FLOR COGLEY L.
lA doña. Cientos de personas, entre ellas estudiantes, abarrotaron la parada principal de la 24 de Diciembre en busca de transporte. La espera fue larga. LA PRENSA/David Mesa |
Aún no salía el sol cuando Belkis Santamaría caminaba de un lado a otro, nerviosa, porque no llegaba el bus Don Bosco-Corredor Sur, del Metro Bus, que llevaría a su hija a la escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía, en vía Israel. Eran las 5:30 a.m. y estaba en la penúltima parada del nuevo sistema de transporte en la barriada de Don Bosco. Mientras esperaba, sacaba cuentas de que el transporte para su hija le costaría $12.50 a la semana, ida y vuelta.
Esta es la preocupación de los padres de familia cuyos hijos estudian en los colegios Richard Newman, José Antonio Remón Cantera y la Profesional Isabel Herrera Obaldía, en vía Israel, donde acuden más de 6 mil jóvenes.
Al respecto, el director nacional de Educación del Ministerio de Educación, Raymundo Hurtado Lay, dijo que esta semana se reunirán con representantes de la empresa Mi Bus, que opera el metro Bus, para hablar sobre el costo del pasaje de los estudiantes.
Sin embargo, ayer el consorcio colombo-panameño, mediante un comunicado, dio a conocer que el costo del pasaje por el Corredor Sur, en el cual operan siete rutas, es de $1.25. Agrega que “los precios especiales que dictamina la Autoridad de Tránsito son para las rutas regulares. Al entrar en operación dichas rutas, Mi Bus cumplirá estrictamente con lo que disponga la ley”.
Durante el primer día de clases este medio constató irregularidades cometidas por los operadores del nuevo sistema de transporte, como permitir que pasajeros quedaran detrás del estribo, junto a la puerta, y que los buses recogieran a los usuarios fuera de las paradas.
A las 6:12 a.m., en la penúltima parada de la ruta Don Bosco-Corredor Sur, llegó un bus lleno a su máxima capacidad, y a pesar de esto se permitió que subieran ocho personas más, entre ellas Belkis Santamaría y su hija. Los pasajeros se apretujaban en la puerta. Parece un “diablo rojo”, decía un señor que no tuvo la oportunidad de abordarlo.
Justo frente a la parada del nuevo sistema de transporte hacían fila unas 50 personas, varias de ellas estudiantes, quienes esperaban los buses de Corredor Sur (tipo nevera).
La espera era larga, ya que tardaba más de una hora la llegada de los buses que hoy se supone saldrán del sistema, según informó la encargada administrativa de la piquera de Don Bosco, Carmen Wong.
En las filas para los buses de vía España y Transístmica la situación era peor. Las colas parecían no tener fin.
A las 6:40 a.m., en el sector de La Doña, 24 de Diciembre, donde convergen buses de rutas internas, troncales y corredores “diablos rojos” y Metro Bus, había cientos de personas tratando de abordar un transporte que los llevara a sus trabajos o escuelas.
Josefina, residente en Belén, se quejaba porque los buses del Metro Bus –Felipillo y Pacora– se detenían a recoger pasajeros antes de llegar a la parada.
Ella no subió a un bus porque se acabaron los asientos. En La Doña, contrario a Don Bosco, los usuarios no viajan de pie.
En la fila se hallaban Mónica y Juan, alumnos del colegio José Remón Cantera, acompañados de su madre. A Miriam le preocupa que solo en pasaje gastará $25 semanales. Si viajaran en ruta normal tendrían que salir muy de madrugada, y eso es peligroso, manifestó. Mientras, un grupo de personas corría para subir a una “chiva” de Parador.
No comments:
Post a Comment