Mónica Palmmpalm@prensa.com La ambientalista Alianza Pro Ciudad alzó su voz en contra del acuerdo privado entre el Ministerio de Obras Públicas y el Club de Yates y Pesca, que permitirá que este último reciba tres de las 35 hectáreas de relleno de la cinta costera.
"No concebimos que el club se quede allí. Tenía que ser reubicado", dijo Raisa Banfield, de la Alianza.
Previamente, el alcalde Juan Carlos Navarro también exigió que el club salga del proyecto, para que este espacio sea completamente de uso público.
Las tres hectáreas que recibirá el club costarán 9.8 millones de dólares; serán construidas por Norberto Odebrecht y pagadas por el Ministerio de Obras Públicas.
La Alianza celebró anoche un foro sobre urbanismo, en el que participaron los arquitectos paisajistas Boris Aguilar y Alberto Arosemena, contratados por Norberto Odebrecht.
Ambos se negaron a hablar de la cinta costera. Romperán ese mutismo mañana, a las 10:30 a.m., cuando se realice la presentación oficial de los diseños del proyecto en el Salón Amarillo de la Presidencia. "Daremos el detalle para que toda la comunidad conozca ese parque", adelantó Aguilar.
Yates y Pesca levanta críticas
Que tres de las 35 hectáreas de relleno del proyecto de la cinta costera, sean destinadas exclusivamente para uso de los socios del Club de Yates y Pesca, ha generado indignación en la comunidad ambientalista.
"El Estado no puede dar prebendas a unos y no a todos", opinó el urbanista Álvaro Uribe, miembro de la organización proambiental Alianza Pro Ciudad.
"Si se decide que se quede [el club], que se quede a cambio de algún tipo de contraprestación para la ciudad", agregó.
El Club de Yates y Pesca, que desde hace media década funciona en la Avenida Balboa, recibirá tres hectáreas de relleno, a modo de compensación, por la "afectación" que, según el Ministerio de Obras Públicas (MOP), tendrá la cinta costera sobre sus instalaciones.
A cambio, el club cederá a la Nación una finca de 8 mil 88 metros cuadrados, que le pertenece desde que en 1959 le fuera adjudicada, gratis, por la Asamblea Nacional.
El club, en un acuerdo privado con el MOP, también aceptó dejar sin efecto el contrato que tiene con la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), para el uso de 2.06 hectáreas de fondo de mar y playa. No obstante, en la práctica, el club tiene un relleno que sobrepasa esta cantidad: en total, son 4.3 hectáreas rellenadas, según planos que reposan en la Dirección de Catastro.
La arquitecta Raisa Banfield, también de la Alianza Pro Ciudad, dijo que el grupo, desde sus inicios, solicitó que el club fuera reubicado en otra parte, "y no dentro del espacio, no dentro de la cinta costera".
Pero no todas son voces en contra. El arquitecto Ignacio Mallol dijo estar de acuerdo con que el club se quede en la Balboa, "siempre que haya un buen diseño... Las edificaciones tienen que ser escondidas, muy sutil".
Dijo que le es muy grato poder apreciar los botes navegando en la bahía, "como ocurre en toda la costa de Italia, Barcelona y Montecarlo".
El ministro de Obras Públicas, Benjamín Colamarco, señaló que los arquitectos paisajistas de Norberto Odebrecht, Alberto Arosemena y Boris Aguilar, aprobarán los diseños de las obras que el club desarrolle sobre el relleno de las tres hectáreas.
"Los estamos resarciendo, pero ellos tienen que construir su cosa y nosotros lo vamos a supervisar", remarcó.
"Cuando el club pague su diseño, se lo tiene que someter al MOP, al Mivi [Ministerio de Vivienda] y a Odebrecht, que son Arosemena y Aguilar", destacó Colamarco.