Cada día uno se levanta teniendo expectativas, de cómo será el desayuno, de cómo estará el trafico, incluso del clima. Así mismo las personas tienen expectativas de todo lo demás, esperan que la gente en la calle se comporte con cortesía, que los policías hagan cumplir las leyes y que las autoridades cuiden de los intereses ciudadanos.
Muchas veces encontramos que la vida llena estas expectativas, y que nuestro día va justo como esperábamos, pero muchas otras veces nos estrellamos contra la pared.
De las muchas cosas que yo esperaba de este gobierno, nunca imaginé que quisieran destruir nuestro país por dinero. En su propuesta política el señor Ricardo Martinelli hace ver “su preocupación” por el medio ambiente:
La deforestación es uno de los principales problemas ambientales que enfrenta el país ya que anualmente se deforestan alrededor de 45,000 hectáreas , de acuerdo a los índices oficiales del año 2000, ocasionando degradación de suelos, erosión y sedimentación en quebradas y ríos, pérdida de biodiversidad, disminución de caudales de agua, aumento de temperaturas y de emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al CAMBIO CLIMÁTICO y nos hacen más vulnerables a éste. La principal causa de la deforestación es la ganadería extensiva y el cambio de uso de suelo para producción de subsistencia, además de otros como la colonización, los desarrollos portuarios, industriales, urbanística, turística y la minería metálica a cielo abierto.
Me parece increíble que él mismo admitiera durante su campaña política que la minería es uno de los mayores causales de los problemas ambientales, y es más increíble aún lo que propone para evitar el daño ambiental:
Se ejecutará un proyecto de reforestación masiva de 50,000 hectáreas en la Comarca Ngöbe Buglé que traiga a su población empleo, capacitación, autogestión y oportunidades de salir de la pobreza.
¡Suena FANTÁSTICO! Dentro de las muchas propuestas que dio para resolver el problema, ésta me llamó mucho la atención, el dijo que quería REFORESTAR en la Comarca Ngöbe Buglé, para que tuvieran una mejor calidad de vida en distintos aspectos, por lo que me parece totalmente contradictorio que ahora además de que quiera explotar la minería, resulta que dos de los tres yacimientos de cobre que quiere explotar están ubicados exactamente en esa comarca. Y el colmo del descaro es que diga hoy públicamente: “No se va hacer nada que tenga que ver con destruir el ambiente y los ríos, lo único que se está buscando es que el Estado tenga más recursos”
Yo me pregunto ¿Cómo se le ocurre decir que no se va a hacer nada que tenga que ver con destruir el medio ambiente y los ríos, cuando el mismo durante su campaña reconoce y deja por escrito que la minería es uno de los principales problemas ambientales. Y para colmo espera que los indígenas trabajen en las minas. Es como si no supiera las consecuencias devastadoras que deja esta actividad.
Sin contar los efectos visuales de la devastación, la deforestación puede incrementar la sedimentación de los ríos, igual que las inundaciones, los deslaves y el desplazamiento de tierras; lleva a la contaminación del agua, debido a los desechos producidos durante las actividades mineras, creando ríos biológicamente muertos y llenos de minerales tóxicos. La minería también contamina la atmósfera y es asociada con la lluvia ácida.
Agregado a todo esto, está el hecho de que es un trabajo muy peligroso. me parece irresponsable que se quiera poner a nuestros indígenas en peligro de perjudicar su salud y seguridad, con la inhalación de humo y polvo, la contaminación de agua, entre otros.
Si bien es cierto que la minería puede traer beneficios económicos, a menudo estos beneficios duran poco tiempo, puesto que las minas llegan a agotarse. Por lo que me parece injusto privar a estas personas de sus tierras y quitándoles su hogar para simplemente hacer más dinero. Dinero que va directamente para el estado y que nunca vemos rendir frutos.
La única razón por la cual el estado quiere que se lleve acabo esta nueva reforma es porque según dicen ellos, los metales que están allí, que son cobre y oro, tienen un valor de casi 200 mil millones de dólares al precio actual. El único pro es el económico, y para el estado, porque con seguridad ese dinero no irá a los indígenas de la comarca, entonces me pregunto yo: ¿Qué hará el gobierno con 200 mil millones de dólares cuando ya no haya agua para tomar, tierras para sembrar, ni aire puro para respirar?
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