Roberto González Jiménez
rgjimenez@prensa.comEn el centro de la ciudad muchos postes han sido sobre cargados de peso debido a que se utilizan para colgar cables eléctricos, de la televisión por cable, el teléfono y la internet.
En el punto conocido como las “cinco esquinas”, en el área de Bella Vista , un poste de luz ha reventado su base de concreto debido al peso de los cables de compañías de telecomunicaciones que lo utilizan y que no han trasladado estos al nuevo poste colocado por Unión Fenosa.
Además, los tendidos de cables aéreos que dominan la ciudad restan valor a las propiedades y además perjudican la estética de la ciudad, señaló Eduardo Ameglio, presidente del Consejo Nacional de Promotores de Vivienda de Panamá.
Postes sobrecargados por cables
A un costado del parque Urracá, en el punto conocido como las “cinco esquinas”, a un poste se le ha quebrado la base de concreto que lo sustenta, por el peso que soporta de los cables de telecomunicaciones.
El Decreto Ejecutivo 138, que regula los servicios de telecomunicaciones, impone dos limitaciones a la instalación de cables en los postes: que no se supere el peso que estos pueden soportar, y que haya espacio físico suficiente para fijarlos. La situación de este y otros postes evidencia que las compañías han sobrepasado la capacidad de estos.
Unión Fenosa, concesionaria del servicio de electricidad de la zona, es la compañía encargada de la gestión de las infraestructuras. En el caso de las “cinco esquinas”, la compañía instaló un nuevo poste hacia el que trasladó sus cables eléctricos. Sin embargo, las utilidades de las empresas que ofrecen servicios de telefonía, televisión por cable o internet permanecen enganchados al antiguo poste de madera. Judy Meana, gerente de comunicación de Unión Fenosa, señaló que su compañía no tiene autorización para manipular los cables de otras empresas.
Víctor Urrutia, administrador de la Autoridad de Servicios Públicos (Asep), aseguró que, en este caso, las empresas de telecomunicaciones están obligadas a trasladar sus utilidades. Urrutia reconoció que la fiscalización que hacen desde la Asep se focaliza más en la calidad del servicio que en el estado de las infraestructuras.
Algunos gobiernos de la región ya han comprendido el efecto negativo que generan los cables y han iniciado planes para mejorar la seguridad y el aspecto de sus ciudades. En Costa Rica, el Gobierno invierte 53.7 millones para soterrar los cables de 332 cuadras del centro de San José.
Promotores rechazan cables
Los tendidos de cables aéreos que dominan la ciudad restan valor a las propiedades y perjudican a la estética de la ciudad, señaló Eduardo Ameglio, presidente del Consejo Nacional de Promotores de Vivienda de Panamá (Convivienda).
Ameglio se refirió a las declaraciones del ministro de Vivienda, Gabriel Diez, en las que reconoció que no había ningún proyecto para soterrar los cables de la avenida Balboa, a pesar del proyecto de la cinta costera. “La avenida Balboa y la cinta costera van a componer la imagen de Panamá en el mundo; nadie quiere proyectar su cara más fea”, aseguró.
La mayor limitante para el desarrollo de un proyecto para soterrar las utilidades es su elevado costo, “sobre todo teniendo en cuenta que por la avenida Balboa pasan cables de alta tensión”, apuntó el viceministro de Vivenda, José Batista.
El presidente de Convivienda piensa, por el contrario, que el beneficio estético que se conseguiría es un motivo con el suficiente peso como para desarrollar un plan.
Batista, comparte con Víctor Urrutia, administrador de la Autoridad de Servicios Públicos (Asep), que “ha habido otras prioridades” antes que la eliminación de los cables.
Para quien sí es una prioridad es para los promotores de algunos de los proyectos más lujosos que tendrá la ciudad. En un desarrollo como Vita Tower, edificio que contará con diseños de la firma Versace Design y que se está vendiendo a 4 mil 200 dólares el metro cuadrado, “no podemos permitir que se vean los cables. Si el Gobierno no toma ninguna medida, nosotros vamos a iniciar los trabajos para eliminarlos”, asegura Salomón Hanono, director de Grupo H, una de las promotoras del proyecto.
Fuentes de Unión Fenosa, concesionaria del suministro de electricidad en buena parte de la zona centro de la capital, señalaron que para soterrar los cables la Asep tendría que autorizar el traslado del incremento de costos a la tarifa de los clientes o el Gobierno tendría que asumir el costo.
Urrutia reconoció que “los cables afean la ciudad” y que las inversiones para soterrar cables solo se reconocen en la tarifa cuando no hay más capacidad para infraestructura aérea, ya que, desde la Asep, “no podemos permitir que la tarifa eléctrica de todo el país aumente para que una parte de la ciudad esté más bonita”.