Betty Brannan Jaén
Enviada especial Miami, EU
laprensaDC@aol.com
Jon May, uno de los abogados de Manuel Antonio Noriega, señaló ayer que si el Undécimo Circuito Federal de Apelaciones niega la apelación que el ex dictador ha interpuesto para bloquear su extradición a Francia, sus abogados llevarán el caso hasta la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos y apelarán también a Hillary Clinton, la recién designada secretaria de Estado en el gobierno de Barack Obama.
Como el derecho estadounidense establece que toda orden judicial de extradición requiere el visto bueno del secretario de Estado antes de efectuarse, “a fin de cuentas será la secretaria de Estado quien decidirá si el general Noriega es extraditado a Francia”, dijo May a periodistas. CNN informó luego que el despacho de Clinton evitó comentar el asunto.
Noriega, preso en Miami en la misma cárcel desde 1990, no fue ayer a la audiencia sobre su apelación. May indicó que eso se debe a que “los presos jamás son transportados” para audiencias de este tipo.
Noriega apelará el fallo ante la Corte Suprema
Una audiencia de 32 minutos se celebró ayer sobre la extradición de Manuel Antonio Noriega, en una sala del Undécimo Circuito Federal de Apelaciones. Noriega no estuvo, pero la sala estaba abarrotada de gente.No se notó que alguno de los familiares del ex dictador asistiera. Por parte del gobierno de Martín Torrijos acudió una funcionaria de la Embajada de Panamá en Washington, quien entró con un grupo de personas que posiblemente eran funcionarios panameños o abogados estadounidenses contratados por el gobierno.
Aunque la audiencia estaba fijada para las 9:00 a.m., comenzó dos minutos antes de la hora. Ante un panel de tres jueces, a cada equipo se le dio 15 minutos para exponer sus alegatos, aunque el fallo probablemente demorará varios meses en ser emitido.
Por el reo habló Jon May, quien siempre se refirió a su defendido como “el general Noriega”. Su argumento principal fue que el Convenio de Ginebra requiere que Noriega sea devuelto a su país, en vez de ser extraditado a un tercer país (en este caso, Francia). Frank Rubino, quien fue el principal defensor de Noriega en el juicio, acompañó a May, pero no habló en la audiencia.
Por el Gobierno de Estados Unidos (EU) habló el fiscal Sean Cronin, quien argumentó que el Convenio de Ginebra autoriza que un prisionero de guerra sea transferido de un país a otro, siempre que ambos sean signatarios del convenio. Sostuvo que el convenio no otorga derechos directamente a un prisionero de guerra, que este pueda hacer valer ante los tribunales.
Alegatos
El Gobierno de EU alega que ningún prisionero puede recurrir a los tribunales para exigir el cumplimiento del Convenio de Ginebra, porque una ley aprobada con relación a Guantánamo dice que no se puede invocar ese convenio en un recurso de hábeas corpus.
La apelación de Noriega tiene el formato de hábeas corpus, porque en EU las órdenes de extradición no son apelables.
Los tres jueces interrumpieron constantemente a los abogados, haciendo preguntas incisivas sobre sus argumentos, lo cual causó que May se desviara a discutir si el Convenio de Ginebra protegería a un prisionero de guerra que ha sido torturado y después sometido a un juicio penal.
A la salida de la audiencia quedó claro que algunos periodistas habían interpretado que May ahora alega que Noriega fue torturado por los estadounidenses. May lo negó, y aclaró que la discusión sobre tortura fue solo una tangente provocada por las preguntas hipotéticas de uno de los jueces. “Esto no tiene nada que ver con una acusación de que el general Noriega haya sido torturado. Tiene que ver con las razones por las que el Congreso aprobó una ley muy extraña, pobremente redactada, que pretende limitar los derechos creados por el Convenio de Ginebra”, precisó May.
Otro de los jueces preguntó al fiscal Cronin si Francia le daría crédito a Noriega por el tiempo que ha estado encarcelado en EU, en espera de la extradición. Cronin dijo que no lo sabe con certeza, pero presume que sí.
May, por el contrario, dijo que “no tengo idea de lo que hará Francia”, y agregó que duda de que Francia le reconocería a Noriega el tiempo que ha estado preso en Miami. May duda de que Francia le reconocerá el estatus de “prisionero de guerra” y dijo que no está en contacto con sus abogados en Francia.
May señaló que Noriega quiere regresar a Panamá porque “es su hogar”. Señaló que “cargos muy serios” lo esperan, pero que “quiere tener la oportunidad de establecer su inocencia de esos cargos”.
May indicó que Noriega se encuentra en muy buen estado de salud, “tanto física como mentalmente”. Según CNN, el ex dictador ha sufrido un derrame y ha recibido tratamiento por cáncer de próstata.
Noriega fue declarado “prisionero de guerra” en 1992, tras su condena a 40 años de prisión por narcotráfico y crimen organizado (que luego fue reducida a 30 años). El juez William Hoeveler, que había presidido su juicio, falló que Noriega tenía derecho al estatus de “prisionero de guerra” porque EU lo había capturado en medio de una acción bélica. Aunque ese estatus no impedía que Noriega fuera enjuiciado como un delincuente común, era necesario que su encarcelamiento cumpliera con los requisitos del Convenio de Ginebra.
No comments:
Post a Comment