Monday, February 25, 2008

LA INDEPENDENCIA DE KOSOVO


-Frank Brandmaier


El diplomático de tercer mayor rango de Washington no fue nada diplomático el día después de la explosión de violencia en Belgrado.
"Incivilizados y reprobables" fueron los ataques contra la embajada estadounidense y otras legaciones, criticó el subsecretario de Estado para asuntos políticos, Nicholas Burns.

No dejó duda sobre a quién responsabiliza de los desmanes y nadie ignoró el disparo de advertencia: Señaló que Washington hará "personalmente responsables" a los miembros del gobierno serbio si se repiten los eventos del jueves.

Burns dejó en claro que "no hay excusas" para los ataques. Estados Unidos no pudo dejar más en claro que no está dispuesto a tolerar la resistencia de nacionalistas serbios contra una Kosovo independiente.

Ardió la bandera de la embajada, y exaltados rompieron los vidrios en McDonald’s y otras filiales de empresas estadounidenses. A nadie sorprendió que el odio se descargara especialmente contra Estados Unidos. Washington fue uno de los primeros en reconocer la independencia de Kosovo.

Washington abogó por la autonomía de la antigua provincia serbia ya desde que la Organización de Naciones Unidas (ONU) asumiera su administración tras la guerra de Kosovo de 1999, en aquella época bajo el entonces presidente Bill Clinton. Los aviones de guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardearon objetivos serbios durante 78 días.

Aunque el día después del estallido de violencia la situación parecía haberse calmado, expertos estadounidenses advierten que el conflicto con el gobierno en Belgrado aún no terminó, y que la tensión sigue siendo alta.

"[En las calles de Belgrado] es mejor usar un chaleco antibalas", señaló el ex embajador estadounidense ante la ONU, Richard Holbrooke, al canal de noticias CNN. Según el antiguo "bombero de los Balcanes" del gobierno Clinton, la alianza militar transatlántica debe estar lista para una nueva intervención: "Si en el peor de los casos la violencia continúa, debe intervenir la OTAN", señaló el funcionario, que logró su mayor éxito diplomático en 1995, con la negociación de los acuerdos de paz de Dayton para Bosnia–Herzegovina.
Sin embargo, Holbrooke también ve la intervención de otras potencias: "La principal pregunta para Estados Unidos es: ¿Por qué (el presidente ruso Vladimir) Putin atiza el conflicto en una región que estuvo tranquila durante años?".

Agregó que la violencia que acompañó el comienzo de la independencia de Kosovo es "un resultado directo de la incitación a la violencia por parte de fuerzas extremistas en Belgrado, apoyadas implícita y subterráneamente por Rusia".

El Gobierno en Moscú reaccionó indignado: "La gente que apoyó una declaración unilateral de independencia debería haber tenido claras las consecuencias", respondió un portavoz del Ministerio del Exterior ruso. Las relaciones entre Moscú y Washington, tensas desde hace algunos años, podrían enfriarse aún más.


En tanto, el saliente Burns busca reducir los temores que la independencia de Kosovo pueda desatar en otros lugares los deseos por autonomía. "La situación de Kosovo es única", destacó hoy. Y no dejó dudas que tras la salida del gobierno de George W. Bush, Estados Unidos deberá mantener el mayor interés en la región. Después de todo, se trata del "corazón de Europa".

DPA

1 comment:

japopty said...

le prendieron el rancho a los gringos por ta metiendo de nuevo las narices donde no les importa..., pa mi que se forma de nuevo!