Monday, July 21, 2008

Polémica por sobrecosto para remodelar hospital

Santiago Cumbrera
PA-DIGITAL


Edificio 519. A partir de diciembre próximo, aquí quedarán las oficinas administrativas de la Caja de Seguro Social.

Los costos de remodelación del antiguo Hospital de Clayton (Edificio 519), que albergará las oficinas administrativas de la Caja de Seguro Social (CSS) a partir de diciembre próximo, desataron una polémica al más alto nivel en esta institución.

La Dirección de Responsabilidad Institucional de la CSS pidió a la Junta Directiva, el pasado 15 de mayo, "no entrar a conocer el fondo de una solicitud que hizo el director de la entidad, René Luciani, de aprobar adendas por B/ 952,411.31 a las obras de remodelación, cuyo monto total fue estimado en B/ 8.2 millones.

Dicha instancia, que dirige Tirza de Stagg, sustentó la petición en el "Resumen de los informes de auditorías realizadas en los años 2007 y 2008 a las obras de remodelación", donde se informa sobre una posible lesión patrimonial de B/ 231 mil.

El documento, que circuló Stagg a la Junta Directiva, revela que la adenda a uno de los contratos originales aumentó en 151.96% y que se ejecutaron trabajos extras sin autorización superior y con materiales distintos a los especificados en el pliego de cargos.

Además, se menciona que una de las empresas, Rodeiba, S.A., utilizó materiales y personal de la CSS para cumplir con sus obligaciones, lo cual fue autorizado por funcionarios que ocupaban puestos de jerarquía en la entidad.

Gerald Ábrego, ex director de la Dirección Nacional de Ingeniería y Servicios de Apoyo (DINISA) y Tomás González, encargado del proyecto, son los principales implicados en estas irregularidades.

Discrepancias.
La Dirección de Responsabilidad Institucional llamó la atención porque Luciani -al momento de justificar las adendas- señaló que las autorizaciones de los trabajos adicionales al pliego de cargos fueron hechas por el director de DINISA, sin siquiera contar con la delegación correspondiente.

"Se han presentado como justificación de las adendas, informes administrativos técnicos que no satisfacen el rigor necesario para la sustentación del gasto", indicó Stagg a la Junta Directiva. También dejó constancia que nadie ha interpuesto las denuncias correspondientes ante la autoridad competente en caso de que dé lugar.

Por su parte, Raúl Taboada Carrera, director de Asesoría Legal de la CSS, defendió las adendas alegando que "hubo trabajos adicionales que encontraron los contratistas y que no estaban previstos por la vejez del edificio".

"No hay nada oculto y fue Luciani el que ordenó esas auditorías que plasman esas irregularidades", acotó Taboada Carrera.

El funcionario negó la posible existencia de sobrecostos en los trabajos y alegó que "en el país todo ha subido de precio", y que una obra de esta magnitud puede sufrir un sobrecosto de 40%.

Se robaron tuberías de cobre por B/ 138 mil
Durante la remodelación del Edificio 519 se registraron robos de serpentines y tuberías de cobre por la suma de B/ 138,909.00, anomalías que fueron atribuidas a cuatro contratistas por no prestar vigilancia durante los trabajos.

También se perdieron 4 mil 971 pies de cables de conducción del depósito del antiguo hospital por la suma de B/ 14,551.32.

Esta situación no ha sido atribuida, por el momento, a ningún funcionario o particular debido a que se demostró el acceso violento al área.

Al margen de ello, el resumen de auditorías da cuenta sobre la presunta responsabilidad administrativa de Lisbeth Guerra, ex funcionaria encargada del proyecto y Belisario Álvarez, subdirector de la DINISA.

Ambos por no haber implementado los controles necesarios en el manejo de los insumos.

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