Eliana Morales Gil
emorales@prensa.com
Luego de dos directores de la Autoridad de Tránsito, tres ministros de Gobierno y Justicia, de una reforma a la ley del transporte y de varios análisis para enfrentar el tema, los usuarios siguen esperando una solución que vaya más allá de los "diablos rojos".
Ahora el Gobierno está a la espera de otro estudio, esta vez elaborado por un grupo japonés, que debe ser entregado en los próximos dos meses, para ver cuál es la solución al problema, señaló el vicepresidente, Samuel Lewis Navarro.
El presidente Martín Torrijos insinuó esta semana que la solución definitiva no se dará durante su gestión, pero sí los primeros pasos. En tanto, ayer los transportistas aceptaron el incremento del subsidio propuesto por el Gobierno, pero insisten en aumentar la tarifa.
El transporte, sin solución
Estudio de Japón le daría una alternativa al Gobierno para modernizar el sistema de transporte.
Los políticos que aspiran a la Presidencia han tomado el tema del transporte público como bandera.
A menos de dos años de que culmine el periodo del presidente Martín Torrijos, una de sus promesas de gobierno, la de mejorar el servicio de transporte público, pende de un hilo.
Si bien Torrijos reiteró esta semana en una entrevista con TVN Canal 2, que su equipo de gobierno está trabajando en un sistema para modernizar el servicio, lo único concreto –luego de la aprobación de una reforma al sector el año pasado– es un estudio que un grupo de japoneses está haciendo del tráfico capitalino –y de origen y destino–, que pretende ayudar a estructurar una propuesta viable para reemplazar al actual sistema.
El primer vicepresidente de la República, Samuel Lewis Navarro, lo explica de la siguiente forma: "Si bien es cierto que hay un servicio deficiente que no obedece a las expectativas ni a las exigencias de los usuarios, lo que tenemos que asegurar es que el plan le brinde un servicio a esos panameños".
CUATRO PROPUESTAS
En los últimos tres años, se han barajado cuatro alternativas. Empresarios franceses, japoneses, brasileños y colombianos le han planteado al Gobierno propuestas que van desde un metro que transitaría por la ciudad en plataformas elevadas, hasta un tranvía. Las dos iniciativas que calaron, tanto en el Gobierno como en los usuarios, fueron las del monorriel –tren aéreo suspendido– y la de los buses articulados, sistema que ha sido implementado con relativo éxito en Bogotá y Curitiba, pues en Santiago de Chile, otro de los lugares donde opera, ocasionó un caos urbano a pocos días de puesto en marcha.
Sin embargo, los buses articulados le ganaron la pelea al monorriel. Antes de que ocurriera la tragedia del bus 8B-06 donde murieron 18 personas calcinadas, Angelino Harris, quien fungía como director de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), dijo que los buses articulados habían sido elegidos como la alternativa más viable (más económica), para enfrentar la demanda de movilización de un millón 300 mil usuarios de la ciudad. Y cuando el viceministro de Gobierno y Justicia, Severino Mejía, tomó las riendas de la ATTT, dijo que la primera troncal para la circulación de los articulados estaría lista en diciembre de 2007. Es febrero de 2008 y el país sigue a merced de los diablos rojos. Los usuarios continúan reclamando mejor servicio (Ver Voces de la calle).
Ahora los políticos que tienen aspiraciones presidenciales han tomado el tema del transporte como bandera para seducir a los votantes. El panameñista Marco Ameglio, por ejemplo, dijo ayer que a este gobierno le ha faltado voluntad para solucionar el problema.
Voces de la calle
“El transporte cada día está peor, ojalá el Presidente haga una reunión con los buseros y les diga que dejen de matar a la gente. Mucha gente muere por la irresponsabilidad de ellos”.
Cristian Domínguez
Operador en una fábrica.
“El servicio está pésimo, porque los buses están en mal estado y además los conductores nos tratan muy mal a nosotros los usuarios; frenan mucho y no esperan a que uno se baje”.
Janeth Hernández
Repostera
“Es regular. Todo depende de la ruta, pero los conductores deben ser más decentes y más serviciales con nosotros los usuarios. Hay mucho desorden en el manejo, ojalá les pongan un alto”. Gerardo Horca Jubilado
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