Amalia Morales
Corresponsal
BOGOTÁ, Colombia
Hace dos meses que Clara Rojas, la ex compañera de fórmula a la Presidencia de Ingrid Betancourt, recobró su libertad. Desde entonces, Rojas, que estuvo casi seis años en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha estado casi encerrada, recuperando el tiempo perdido con su hijo Emmanuel, concebido y nacido durante su cautiverio.
Para proteger su intimidad y la de su hijo, cambió de domicilio. Junto con su mamá, Clara González, abandonaron el apartamento en el norte de Bogotá, y se refugiaron en una finca en las afueras de la capital.
Esta semana, la fiscalía citó a la abogada de 44 años para que contara los pormenores de sus seis años de cautiverio, pero no fue a la cita. Rojas estaría dispuesta a contar los detalles de su secuestro en un libro, en el que ya hay varias editoriales interesadas, sobre todo francesas.
Algunas de estas casas incluso estarían dispuestas a pagarle un millón de euros como anticipo del manuscrito, a cambio de que Rojas no omita detalle de ese dramático episodio de su vida, según reveló la revista Cambio.
Tras su liberación, Rojas fue muy parca con los medios de comunicación. Pidió que le dieran un tiempo para dedicarse a su hijo al que llevaba sin ver casi tres años, desde que la guerrilla decidió arrebatárselo y ponerlo a salvo de la manigua de la selva.
En recientes declaraciones a un periódico argentino, Rojas, dijo que el reencuentro con su hijo ha sido maravilloso. "Me llama mamá, mamita, me lo dice todo el día, ando de lo más dichosa", declaró al diario Clarín de Argentina.
La recién liberada estuvo en ese país suramericano, en la segunda quincena de marzo. Viajó a Buenos Aires, en compañía de su pequeño Emmanuel y de su madre. Allá se entrevistó con la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien le regaló una cartera, según detallaron los medios.
No es el primer viaje que hace la abogada de 44 años, luego de estar seis años en la selva. A los días de haber vuelto a la libertad, Rojas viajó a Madrid, España, a un evento de víctimas del terrorismo. Y semanas más tarde, estuvo con su pequeño Emmanuel en Miami, donde se habría encontrado con la mamá de Marc Goncalves, uno de los tres estadounidenses en poder de las FARC.
Sigue la lucha por la libertad de los secuestrados
A Clara Rojas se le vio en la marcha contra las FARC, del pasado 4 de febrero, que movilizó a unos 10 millones de colombianos.
Rojas salió a las calles nuevamente durante la concentración en la plaza de Bolívar, en donde una decena de madres de otros secuestrados se acercaron a saludarla tras su liberación.
El pasado 4 de abril salió nuevamente, a propósito del llamado urgente por la salud de Ingrid Betancourt, su amiga. Rojas apareció en los medios colombianos tratando de darle ánimo y fortaleza a su amiga. Le pidió que no pierda la esperanza y que no se deje morir.
Rojas, que ha pedido respeto a su privacidad y se ha guardado los detalles del padre de su hijo, ha dicho que su país le duele y que hará lo posible por ayudar a la liberación del resto de los secuestrados, en particular, porque vuelva su amiga Ingrid Betancourt, cuya amistad, aparentemente, sufrió fisuras en la selva durante su cautivero.
ASÍ SUCEDIERON LOS HECHOS
TIEMPO: Clara Rojas estuvo secuestrada seis años por las FARC.
ENGAÑO: Las FARC dijeron que liberarían a Emmanuel, pero realmente no estaba en su poder. El Gobierno colombiano ya lo tenía.
PRIVACIDAD: Tras su liberación, Rojas ha preferido la privacidad.
VIAJES: Rojas ha viajado a España, Argentina y Estados Unidos con su madre y su hijo.
LIBRO: A Clara González le ofrecieron un millón de dólares para publicar su historia.
LA NOTICIA EN RESUMEN
SECUESTRO:Clara Rojas, abogada colombiana, fórmula vicepresidencial de Ingrid Betancourt, fue secuestrada junto a esta por las FARC, el 23 de febrero de 2002. En cautiverio nació su hijo Emmanuel, del que la guerrilla la separó. Las FARC ofrecieron liberar al niño, a Clara y a la congresista Consuelo González para lograr un canje de secuestrados por guerrilleros presos. Fue liberada el 11 de febrero pasado tras la mediación del presidente Hugo Chávez y se reencontró con su hijo.
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