PANAMA (AP). El presidente Ricardo Martinelli pregona que se maneja como "pez en el agua" al frente del gobierno y destaca como uno de sus logros el dinamismo de la economía y la inyección de recursos a la población más necesitada, al cumplir dos años en el poder.
Pero muchos le reprochan al mandatario que no haya podido responder con contundencia ante el alto costo de la vida y la inseguridad en las calles, al tiempo en que sus detractores critican lo que consideran su estilo autoritario y el supuesto control que tiene sobre los otros poderes del Estado.
Martinelli arribó a la presidencia el 1 de julio de 2009 tras ganar en las elecciones generales de ese año con más del 60% de los votos. Dejó a un lado momentáneamente su exitosa vida como empresario de una cadena de supermercados para dirigir a esta nación de 3,5 millones de habitantes hasta el 2014.
Abanderado por su partido Cambio Democrático (CD) y el apoyo de otros colectivos como el Partido Panameñista, el dirigente conservador tomó el timón del barco panameño.
"Me siento muy bien, como pez en el agua", dijo la víspera en una entrevista a una televisora local. "Hemos hecho cosas que van a impactar positivamente a la población".
El gobierno ensalza primeramente el ritmo de la economía, que el año pasado creció 7,5% y cuyos pronósticos es que alcanzará una tasa positiva de 9% en 2011, lo que la colocará como una de las más florecientes en América Latina. También menciona a su vez el grado de inversión que le otorgaron en el 2010 las calificadoras de riesgo Moody, Fitch Ratings y Standard & Poors.
Conseguir el grado de inversión, era una larga aspiración de Panamá y el gobierno afirma el país centroamericano ahora verá un menor costo de financiamiento en préstamos tanto para el sector gubernamental como para la empresa privada, una mayor base de inversionistas, mayor desarrollo y confianza en el sistema bancario panameño.
"En términos de la economía, el país marcha bien", dijo a la AP Jaime Porcell, un analista de mercadeo y de encuestas. "Lo que está pendiente son atender asuntos pendientes como el alto costo de la vida, y otros temas que tienen que ver con la institucionalidad del país".
Ese alto costo de vida lo sienten más que todo la clase asalariada. En los primeros meses del año, según cifras oficiales, la canasta básica de alimentos alcanzó los 265 dólares mensuales, cuando el salario mínimo promedio es de poco más de 400 dólares al mes.
Para el dirigente del Sindicato de la Construcción, uno de los más importantes del país, Genaro López, el crecimiento económico no impacta favorablemente en la población de menos recursos. "La economía va bien, pero el bolsillo de la gente no ve eso", manifestó.
Pero Martinelli, un empresario conservador, sostiene que su gobierno se ha dedicado a inyectar recursos a la población a través de programas sociales para mitigar el alto costo de vi da, como el programa que otorga un bono de 100 dólares mensuales a los ancianos mayores de 70 años que no devengan una pensión, becas y libros gratis a los estudiantes de escuelas públicas y subsidios al combustible.
Martinelli también destaca que su proyecto insignia -el tren metropolitano por un costo de 1.400 millones de dólares- ya se comenzó a construir a comienzos de este año, y resalta la transformación que realiza en el transporte público mediante la puesta en marcha del Metrobus que sustituirá gradualmente a los tradicionales autobuses llamados "Diablos Rojos".
La primera línea del metro debe estar lista para el final del gobierno de Martinelli. Para ese entonces también tiene que terminar la ampliación del Canal de Panamá, un proyecto de 5.250 millones de dólares que se comenzó en el anterior gobierno.
Están en "marcha" los proyectos de infraestructura que serán "referentes" del gobierno del presidente Martinelli, dijo el canciller y vicepresidente Juan Carlos Varela.
"Los proyectos importantes ya están andando y la gente los puede palpar en la calle", manifestó recientemente el viceministro de Economía Frank de Lima.
El dirigente del PRD Samuel Lewis, ex canciller y ex vicepresidente, admite que se están adelantando algunas obras importantes como el metro y la ampliación de otras iniciadas en el gobierno anterior como la cinta costera -una avenida frente a la Bahía de Panamá para agilizar tráfico y con áreas para practicar deportes- pero dice que hay aun deuda en cuanto al alto costo de la vida y la inseguridad en las calles.
También critica el populismo y control del presidente en los órganos legislativo y judicial.
"El presidente ha demostrado una y otra vez un control absoluto en los dos órganos del estado, los caprichos del presidente se convierten en ley por arte de magia o se convierten en sentencia".
Algunos sectores responsabilizan a Martinelli de haber promovido la salida de la en tonces procuradora de la Nación Ana Matilde Gómez en el 2010. También cuestionaron la aprobación de una criticada ley minera en que abrió el camino para que empresas extranjeras invirtieran en el sector, pero que más tarde Martinelli derogó ante una férrea presión de grupos indígenas organizados.
Lewis, dijo que el estilo de Martinelli demuestra un "alto contenido de populismo que al final no representan los mejores intereses del país".
Pero muchos le reprochan al mandatario que no haya podido responder con contundencia ante el alto costo de la vida y la inseguridad en las calles, al tiempo en que sus detractores critican lo que consideran su estilo autoritario y el supuesto control que tiene sobre los otros poderes del Estado.
Martinelli arribó a la presidencia el 1 de julio de 2009 tras ganar en las elecciones generales de ese año con más del 60% de los votos. Dejó a un lado momentáneamente su exitosa vida como empresario de una cadena de supermercados para dirigir a esta nación de 3,5 millones de habitantes hasta el 2014.
Abanderado por su partido Cambio Democrático (CD) y el apoyo de otros colectivos como el Partido Panameñista, el dirigente conservador tomó el timón del barco panameño.
"Me siento muy bien, como pez en el agua", dijo la víspera en una entrevista a una televisora local. "Hemos hecho cosas que van a impactar positivamente a la población".
El gobierno ensalza primeramente el ritmo de la economía, que el año pasado creció 7,5% y cuyos pronósticos es que alcanzará una tasa positiva de 9% en 2011, lo que la colocará como una de las más florecientes en América Latina. También menciona a su vez el grado de inversión que le otorgaron en el 2010 las calificadoras de riesgo Moody, Fitch Ratings y Standard & Poors.
Conseguir el grado de inversión, era una larga aspiración de Panamá y el gobierno afirma el país centroamericano ahora verá un menor costo de financiamiento en préstamos tanto para el sector gubernamental como para la empresa privada, una mayor base de inversionistas, mayor desarrollo y confianza en el sistema bancario panameño.
"En términos de la economía, el país marcha bien", dijo a la AP Jaime Porcell, un analista de mercadeo y de encuestas. "Lo que está pendiente son atender asuntos pendientes como el alto costo de la vida, y otros temas que tienen que ver con la institucionalidad del país".
Ese alto costo de vida lo sienten más que todo la clase asalariada. En los primeros meses del año, según cifras oficiales, la canasta básica de alimentos alcanzó los 265 dólares mensuales, cuando el salario mínimo promedio es de poco más de 400 dólares al mes.
Para el dirigente del Sindicato de la Construcción, uno de los más importantes del país, Genaro López, el crecimiento económico no impacta favorablemente en la población de menos recursos. "La economía va bien, pero el bolsillo de la gente no ve eso", manifestó.
Pero Martinelli, un empresario conservador, sostiene que su gobierno se ha dedicado a inyectar recursos a la población a través de programas sociales para mitigar el alto costo de vi da, como el programa que otorga un bono de 100 dólares mensuales a los ancianos mayores de 70 años que no devengan una pensión, becas y libros gratis a los estudiantes de escuelas públicas y subsidios al combustible.
Martinelli también destaca que su proyecto insignia -el tren metropolitano por un costo de 1.400 millones de dólares- ya se comenzó a construir a comienzos de este año, y resalta la transformación que realiza en el transporte público mediante la puesta en marcha del Metrobus que sustituirá gradualmente a los tradicionales autobuses llamados "Diablos Rojos".
La primera línea del metro debe estar lista para el final del gobierno de Martinelli. Para ese entonces también tiene que terminar la ampliación del Canal de Panamá, un proyecto de 5.250 millones de dólares que se comenzó en el anterior gobierno.
Están en "marcha" los proyectos de infraestructura que serán "referentes" del gobierno del presidente Martinelli, dijo el canciller y vicepresidente Juan Carlos Varela.
"Los proyectos importantes ya están andando y la gente los puede palpar en la calle", manifestó recientemente el viceministro de Economía Frank de Lima.
El dirigente del PRD Samuel Lewis, ex canciller y ex vicepresidente, admite que se están adelantando algunas obras importantes como el metro y la ampliación de otras iniciadas en el gobierno anterior como la cinta costera -una avenida frente a la Bahía de Panamá para agilizar tráfico y con áreas para practicar deportes- pero dice que hay aun deuda en cuanto al alto costo de la vida y la inseguridad en las calles.
También critica el populismo y control del presidente en los órganos legislativo y judicial.
"El presidente ha demostrado una y otra vez un control absoluto en los dos órganos del estado, los caprichos del presidente se convierten en ley por arte de magia o se convierten en sentencia".
Algunos sectores responsabilizan a Martinelli de haber promovido la salida de la en tonces procuradora de la Nación Ana Matilde Gómez en el 2010. También cuestionaron la aprobación de una criticada ley minera en que abrió el camino para que empresas extranjeras invirtieran en el sector, pero que más tarde Martinelli derogó ante una férrea presión de grupos indígenas organizados.
Lewis, dijo que el estilo de Martinelli demuestra un "alto contenido de populismo que al final no representan los mejores intereses del país".