El contrato fue presentado en un borrador por la ATTT. Gremios transportistas rechazan los parámetros
PANAMÁ. La intensión de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) de modernizar el sistema de transporte selectivo, a través de una concesionaria, mantiene en jaque a los gremios transportistas. La ATTT presentó el borrador del contrato a la agrupación en el mes de diciembre pasado y sus integrantes rechazaron en su totalidad los parámetros del convenio.
En este contrato se plasma claramente una serie de requisitos que deben cumplir los taxistas y que parecieran buscar el dominio de este sector a través de una empresa privada; es decir, aparentemente el objetivo es reemplazar los actuales vehículos y operadores de taxis en la urbe.
¿QUÉ DICE EL CONTRATO?
En la cláusula novena del contrato se plasma que los taxis deben ser nuevos por obligación, de cero kilómetros o con un uso de 3,000 km. Además, explica que en ningún momento de la concesión los taxis que formen parte de la flota podrán tener un kilómetro mayor de cien en rodamiento.
En ese misma disposición, la concesionaria aclara que el vehículo solo puede tener una capacidad máxima de cinco pasajeros, incluido el conductor.
No se permitirá carros doble tracción, ni pick up, y si el automóvil es diesel debe cumplir con normas de tecnologías de emisión de Euro III diesel o superior —factores de reducción de contaminantes como los hidrocarburos, el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno— con algún sistema postratamiento de emisiones que permita reducirlas en al menos un 80% y que sea original o superior, debidamente certificado de fábrica.
Esto significa que los taxis que dejan a medio camino a los usuarios por estar en malas condiciones, aquellos que votan humo negro y otros que se usan para mudanzas ya no circularán en las calles de la ciudad, pues la concesionaria los considera como chatarras.
VIDA ÚTIL DE LOS TAXIS
Según señala la concesionaria, los taxis en operación serán reemplazados al cumplir el término de diez años de operación, desde el inicio con cero kilómetros o al completar cien mil km de recorrido; es decir, desde el año de fabricación del taxi reflejado en el certificado de operación.
Igualmente, el contrato indica en su clausura decimocuarta que todo conductor debe contar con una licencia de operador de transporte público, emitida y aprobada por el Estado; además los conductores y auxiliares deberán llevar un uniforme distintivo que consistirá en la camisa con el logo de la empresa y pantalón largo.
La concesionaria deberá cumplir con los criterios técnicos de reclutamiento y selección personal calificada.
La ATTT podrá solicitar en todo momento la información acerca de los conductores, tales como historial, experiencia, capacitación y jornada horaria, incluyendo los periodos de descanso.
Del mismo modo la concesionaria será responsable de que los conductores asistan a los seminarios y de normas de seguridad.
OBLIGACIÓN DE LA ATTT
El contrato aclara que la ATTT tendrá el deber de inspeccionar, fiscalizar, auditar y supervisar las actividades de la concesionaria.
Tras haberse presentado el contrato, el director de la ATTT, Ricardo Fábrega, ha manifestado en reiteradas ocasiones que el servicio de transporte público se debe prestar por intermedio de concesiones. La idea es convertir a las actuales prestatarias en concesionarias.
En tanto que el presidente de la Canatra, Dionisio Ortega, señaló que están de acuerdo con el contrato, pero que rechazan la pretensión del Gobierno de administrar el transporte selectivo.
Ortega adelantó que mañana el gremio conversará con el director de la ATTT, y advirtió que si persisten en los mismos parámetros no descartarán una huelga.
PANAMÁ. La intensión de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) de modernizar el sistema de transporte selectivo, a través de una concesionaria, mantiene en jaque a los gremios transportistas. La ATTT presentó el borrador del contrato a la agrupación en el mes de diciembre pasado y sus integrantes rechazaron en su totalidad los parámetros del convenio.
En este contrato se plasma claramente una serie de requisitos que deben cumplir los taxistas y que parecieran buscar el dominio de este sector a través de una empresa privada; es decir, aparentemente el objetivo es reemplazar los actuales vehículos y operadores de taxis en la urbe.
¿QUÉ DICE EL CONTRATO?
En la cláusula novena del contrato se plasma que los taxis deben ser nuevos por obligación, de cero kilómetros o con un uso de 3,000 km. Además, explica que en ningún momento de la concesión los taxis que formen parte de la flota podrán tener un kilómetro mayor de cien en rodamiento.
En ese misma disposición, la concesionaria aclara que el vehículo solo puede tener una capacidad máxima de cinco pasajeros, incluido el conductor.
No se permitirá carros doble tracción, ni pick up, y si el automóvil es diesel debe cumplir con normas de tecnologías de emisión de Euro III diesel o superior —factores de reducción de contaminantes como los hidrocarburos, el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno— con algún sistema postratamiento de emisiones que permita reducirlas en al menos un 80% y que sea original o superior, debidamente certificado de fábrica.
Esto significa que los taxis que dejan a medio camino a los usuarios por estar en malas condiciones, aquellos que votan humo negro y otros que se usan para mudanzas ya no circularán en las calles de la ciudad, pues la concesionaria los considera como chatarras.
VIDA ÚTIL DE LOS TAXIS
Según señala la concesionaria, los taxis en operación serán reemplazados al cumplir el término de diez años de operación, desde el inicio con cero kilómetros o al completar cien mil km de recorrido; es decir, desde el año de fabricación del taxi reflejado en el certificado de operación.
Igualmente, el contrato indica en su clausura decimocuarta que todo conductor debe contar con una licencia de operador de transporte público, emitida y aprobada por el Estado; además los conductores y auxiliares deberán llevar un uniforme distintivo que consistirá en la camisa con el logo de la empresa y pantalón largo.
La concesionaria deberá cumplir con los criterios técnicos de reclutamiento y selección personal calificada.
La ATTT podrá solicitar en todo momento la información acerca de los conductores, tales como historial, experiencia, capacitación y jornada horaria, incluyendo los periodos de descanso.
Del mismo modo la concesionaria será responsable de que los conductores asistan a los seminarios y de normas de seguridad.
OBLIGACIÓN DE LA ATTT
El contrato aclara que la ATTT tendrá el deber de inspeccionar, fiscalizar, auditar y supervisar las actividades de la concesionaria.
Tras haberse presentado el contrato, el director de la ATTT, Ricardo Fábrega, ha manifestado en reiteradas ocasiones que el servicio de transporte público se debe prestar por intermedio de concesiones. La idea es convertir a las actuales prestatarias en concesionarias.
En tanto que el presidente de la Canatra, Dionisio Ortega, señaló que están de acuerdo con el contrato, pero que rechazan la pretensión del Gobierno de administrar el transporte selectivo.
Ortega adelantó que mañana el gremio conversará con el director de la ATTT, y advirtió que si persisten en los mismos parámetros no descartarán una huelga.
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