Monday, June 23, 2008

Se acabó la ilusión




La selección de fútbol de Panamá cayó ayer derrotada 3 goles por 1 (3-2 en el global) ante El Salvador, en el estadio Cuscatlán, y perdió de forma dramática su oportunidad de avanzar a la siguiente fase de las eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010.

La maldición del Cuscatlán

Campo Elías Estrada
cestrada@prensa.com
Enviado especial

SAN SALVADOR, El Salvador.-El estadio Cuscatlán volvió a convertirse en la casa del dolor para las selecciones absolutas de fútbol de Panamá, en partidos de eliminatoria mundialista.

Ayer, en el lapso de 20 minutos, el seleccionado panameño recibió tres goles que desataron el delirio de toda la afición salvadoreña por su clasificación a la tercera fase de la eliminatoria de la Confederación Centroamericana y del Caribe, al Mundial Sudáfrica 2010, con un lapidario 3-1 (3-2 en el global).

El “Sí se puede” que no dejaron de gritar los salvadores después del gol de Eliseo Quintanilla de tiro libre al minuto 70 recompuso al equipo cuscatleco y descompuso al técnico Alexandre Guimaraes, que tal como pasó el domingo 15 de junio en el encuentro de ida, en el Rod Carew, ayer volvió a hacer tres cambios, uno de ellos obligado, que le quitaron el ritmo al equipo y lo llevaron al precipicio.

Más adelante llegaron los otros dos goles de los salvadoreños ante el desconcierto de los simpatizantes de la Marea Roja que no podían creer lo que había sucedido.

La derrota de ayer fue una de las más dolorosas de todos los tiempos, ya que se dio ante un rival que si bien obtuvo la clasificación, contó con la complicidad del árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez, que marcó un penal dudoso a ocho minutos del final (82), dejando de paso al equipo en desventaja numérica con la expulsión del defensa Carlos Rivera.

El penal fue ejecutado de buena forma por el delantero Eliseo Quintanilla, para poner el marcador 2-1 a favor del equipo local. Luego vino el definitivo 3-1 con un disparo de Luis Anaya desde fuera a los 88 que le dio la clasificación a los locales.

La de ayer fue la quinta escena de una misma película en la que Panamá ha perdido sus partidos de eliminatoria mundialista en el Cuscatlán y la tercera donde el revés ocurrió en los minutos finales, al igual que para los mundiales de 1998 y 2006.

Sin embargo, con los protagonistas de este “nuevo drama” se habían creado muchas expectativas porque Panamá presentaba un equipo de legionarios, mientras que los salvadoreños solo tenían a Quintanilla, que juega en el fútbol costarricense.

Con el gol marcado por José Garcés al minuto 15 y que le ponía en ventaja 2-0 en el global, Panamá daba la impresión de que lo tenía todo cocido, por la fuerza y las ganas que puso el equipo en una cancha mojada por el torrencial aguacero que cayó en el primer tiempo.

Pero en el segundo tiempo el Cuscatlán se tragó al equipo panameño con la complicidad del técnico Alexandre Guimaraes, que trastabilló con los cambios, cuando Panamá era más que El Salvador, que sin embargo, inquietó el marco con algunas llegadas de Rudy Corrales.

A los 47 minutos Blas Pérez tuvo la oportunidad de consagrarse al malograr solo un gol que pudo haber cambiado la historia del partido. En arranque de Carlos Rivera por la izquierda y ante un pase de José Garcés, que se lo entregó en bandeja para que venciera al portero Juan Gómez, el jugador de los Tigres del fútbol mexicano tiró el balón por las nubes.

Ese regalo cambió la historia, porque después vino el empate de Quintanilla, de tiro libre, y el desconcierto del técnico Guimaraes con unos cambios que descompusieron a la selección, que quedó sin un hombre que llevara la pelota por la salida de Rolando Escobar, y sin delanteros, tras sacar a Luis Tejada que había ingresado en el mismo segundo tiempo.

Las modificaciones dejaron todo servido para que El Salvador no tuviera porque preocuparse por que alguien que los inquietará en el ataque y más adelante todo se descompuso con la expulsión de Carlos Rivera. Poco a poco el fantasma del Cuscatlán hizo presa de una selección panameña que perdió de una manera tan increíble, como ha sido la tradición de los seleccionados panameños jugando en el coloso de Monserrat.

Sobre el final del partido Panamá intentó hacer el milagro pero ya era tarde, el Cuscatlán se los había devorado. Adolfo Machado terminó expulso sobre el final del partido. Luego el árbitro mexicano Marco Rodríguez dio el silbatazo final y colorín colorado, será hasta las eliminatorias para el Mundial de 2014.

Guimaraes lamenta derrota

El técnico Alexandre Guimaraes se lamentó de la derrota y dijo que como profesional la asumía con toda la hidalguía y con todo el profesionalismo y hombría.

El Salvador hizo lo suyo, aprovechó sus situaciones, nosotros hicimos todos los movimientos que creíamos tanto para empezar el juego como cuando conseguimos la ventaja, pero por primera vez en todo este tiempo nos meten tres goles, algo que nunca nos había pasado, señaló.

Los cambios que hizo, dijo, fue porque ellos quisieron atacar de una manera en el segundo tiempo, nos metieron jugadores abiertos y eso llevó a Escobar a jugar muy atrás, el segundo cambio fue obligado y el tercero por las circunstancias de la expulsión de Rivera.

La clave fue jugar con el corazón


FÚTBOL. SAN SALVADOR, El Salvador /AP.- El técnico Carlos de los Cobos aseguró que la clave de El Salvador para eliminar a Panamá y avanzar en las eliminatorias mundialistas fue jugar con el corazón y prometió más trabajo para seguir celebrando.

“Eso es lo que me llena más de orgullo”, declaró el técnico mexicano tras la victoria 3-1 sobre los panameños.

El ex técnico de las Águilas del América reveló que tras concluir el primer tiempo, hubo un acuerdo: “Que nadie baje los brazos, no dejar una pelota por perdida”.

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