PANAMÁ. Una caminata por el histórico sendero Camino de Cruces es todo un reto, llegar hasta la meta es el único objetivo, recorrer 12.5 kilómetros a pie suena interesante, pero cuando te decides a aceptar el desafío y te encuentras en la mitad del camino quizás pienses 'mejor no hubiera aceptado el reto'; sin embargo, ya es demasiado tarde, tu única opción es seguir.
La Estrella quiso conocer esa experiencia y decidió caminarlo en compañía de más de 250 unidades de la Policía Nacional (PN) y de diversos medios locales, encabezados por el Director de la PN, Gustavo Pérez, quien llevó la delantera y fue el primero en llegar al punto final, la comarca Ella Puru, ubicada a orillas del río Chagres.
El punto de partida fue desde la carretera Madden a las 7:30 a.m., en donde los policías realizaron un calentamiento para el inicio del recorrido, mientras que los periodistas prestaban atención a las voces de los policías diciendo 'sí, mi capitán'.
Algunos reporteros se imaginaron que caminar el sendero resultaría fácil, pero cuando miraron el camino que no era tierra seca y firme, sino un terreno fangoso y sumamente estrecho, expresaron 'todo lo que el periodista tiene que hacer por rastrear la noticia'.
Cuando ya se había recorrido exactamente 1 kilómetro y medio, las zapatillas, botas y zapatos de los policías, periodistas y turistas estaban repletas de lodo, la idea de cuidarse para no ensuciarse ya era historia, y ahí no había distinción de rangos, pues todos tenían una sola misión que era llegar a la meta.
Gustavo Pérez animaba constantemente a su gente, pues cantos, gritos y hasta formaciones en la selva fueron parte de esta travesía.
Mientras tanto, el subcomisionado de la PN, Teófilo Moreno, era el último de la fila, quien en ningún momento abandonó a su tropa. Frases como 'no se me aflijan, ánimo, falta poco' eran pronunciadas por Moreno para proveer de energía a varios policías, especialmente, a mujeres que ya se notaban cansadas, con rostros de afligimiento.
El terreno fangoso ocasionó que muchos policías, fotógrafos y periodistas resbalaran y cayeran al lodo. En tanto que otros reporteros gráficos patinaron en el barro y prefirieron nadar en el fango para salvar su equipo de trabajo.
En el kilómetro 8, las gotas de lluvia comenzaron a caer y el lodo comenzó a volverse líquido, la única opción de no deslizarte al caminar era mantener el equilibrio con la ayuda de los colegas o de policías. La unión entre compañeros ayudó a vencer los obstáculos.
Por fin, los últimos kilómetros fueron los más esperados y llegamos a las orilla del río Chagres a la 1:00 p.m.; es decir, caminamos 5 horas y media. Tras recorrer ese trayecto, ya era notaria la felicidad.
Luego abordamos un bote que nos trasladó a la comarca Emberá Puru; al llegar, un grupo de indígenas nos dio la bienvenida y repartieron suculentos platos de comida. En ese lugar, la pobreza no podía ser escondida.
Pocos minutos después, el sacerdote Vicente Amable Moreno, capellán de la PN, nos acompañó durante el transcurso del camino, cantando alabanzas católicas, las cuales eran la droga que nos impulsaba a seguir adelante con fuerzas. Luego, inició una liturgia religiosa en un rancho de la comunidad.
La primera intención fue ofrecerle las gracias a Dios por haber permitido que cada policía, periodista y reportero gráfico llegara al punto final.
La experiencia fue inolvidable, divertida y diferente y el reto queda abierto para quienes se atrevan a participar y llegar a la meta.
HISTORIA
Según escritos históricos, la mano de obra inicial del Camino de Cruces provino de los indios nativos, pero muy poco tiempo después se introdujeron al país esclavos negros del África.
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