La reforma constitucional aprobada por el Parlamento de Honduras abrió la puerta a una consulta como la que impulsaba el ex mandatario Manuel Zelaya para decidir sobre la reelección presidencial, pero el actual gobernante, Porfirio Lobo, rechazó hoy que él pretenda continuar en el poder.
La enmienda aprobada el martes permite convocar un referéndum sobre los artículos inamovibles de la Constitución, incluido el que prohíbe la reelección. algo que, según sus detractores, pretendía Zelaya mediante la "consulta popular" declarada ilegal que iba a celebrar en junio de 2009, cuando los militares lo derrocaron.
"No mezclemos el agua con el aceite porque no se puede", pidió Lobo a los periodistas que le preguntaron por qué ahora es bueno lo que fue malo cuando Zelaya lo intentó.
"El amigo que estaba antes en la Presidencia (Zelaya), yo insisto en que se quería quedar", pero "si antes aquel quería quedarse, yo reitero mi compromiso con el pueblo hondureño: que el contrato social mío es del 27 de enero del 2010 al 27 de enero del 2014", declaró Lobo tras un acto celebrado en la Policía Nacional.
"Quién ha hablado de reelección?, quién ha hablado de continuismo? Nadie ha hablado de eso" en este Gobierno, enfatizó.
Aunque fue el único de los 71 diputados del gobernante Partido Nacional que votó contra la reforma, el legislador Antonio Rivera afirmó que ésta "tiene muchos beneficios" en asuntos que no sean la reelección, motivo de su rechazo, y señaló que hay "una enorme diferencia" con el caso de Zelaya.
"Zelaya quería perpetuarse en el poder y sin hacer caso a órdenes judiciales, al Tribunal Supremo Electoral, al Congreso", entre otros órganos, "pero ahora lo que se hace es un reforma y nadie se quiere perpetuar en el poder; el presidente Lobo ha sido muy serio y responsable en este sentido", aseveró el legislador.
Rivera comentó que los adeptos del ex presidente, aglutinados en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), "cuando se les ha quitado esa bandera (la reelección) se sienten hasta cierto punto decepcionados o frustrados de que Manuel Zelaya no lo quiso hacer a través del Congreso, sino que lo quería hacer ilegalmente".
Sin embargo, el subcoordinador del FNRP, Juan Barahona, dijo a Acan-Efe que las reformas "no tienen ninguna razón de ser porque las aprobaron los mismos que dieron el golpe de Estado" contra Zelaya, quien reside en la República Dominicana.
"Nosotros seguiremos nuestra lucha por una Asamblea Nacional Constituyente y una nueva Constitución", enfatizó el dirigente.
En opinión de Barahona, la reforma "es una maniobra para querer anular la lucha del FNRP", y subrayó que los diputados "le quieren dar un barniz al golpe de Estado".
En declaraciones telefónicas a la cadena Telesur, el propio Zelaya consideró "correcta" la reforma constitucional y dijo que demuestra que el golpe en su contra carecía de "razones jurídicas".
"Se ha demostrado una vez más, de forma contundente, irrefutable, que las causas del golpe de Estado nunca fueron causas jurídicas", afirmó el ex mandatario, quien agregó que ahora el Congreso reconoce que las consultas son "constitucionales" y "legales".
El analista político Raúl Pineda, ex diputado del Partido Nacional, consideró "remoto" que ahora el ex presidente busque reelegirse si vuelve al país.
Los impulsores de la reforma, propuesta por el oficialismo, "están pensando en sus intereses, en una Constituyente para ellos, no en la Constituyente en la que están pensando los miembros de la Resistencia", dijo Pineda a la radio HRN.
Con la reforma "hemos evolucionado", afirmó el presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández, quien aspira a la candidatura presidencial del Partido Nacional para los comicios de 2013.
Si la reelección presidencial "se llegara a plantear, por lo menos como están las cosas, uno, va a dividir al pueblo hondureño y, segundo, no va a tener opción ninguno de los que ha sido presidente, pero esa decisión es del pueblo hondureño", expresó Hernández.
La enmienda ha desatado polémicas entre quienes la ven como inconstitucional y peligrosa para la estabilidad del país y aquellos que la respaldan porque permitirá a los hondureños pronunciarse sin restricciones sobre cualquier asunto.
Aprobada por 103 de los 128 diputados, la reforma debe ser ratificada en la próxima legislatura, que se instalará este 25 de enero, y requiere una ley secundaria para su aplicación.
En la práctica, una eventual reelección presidencial sólo sería posible a partir de las elecciones de 2017 pues, según el texto aprobado, si se convocara una consulta para aprobarla, deberá celebrarse simultáneamente con los comicios generales, y los próximos son en 2013
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