemoglobina.

Dueños de la calle

LA PRENSA
TRAGEDIA. Dos buses competían por llegar primero. Este fue el resultado.

Luis Rodríguez, de la Cámara Nacional del Transporte (Canatra), reafirma lo que dijo hace algunos días: "Los choferes de esos autobuses son individuos sin conciencia".

Ronald González Arias y Rubén Robert Gómez eran los conductores que, peleando los pasajeros de La Gran Estación de San Miguelito, provocaron la muerte de dos personas y las heridas en 31 más.

"Eso fue una negligencia total, una irresponsabilidad", opina Rosa Pérez, de la piquera de Don Bosco.

En ese sentido, la defensa de González solicitó ante el Juzgado Undécimo Penal una fianza de excarcelación y acusó al otro conductor de haber sido el causante de la tragedia. Ambos choferes se mantienen detenidos a orden de la Fiscalía Auxiliar.

Pero más allá de las acusaciones puntuales, los transportistas consultados coinciden en una cosa: la inspección en la madrugada es casi nula.

Rodríguez explicó que los inspectores que había contratado la Cámara fueron retirados hace un mes, porque varios miembros del gremio se quejaron "de que los estábamos presionando demasiado".

Presionando con, por ejemplo, el estado mecánico de los autobuses o la idoneidad de los choferes. También con el monto de los sueldos de esos inspectores: 3 mil dólares al mes.

LA PRENSA/ Ana Rentería
QUEJA. Conductores culpan a los transportistas de un manejo imprudente.

Así que Canatra, temiendo una demanda de alguno de sus agremiados, quitó a sus inspectores de las calles y les quedó a las piqueras la responsabilidad de tener los propios, pero no todas cuentan con ellos.

La Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), por su parte, solo tiene 28 inspectores que trabajan de 5:00 a.m. a 10:00 p.m.. "Para toda la ciudad de Panamá necesitaríamos arriba de 100", aseguró Miguel Martínez, secretario general de la ATTT. Significa que en la madrugada, cuando ocurrió el accidente, no había inspectores en la calle.

Claro que todo esto no tenía por qué saberlo Sánchez, otro de los miles de panameños que, cansado tras el trabajo, abordó el bus que le quitó un pedazo de su brazo.

"La verdadera responsabilidad es del dueño que le da la llave a quien no puede manejar", enfatizó Rodríguez.

(Con información de José Otero).

VOCES DE LA CALLE

"Las autoridades de Tránsito deben tener mano fuerte con los 'diablos rojos' y con todos los conductores. Si eso no ocurre, los conductores seguirán andando como andan, como quieren. Este desorden se acaba cuando se ponga mano fuerte".

Julio Beitía
Jubilado

"Los guardias de Tránsito tienen que ser más estrictos al poner las boletas, más serios en dirigir el tráfico. Además, creo que para poner a manejar un bus se debe tomar en cuenta la edad

de los choferes, porque no pueden ser jovencitos.

Ellos se ponen en regatas [carreras] arriesgando la vida de los otros".

José Alberto Vásquez
Vendedor

"Los conductores de 'diablos rojos' deben ser más ordenados en el manejo. Uno se monta en un bus para ir hacia el trabajo y ellos comienzan a hacer regatas [carreras] por todas las calles. Las autoridades, los transportistas, nosotros mismos, todos debemos poner orden".

Elba Mosquera
Trabajadora doméstica

"Los conductores de 'diablos rojos' siempre andan en carrera. Hay que buscarle solución a esto porque la seguridad de nosotros, los ciudadanos y usuarios que andamos en la calle, está por el suelo. El Gobierno tiene que poner más guardias a vigilarlos".

Bartolomé Chérigo
Jubilado

"Esa gente, los conductores de autobuses, ya no tiene arreglo. Las autoridades no les deben permitir que manejen ningún transporte colectivo, porque acumulan muchas boletas y matan gente todos los días. Esta situación no puede seguir así".

José Espinoza
Ayudante general

"Ponerles orden es una tarea bien dura, pero las autoridades de Tránsito deben ponerle un alto al desorden que tienen los transportistas en las calles. Tan grave está la cosa, que no respetan a las personas mayores ni a los discapacitados. A veces no los quieren ni llevar".

Andrés Sánchez
Obrero de la construcción