Rafael E. Berrocal R.
rberrocal@prensa.com
Su misión varió radicalmente en 1964. Punta Galeta, ubicada en la provincia Colón, fue llamada “los ojos y oídos del Pentágono” durante la Segunda Guerra Mundial. Desde el sitio, el ejército estadounidense instaló toda una estructura militar equipada con la última tecnología en radares y aparatos para interceptar comunicaciones, específicamente de las fuerzas armadas de Japón y Alemania.
El centro de espionaje también interceptó conversaciones que incidieron en el derrocamiento del dictador chileno Augusto Pinochet y además sirvió a la armada británica durante la guerra de las Malvinas para la ubicación de las naves argentinas.
Pero desde 1964 la misión de este importante sitio militar estadounidense ubicado en territorio panameño es totalmente diferente.
La investigación científica y el monitoreo de los mares, la fauna y vegetación marina son su prioridad. Lo único que no ha variado es el uso de la última tecnología, ahora enfocada a una actividad no militar.
Muy pocos panameños conocen las funciones del Laboratorio Marino de Punta Galeta que administra y maneja el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales desde hace 44 años.
El lugar es el paraíso para los científicos y biólogos de todo el mundo. Investigaciones sobre los mares y peces del continente americano han tenido como referencia a Punta Galeta.
Pero su función principal es el estudio del mar Caribe y el clima regional, algo que le ha dado el título de “la enfermería del mar Caribe”.
La información almacenada desde 1972 le ha permitido a científicos de todo el mundo medir el calentamiento global y realizar pronósticos del clima más acertados. Esto incluye monitoreo y comportamiento de las lluvias, salinidad y niveles del Caribe, radiación solar, impurezas del aire y el agua, y velocidad de los vientos. En total son 26 instrumentos colocados en Punta Galeta que vigilan el comportamiento del paciente: el mar Caribe. El diagnóstico a la fecha es: salud aceptable.
RESULTADOS
Los datos captados en Punta Galeta solo son de las condiciones que se presentan en el Caribe, pero le muestran a los científicos cómo pueden estar comportándose otras partes del mundo. Por ejemplo, el estudio de los niveles del mar demuestra que sí existen consecuencias en la región por el deshielo de los glaciales, es decir el calentamiento global.
Uno de los instrumentos de Punta Galeta revela que en los últimos 10 años el mar Caribe ha aumentado su nivel en cuatro centímetros, y que existen zonas como la bahía de Panamá y Bocas del Toros que pueden quedar bajo el mar en las próximas décadas.
El registro de los niveles del Caribe es una de las informaciones más consultadas en la página web del Smithsonian: www.stri.org.
Para los biólogos también es importante la medición de la temperatura de los mares, otro de los puntos que monitorea diariamente el Smithsonian desde Punta Galeta utilizando tecnología de precisión.
Esto le permite a los biólogos conocer con anticipación qué tipo de animales marinos corren peligro por un aumento en la temperatura del mar, o si esto puede causar una migración hacia otros lugares. Según el seguimiento de hoy día, la temperatura en el mar Caribe es de 28.1 grados centígrados, 0.4 grados más que hace 10 años. Desde Punta Galeta también se monitorea la aparición de la corriente de El Niño. Los reportes indican que en la primera quincena del mes de octubre de 1998 la temperatura de las aguas marinas de la región subió a 30 grados centígrados, un nivel considerado fuera de lo normal. Es por ello que la actividad pesquera tuvo ese año una de sus peores temporadas, porque los peces se trasladaron a otras aguas menos calientes.
ENERGÍA EÓLICA
Medición de la velocidad del viento. |
El Laboratorio Marino de Punta Galeta también mide condiciones climáticas fuera del agua. Una muestra de ello es que en el lugar el Smithsonian ha levantado el único estudio de 44 años sobre la velocidad y dirección de los vientos en la región caribeña. La información puede identificar los puntos en Panamá donde se registran vientos durante todo el año y las épocas en que la velocidad es más fuerte.
Los resultados en Punta Galeta han incentivado al Smithsonian a invertir en una torre de energía eólica que será instalada en el primer trimestre de 2009. Será el primer proyecto de este tipo en todo el país.
Alfredo Lanuza, parte del equipo administrativo de Punta Galeta, indicó que la torre permitirá cubrir toda la demanda energética del laboratorio.
En el Ministerio de Comercio e Industrias varias empresas han mostrado interés en el desarrollo de proyectos eólicos, pero hasta ahora ninguna se ha acercado al Smithsonian para conocer del único estudio de los vientos que existe en la región.
En esta época los vientos en el Caribe tienen una velocidad de 27.5 kilómetros por hora, pero en épocas de tormenta pueden ascender a más de 287 kilómetros por hora.
44 años captando datos dentro del Smithsonian
Ricardo Thompson es un técnico asistente del Smithsonian panameño, que por 36 años se ha encargado de captar toda la información que brindan los instrumentos instalados en Punta Galeta. Pero además es el encargado de darle mantenimiento y de asegurarse de que los instrumentos de medición sean efectivos, para que la información que utilicen los científicos y biólogos no esté errada.
El proceso de calibración de los aparatos llamados “logger de temperatura con precisión” tiene que hacerse dentro del mar donde están instalados, un trabajo que se complica cuando la marea está fuerte. Indicó que no solo le da mantenimiento a los equipos ubicados en Punta Galeta, sino también a los otros que ha instalado el Smithsonian en otros sitios del país como Sherman, Bocas del Toro y Coiba. “Me siento satisfecho por mi trabajo, porque sé que es información importante para los trabajos científicos que se hacen a nivel mundial”, dijo Thompson.
Un centro de estudios científicos para el mundo
El laboratorio marino del Smithsonian recibe y apoya con regularidad a los científicos y biólogos de todo el mundo interesados en realizar trabajos en Punta Galeta. Desde el lugar se han realizado estudios sobre los manglares y fauna en el mar Caribe. Stanley Heckadon, coordinador del Smithsonian Panamá, destaca que entre los estudios que han salido de Punta Galeta están: los cangrejos azules, los peces de los océanos, entre otros. Maya Devries, estudiante de doctorado en biología de la Universidad de Berkeley en California, se encuentra realizando un estudio sobre la alimentación del camarón “mantis” o golpeador, una especie de color verde totalmente diferente al camarón común. La bióloga sostiene que se trata de una especie que tiene el golpe más rápido de todos los crustáceos para capturar a su presa.
Durante su investigación en Punta Galeta, Devries dijo que ha podido descubrir que el “mantis” no tiene una dieta específica, come: cangrejo, estrella de mar y peces.
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