Dr. Ebrahim Asvat
Yo soy un fervoroso creyente en la libertad intelectual. Capacidad para disfrutar, asimilar, creer o no creer, afirmar o rechazar cualquier idea, opinión o pensamiento sin limitaciones externas.
En un país donde la lógica no es necesariamente la fuente para validar las proposiciones, uno puede caer pesado o terco. Nosotros los panameños tenemos ese hábito de soñar despiertos. Sueños que yo denomino de opio.
Para justificar nuestra condición estamos dispuestos a engañarnos nosotros mismos con proposiciones fantásticas. Somos la Singapur de las Américas o la Hong Kong de las Américas sin percatarnos que las economías de Singapur y Hong Kong son ocho veces más grandes que la nuestra.
Si tenemos que comparar a algún país del Asia con nuestra economía lo podemos hacer con Macao. Esa pequeña isla, antigua colonia portuguesa, de medio millón de personas y conocida por sus casinos. Macao tiene una economía del mismo tamaño de Panamá.
Pero profundicemos más en estos temas porque nos abre la mente. Según los últimos datos proporcionados por el Fondo Monetario Internacional, la economía de México es más grande que la de Corea del Sur.
La economía Colombiana sin las grandes exportaciones de petróleo es similar en tamaño que la economía Venezolana. La economía de China es cuatro veces más grande que la de la India. La economía de Japón es más grande que la de Alemania.
La economía de Brasil es más grande que la de Canadá, México, India, Rusia, España o Australia. Pero para que nos veamos en nuestra justa dimensión. La economía de Costa Rica es más grande que la panameña sin tener un canal de Panamá. Igualmente la economía de Guatemala y cáiganse para atrás, la de República Dominicana.
Las economías más grandes de la América Latina van en este orden: Brasil, México, Argentina, Venezuela y Colombia. En ingreso per cápita anual, Panamá está de número 66 con $7,712, Singapur en el número 15 con $42,653 y Hong Kong en el número 23 con $31,799.
Países del continente americano que en ingreso per cápita anual están mejor que nosotros: Bahamas, Trinidad y Tobago, Barbados, Uruguay, Chile, Brasil, Venezuela, Argentina y México. Es por ello que se hace necesario aterrizar a nuestra verdadera realidad.
Si nos trazamos objetivos altos debemos tener un plan como nación para alcanzarlos. A ciencia cierta, Panamá a pesar de que tiene algo de imagen a nivel internacional por razones del comercio y ser un nuevo destino turístico por descubrir, está muy lejos de materializar esos sueños. Hay mucho que hacer especialmente en el sector público.
La institucionalidad pública es muy débil, nuestro sistema judicial y de ejecución de la ley es frágil e infiltrado por la corrupción y el atraso. Nuestra cultura democrática objeto de zarpazos constantemente.
No somos asiáticos y a los ojos del mundo nos exigen el mismo estándar del mundo occidental europeo y anglosajón. Lo peor que nos puede pasar es engañarnos.