Un factor que impulsaría la inversión foránea al finalizar el año es la compra venta de industrias panameñas.
mbethancourth@prensa.com
Los inversionistas extranjeros no ignoraron la pujanza económica por la que pasa Panamá y decidieron inyectarle al país mil 656 millones de dólares en los primeros nueve meses de este año.
El monto que abarca la inversión extranjera directa de 2010 es mayor en 189 millones de dólares en comparación con igual periodo de 2009.
Se han instalado empresas en el área de logística, financiera, servicios de consultoría y constructoras, por mencionar los sectores de mayor crecimiento y que han ayudado a que la economía crezca 7% los primeros tres trimestres de este año.
Otro factor que impulsaría la inversión foránea al finalizar el año es la compra venta de industrias panameñas, como Bonlac por la colombiana Casa Luker, por cerca de 50 millones de dólares, y la venta de Microserfin (subsidiaria de Banvivienda) al banco español BBVA.
Una negociación que todavía está andando es la que mantiene la embotelladora mexicana Coca Cola Femsa para comprar a la panameña Industrias Lácteas, por 200 millones de dólares aproximadamente.
2010 se colocaría en el tope five de los años con mayor inversión extranjera directa, superado solo en 2006, cuando se registró la venta de Banistmo a HSBC , lo que disparó las cifras a 2 mil 497 millones de dólares.
Además de 2007, con mil 907 millones de dólares; y 2008, con 2 mil 196 millones de dólares.
Las movidas empresariales se dieron en distintos segmentos de la economía y también estuvieron orquestadas por empresarios locales que decidieron aprovechar el buen momento y la liquidez que había en el mercado para vender sus compañías.
Todo ello genera un movimiento interesante, de acuerdo con Carlos Araúz, ejecutivo de Towerbank, quien indicó que los grupos locales que lideran estas transacciones buscan nuevas oportunidades de negocios.
Rafael Visuetti, asesor financiero de Sam Consulting, indicó que cuando se dan estos procesos, los empresarios buscan reinvertir en actividades que no le disminuyan su patrimonio, como letras del tesoro, deuda soberana con calificación de riesgo.
Un aspecto a favor es que la empresa adquirida gana músculo y se da un mayor impulso al comercio exterior. Pero, por otro lado, la utilidad posterior a la compra venta pasa a manos extranjeras.
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