Thursday, February 7, 2008

Reflexiones después de un asalto

VIOLENCIA.

Por: Rubén Darío Paredes

Ante la creciente ola de asaltos, violación y robos domiciliarios, sometimiento y humillación de las personas y existiendo en el país cerca de 700 mil hogares, se sugiere constructivamente al Gobierno Nacional examinar con sensatez y serenidad la conveniencia de modificar la ley existente e implementar un programa a nivel nacional de adiestramiento y autodefensa en el uso de armas de fuego a los jefes de familia honorables de indudables buenas costumbres y conducta ciudadana, hasta extender permisos especiales solo para uso domiciliario y en sus vehículos, que le permitan al ciudadano poseer un arma de fuego de calibre y características limitadas, para defender su vida, a su familia, propiedad y bienes personales.
Naturalmente, la Policía Nacional seguirá cumpliendo su tarea de brindar la seguridad perimétrica de las comunidades y barriadas a base del patrullaje a pie y vehicular como bien se observa con optimismo viene mejorando hoy, y de seguir perfeccionando el actual "sistema de reacción" hacia un modelo más ágil y novedoso de tipo fast, como existió en la Guardia Nacional, pero mucho más rápido para acudir a los llamados de auxilio de la ciudadanía en el 104. Esta vez el 104 aunque respondió de inmediato al segundo timbrazo, exhibió confusión, divagación y pérdida de tiempo a mi llamado el día del asalto en casa, sin embargo, lo importante es que ¡llegaron!
Quizás la diferencia de hoy con nuestros tiempos de la Guardia Nacional, consiste en que en el ayer los patrullas de reacción con las unidades especializadas a bordo, se mantenían en sus respectivas áreas y ¡motor caliente!, alerta a los llamados del 104. Empero hoy parece que están en las estaciones de policía, ¡pero no en estado de alerta! Deseo, con el afán de que la seguridad que merece nuestra ciudadanía sea cada vez más eficaz, explicar lo que sigue:
Tuve que hacer dos tiros con mi revólver Magnum 357 a través de la puerta de mi recámara para impedir que los ladrones entraran, quienes no lograron sorprendernos aún dormidos a las 2:15 de esa madrugada.
Después de disparar los dos tiros al ombligo de la puerta, los delincuentes dejaron de patearla y respondieron con descargas sostenidas de revólveres calibre .38, quizás fueron unas 14 ó 16 detonaciones. Con la ayuda de la Policía Nacional (DIIP) y miembros de la PTJ, encontramos unos ocho proyectiles en las paredes y piso de la recámara que habían salido de los revólveres de estos ladrones.
¿Por qué aseguro revólveres y no otro tipo de arma? Las armas automáticas y semi automáticas como las pistolas y sub ametralladoras, lanzan al piso el cartucho vacío humeante después de cada tiro. ¡Los revólveres no! En estos los cartuchos vacíos quedan en el cilindro y para hacer una recarga de otros seis tiros vírgenes y seguir disparando, el propio tirador debe expulsar los vacíos antes, de forma manual.
En posterior requisa no se encontró un solo casquillo vacío, por eso eran sin ninguna duda revólveres.
Ahora bien y especial para el señor ministro DDD: Los proyectiles recuperados ya en forma de plomo deformes me indican, dada la experiencia, que las balas utilizadas eran de cartuchos rellenos o rehabilitados. Explico a los amables lectores: una bala está compuesta por su cuerpo mayor o cartucho metálico. En la base tiene un fulminante; dentro, una dosis calibrada de pólvora y en la parte superior el proyectil, por lo general de plomo, fijado al cartucho metálico a base de presión hermética.
El fulminante consiste en una gota de mercurio. Cuando la aguja del percutor del revólver golpea el fulminante en seco, el mercurio lanza una chispa y enciende la pólvora que está prisionera dentro del cilindro; la pólvora tiene la particularidad al encenderse de generar una exuberante cantidad de gases, los cuales buscan por dónde escapar y lo hacen expulsando el proyectil (plomo) a través del recorrido del cañón donde existen a lo largo unas estrías que multiplican la velocidad y alta rotación rumbo al blanco escogido. Cuando se completa el ciclo después del disparo, el cartucho vacío queda en el revólver. Estos son recuperados y rehabilitados para usar sobre todo en prácticas de tiro por una sola vez más. Es decir, mediante una máquina especializada, se coloca un nuevo fulminante, otra dosis de pólvora y un proyectil de plomo que se derrite y moldea en el sitio del rellenado.
Estos proyectiles son de baja calidad y consistencia, aunque pueden segar vidas, pero el ojo de un armero y profesional u oficial de la carrera militar y policial detecta de inmediato si se trata de un cartucho de fábrica importado, o unos rellenados en plaza local. Con toda responsabilidad y seguridad puedo declarar que los tiros utilizados en el asalto frustrado de mi residencia, ERAN DE CARTUCHOS RELLENADOS EN PLAZA.
Me inquieta la convicción de que el hampa se está abasteciendo de la producción de rellenados de una o varias de estas máquinas bajo el control o supervisión del Estado, señor Ministro.
Qué fácil es saber quiénes en Panamá operan estas máquinas y, sobre todo, a quiénes se les extienden permisos para importar fulminantes vírgenes y pólvora... ¿no le parece?
Por otra parte, están las firmas comerciales autorizadas para importar munición de todo calibre al país y comercializarlas al por menor y mayor. ¿Quién controla el destino final de sus ventas y si existe un límite de compra a un ciudadano con su respectivo permiso de armas, etc., etc.? Si el señor Ministro y el director de la Policía Nacional perfeccionan estos controles de manera rígida y meticulosa, acabarían con el mercado negro y trasiego de municiones hacia el hampa, cesarían las balaceras entre pandillas y los asaltos a la ciudadanía disminuirían notablemente.

El autor fue comandante de la Guardia Nacional

3 comments:

Puppetmaster said...

Te imaginas que cada ciudadano al que le han robado, pudiera emitir un comentario como este.

Este tipo ha dejado como "no saben lo que hacen" a l agente que investiga los casos en panama.

japopty said...

le dieron duro a la DIJ, tengo entendido que efectivamente las investigaciones de la policia avanzaron por la experiencia del Ex-militar... ahora.. imaginate que todos los ciudadanos andaran con una Magnum 357 ?...

Puppetmaster said...

En vida real!!
El Veteran dando catedra!!
Yo ya estoy pensando en adquirir una!