Tuesday, December 2, 2008

Panamá, 80% de energía hídrica

Erick Candanedo S.
opinion@prensa.com

¿Qué significa haber llegado a este nivel? En un momento de crisis nacional con miles de damnificados por las inundaciones, podría parecer que hay una mala administración de los recursos. Déjenme decirles que no es así, pues las iniciativas de planificación hidrográfica mueren cuando pasan de la solicitud pública o privada al ámbito académico. Hace más de tres años, realicé y asistí a varias reuniones con las autoridades del ramo. Ya se sabía que la preparación de profesionales para la medición de las aguas, la creación de embalses y el cuidado del medio ambiente era una urgencia mundial y que la probabilidad de desastres de la actual naturaleza era inminente. Esto se acentúa, aún más, en Panamá donde la precipitaciones fluviales son realmente representativas.

Lo anterior lo fundamento en que para aquella época, después de conseguir apoyo de profesionales internacionales y cooperación de los centros de ingeniería e investigación local, la iniciativa de una formación de profesionales de la ingeniería civil (y afines) en las ciencias hídricas se ha diluido en la burocracia académica.

Las lluvias no son una desgracia, son un fenómeno natural que en la actualidad, su entendimiento, ha evolucionado a niveles de pleno aprovechamiento de sus fuerzas. Los altos niveles energéticos, generados por las aguas o por cualquier fuente de energía, cuando se encuentran en descontrol son sumamente destructivos. Estamos hablando de física básica (masa por velocidad), lo que en función de los volúmenes de agua en movimiento que se dan en nuestro ambiente, equivale a la potencia de cualquier proyectil balístico. Entonces. ¿Por qué permitimos que la naturaleza nos siga apuntado con potenciales cabezas de agua todo los inviernos? ¿Por qué despilfarramos nuestro potencial hídrico todos los veranos, incurriendo en racionamientos energéticos y malgastando nuestro impuesto en energía petroquímica?

Estamos botando el dinero, debemos empezar a especializar a profesionales de la ingeniería a nivel de postgrado y ofrecerles todos los medios para que su esfuerzo de perfeccionamiento se les retribuya en beneficios económicos, para incentivarlos a generar valor agregado para la nación y buscar la independencia energética del vaivén internacional.

La otra alternativa es la de generar una partida para un “súper” albergue, el cual será ocupado por lo menos dos veces al año; adecuar un depósito especial para víveres y artículos de primera necesidad; una política de racionamiento permanente para el verano y un resuelto estándar para todos los muertos que generarán la aguas en descontrol.

El agua es el oro del futuro, su energía es administrable y aprovechable pero, al igual que en su momento nuestros mares, los panameños insistimos en ignorarla.

No comments: