Leonardo Floreslflores@prensa.com Más tranques, más calor y un servicio de atención al público que deja dudas en los usuarios. Esos son los resultados tras el tercer día de funcionamiento del horario especial que aplicó el Gobierno a raíz de la crisis energética por la falta de agua para generar energía y el aumento del consumo.
El horario, de 7:30 a.m. a 1:30 p.m., coincide con la hora de entrada de los estudiantes a las escuelas públicas y privadas, y ha hecho que el peso del movimiento en las oficinas públicas se corra para las horas de la mañana, provocando colas y quejas por la mala atención.
Por ejemplo, en la Dirección de Migración ha surgido un nuevo negocio: la venta de cupos hasta por 20 dólares, a los abogados, por parte de tramitadores.
Acalorados por crisis energética y apurados por la hora de cierre
El tercer día del nuevo horario en las instituciones gubernamentales estuvo marcado por la inconformidad y protesta de los usuarios de los servicios públicos.
Unas de las entidades más afectadas fue Migración, ya que los tramitadores madrugan y se apoderan de los cupos que luego venden a 20 dólares.
La información la confirmó la propia presidenta del Colegio de Abogados, Marta López de Martin, quien hacía ayer las gestiones para tratar de resolver el problema tras una reunión con sus colegas.
Además, argumentan que la media jornada que se implementa en esa dependencia, desde el martes 20 de mayo, no les da tiempo suficiente para realizar los trámites.
Otra de las instituciones que se vio saturada de personas en día de ayer fue el Tribunal Electoral. Las colas de usuarios daban vuelta a lo largo de las oficinas, donde realizaban los trámites de cédulas y la solicitud de certificados. "Esto es un suplicio", dijo Josefina de Pérez, quien al final decidió volver en otra ocasión.
Estas quejas se suman a las de los funcionarios, quienes manifiestan que con la nueva jornada laboral se complica el tráfico, ya que a esa misma hora entran los estudiantes. El horario oficial es de 7:30 a.m. a 1:30 p.m. mientras los lagos vuelvan a su nivel óptimo.
Los dueños de fondas también se quejaron, ya que el nuevo horario no establece hora de almuerzo, lo que ha perjudicado su negocio. Al menos, eso dijeron durante un recorrido que se realizó por la Avenida Perú, donde funcionan oficinas del Ministerio de Economía y Finanzas, La Dirección de Pasaportes, el Tribunal Electoral, Migración, Correos y Telégrafos.
El calor también fue motivo de quejas. Y es que el nuevo horario incluye encender los acondicionadores de aire una hora después de la entrada y apagarlos una hora antes de la salida. Según los afectados, esto –además de que la mayoría de los edificios tiene poca ventilación– crea un sopor digno de un bus con las ventanas cerradas a las 6:00 p.m.
La crisis energética también ha llegado al sector privado, donde las empresas deben apagar los letreros luminosos en las noches para evitar sanciones del Gobierno.