Saturday, July 2, 2011
Inicia vaciado de concreto en nuevas esclusas del Canal de Panamá
El vicepresidente de Ingeniería y Administración de Programas de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, señaló que se inició una de las etapas más importantes del proyecto de ampliación, a cargo de GUPC.
"Falta un esfuerzo enorme todavía, pero estamos seguros de que se llevará adelante tal y como se ha previsto", aseguró Quijano en un comunicado de la ACP.
Entre tanto, el ingeniero Mario Accurso, representante de GUPC, señaló que el consorcio garantiza su equipo humano y su mejor empeño financiero y de equipos para concluir la obra a tiempo.
Accurso explicó que el vaciado de concreto estructural se realizó sobre formaletas industriales previamente preparadas en el área del fondo de la cámara superior de las esclusas.
"Estas estructuras, compuestas principalmente por un enrejado de acero y concreto marino, dan forma a los bloques de concreto que se convertirán en el piso de la esclusa", detalló.
Cada uno de los bloques es de 100 metros cúbicos y para su vaciado se requieren unos 15 camiones de ocho metros cúbicos de concreto, equipados con aislantes para garantizar la temperatura óptima del concreto hasta el momento del vaciado.
El consorcio también está integrado por la italiana Impregilo, la belga Juan de Nul y la panameña Constructora Urbana.
En total, el tercer juego de esclusas en el Atlántico requerirá unos 2,5 millones de metros cúbicos de concreto, de las cuales la cámara superior ocupará aproximadamente medio millón de metros cúbicos.
La ampliación concluirá en 2014, año en que se cumple el primer centenario del comienzo de las operaciones del Canal, construido y explotado comercialmente por los Estados Unidos entre 1904 y 1999.
La obra, que requerirá una inversión calculada en 5.250 millones de dólares, incluye el levantamiento del tercer juego de esclusas, más grandes que las actuales, que duplicarán la capacidad de transporte de carga por la vía hasta alcanzar unos 600 millones de toneladas anuales.
Panamá reprueba en inglés
planes. La enseñanza del inglés se considera prioritaria, pero la falta de docentes capacitados, los frenos a la contratación de profesionales extranjeros y la competencia de otras industrias complican la estrategia para difundirla y mejorarla. LA PRENSA/ Archivo |
mcorro@prensa.com
En marzo de este año, la compañía internacional Educación First (EF) publicó el Índice de Nivel de Inglés (INI) 2011, basado en pruebas realizadas a más de 2 millones de adultos alrededor del mundo. Panamá obtuvo una calificación de 43.62, que, de acuerdo con los estándares de EF, equivale a un nivel “muy bajo”.
Por cuenta de este puntaje, quedamos ubicados en la posición número 40, de una lista de 44. Latinoamérica, en su conjunto, registró los peores resultados y, de 13 países del área incluidos en la lista –Argentina, México, Costa Rica, El Salvador, Brasil, Perú, Chile, Guatemala, Venezuela, Ecuador, Colombia, República Dominicana, y Panamá–, solo Colombia salió por debajo de Panamá.
La muestra en la que se basa el INI no es representativa estadísticamente, pues se fijó un mínimo de 400 participantes por país, sin tomar en cuenta las respectivas poblaciones. Además, la participación es voluntaria, no aleatoria, y las pruebas solo se ofrecen vía internet, lo que supone un sesgo hacia arriba.
No obstante, el INI es la única herramienta disponible para comparar el nivel de inglés de un país a otro. Y, en nuestro caso, los resultados no son nada satisfactorios.
Conociendo a la Señora Cole
Davina Cole es la directora de la Unidad de Idiomas del Ministerio de Educación (Meduca). Fue nombrada por la ministra Lucy Molinar en septiembre de 2009 y llevó al cargo 23 años de experiencia como profesora de inglés en el Instituto Panamericano, más otros 15 como miembro, luego presidenta, de la asociación internacional que agrupa a quienes enseñan el inglés como lengua extranjera (Tesol, por sus siglas en inglés).
El dominio del inglés, afirma Cole, “permite acceder a un mejor trabajo y a un mejor salario; facilita la actualización profesional, pues la mayoría de los textos de ciencias y tecnología se publican primero en inglés; aumenta el bagaje cultural y permite socializar y hacer negocios con personas no hispanohablantes”.
Para fortalecer la enseñanza del inglés, la Unidad ha puesto en marcha tres grandes programas: el After- School Program, el Teachers’ Training y el programa de las cinco horas de inglés.
El After-School Program está dirigido a estudiantes de undécimo y duodécimo grado de escuelas oficiales; se inició en 2010 y actualmente atiende a 4 mil 200 muchachos. Las clases se dan 7 meses al año en 56 centros de idiomas y universidades de la Asociación Panameña de Centros de Enseñanza del Inglés (Apacei), a los cuales Meduca les paga por brindar el servicio; y en 19 centros del Meduca ubicados en sitios en los cuales Apacei no tiene presencia.
El Teachers’ Training es un plan de 600 horas que busca dar herramientas a maestros del sistema oficial que, sin ser profesores de inglés, se ven obligados a enseñarlo, sobre todo en las escuelas multigrado del interior. Por último está el programa de las cinco horas de inglés, que es la gran apuesta a futuro y que actualmente abarca a 240 escuelas.
Además, el Meduca impulsa iniciativas complementarias y a menor escala con el Inadeh, el Cuerpo de Paz, la Fundación Casco Antiguo y el Senacyt.
La meta es ambiciosa y se cuenta con recursos, pero, para alcanzarla, se requiere de profesores de inglés calificados y comprometidos.
‘Good morning, teacher’
Marta Lewis de Cardoze, directora del Colegio Panamá, y Davina Cole, del Meduca, coinciden en que no hay suficientes profesores de inglés.
La Ley 2 del 14 de enero de 2003, que estableció la enseñanza obligatoria de este idioma en los centros educativos oficiales y particulares, fue un paso positivo, pero, lógicamente, creó la necesidad de más profesores bilingües en un momento en que ya había un gran déficit.
Para contribuir a llenar este vacío, se dictaminó que los centros de formación pedagógica, oficiales y particulares, desarrollen programas de formación para la enseñanza del inglés. Así surgió la licenciatura en docencia de inglés para la educación básica general y media, que ofrece la Universidad de Panamá, y otras que ofrecen universidades privadas.
Se trata, no obstante, de un proceso lento. En el ínterin, es imposible cerrar dicho déficit importando profesionales de fuera, pues la ley no lo permite. En el caso de las escuelas oficiales, para optar por una posición de maestro o profesor, hay que ser panameño. En el de las particulares, los extranjeros no pueden rebasar el 15% del cuerpo docente.
Hubo un tiempo en que esto no fue así: Faustina de Molino, que se formó en la Escuela de Inglés de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá en la década de 1960, asegura que la mayoría de sus profesores eran estadounidenses.
Según Lewis de Cardoze, cuando se aprobó la ley de 2003 se trató de abrir las puertas al personal extranjero, pero los gremios se opusieron. Lo que sí es posible es trabajar con especialistas foráneos en la capacitación de nacionales, explica.
Otro factor que ha afectado la disponibilidad de personal calificado es el crecimiento del turismo, los call center y otras actividades que requieren personal bilingüe. Esto ha contribuido a llevar el mensaje, a nivel de Gobierno, de que la enseñanza del inglés es parte integral de la estrategia de desarrollo económico, pero, asimismo, ha agudizado el déficit de profesional docente y es que, según Cole, la licenciatura en docencia de inglés para la educación básica general y media que ofrece la Universidad de Panamá, y otras carreras similares impartidas por universidades particulares, compite con carreras como la de técnico en comunicación en inglés con énfasis en centro de llamadas, que permite obtener empleos bien remunerados con dos años de formación.
A la escasez de profesores de inglés hay que añadir la falta de control en cuanto a las destrezas de los que forman parte del sistema. Actualmente, para obtener una plaza, se requiere el diploma universitario. Quienes, a la postre, deciden certificarse, lo hacen por cuenta propia, sin que ello repercuta en sus condiciones de trabajo, ya que los aumentos se dan automáticamente. En otras palabras, hay poco incentivo para medir y mejorar.
A juicio de Lewis de Cardoze, para subir el nivel de inglés de nuestros estudiantes hace falta un programa continuo y una política de estado que lo impulse.
Cole, por su parte, dice que “el Gobierno debe seguir invirtiendo para desarrollar proyectos y programas que beneficien a una gran cantidad de estudiantes y docentes”. Ella propone, además, que los medios de comunicación se sumen a esta cruzada, que las escuelas promuevan actividades que lleven al estudiante a estar en continuo contacto con ese segundo idioma y que los docentes se capaciten.
Adicionalmente, habría que estudiar la posibilidad de convertir al Instituto Pedagógico Superior Juan Demóstenes Arosemena, donde se forma una porción importante del cuerpo docente del sistema educativo, en un centro bilingüe y medir los resultados de los programas que lleva a cabo el Meduca.
Un primer paso se dio en diciembre de 2010, cuando se escogieron, al azar, 120 escuelas del programa de las cinco horas de inglés para una prueba nacional. Los resultados se conocerán en julio de este año y, más allá de que sean buenos o malos, lo importante es que se fijarán los parámetros para medir progresos y retrocesos.
Inglés: la puerta ancha
Star Contact es líder en Panamá en la industria de los centros de llamadas. Comenzó operaciones en 1998 y ofrece servicios a empresas en Latinoamérica y Estados Unidos. Uno de sus centros está ubicado en Juan Díaz y, a juzgar por la edad de las personas que allí laboran (28 años es la edad promedio), la decoración moderna y el sinnúmero de escritorios, un visitante desprevenido pensaría que se trata de un centro de estudios.
Star Contact emplea a más de 3 mil agentes y recluta a 200 por mes. Miro Batista, director general, asegura que, si el mercado ofreciera el recurso humano calificado –léase bilingüe–, la empresa podría duplicar el número de contrataciones en 12 meses.
Panama Marine Services es la empresa que contrata el personal para los cruceros de Royal Caribbean. Jessica Moss, gerente general, coincide con Batista en que Panamá está perdiendo muchas oportunidades de trabajo debido a que “el nivel de inglés es bastante básico”. Moss asegura que al año tienen unas mil 200 plazas de trabajo disponibles y que cubrirlas es todo un reto.
El inglés no solo abre las puertas al mercado laboral; además, permite entrar a este por la puerta ancha. Batista asegura que, en el caso de Star Contact, el agente bilingüe empieza ganando 20% más que el que no lo es.