ROBERTO GONZÁLEZ JIMÉNEZ
rgjimenez@prensa.comYa es una realidad. La Autoridad de los Servicios Públicos (Asep) aprobó cuatro proyectos para soterrar los cables aéreos que generan una gran contaminación visual en las ciudades.
Los cables desaparecerán del polígono que comprenden Calle 50, Vía Brasil, Vía España y la Ave. Federico Boyd en la capital; de parte de la Zona Libre de Colón; de la avenida central de Santiago de Veraguas; y de la calle cuarta en David, Chiriquí.
Las inversiones, que en conjunto ascienden a 38.2 millones de dólares, serán realizadas por las empresas eléctricas de cada zona con cargo a la tarifa. La Asep y Unión Fenosa dijeron que el impacto sería mínimo, de “fracciones de centavo”.
En el caso de la ciudad de Panamá, la eléctrica empezará próximamente el diseño y levantamiento de infraestructura a detalle y el proceso de selección de la empresa que ejecutará los trabajos.
Sebastián Pérez, gerente de Distribución de Unión Fenosa, dijo que el movimiento fuerte de obras se empezará a ver a partir de enero del año que viene.
Para esa fecha se espera que hayan comenzado las obras del Metro, se estarán adecuando las calles para el nuevo sistema urbano de buses, y podrían empezar también los trabajos de los anunciados pasos a desnivel, de manera que el impacto para el maltrecho tránsito de la ciudad podría ser notable.
El ministro de Obras Públicas, Federico Suárez, dijo ayer que con todos estos proyectos “va a haber complicaciones” en el tránsito, pero que tendrán planes de contingencia, y sobre todo que trabajarán de noche.
Invertirán $38.2 millones en soterramiento de cables
ROBERTO GONZÁLEZ JIMÉNEZ
rgjimenez@prensa.com
Los cables aéreos de parte del área bancaria serán soterrados. Un año y medio después de que Unión Fenosa presentara a la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep) una propuesta para eliminar el tendido eléctrico del polígono que comprenden Calle 50, Vía Brasil, Vía España y la avenida Federico Boyd, la entidad estatal ha aprobado la ejecución del proyecto, tal y como confirmaron fuentes de la empresa eléctrica y de la propia Asep.
El proyecto tendrá un costo de 18.7 millones de dólares y un período de ejecución de cuatro años.
El gerente de Distribución de Unión Fenosa, Sebastián Pérez, dijo que próximamente iniciarían el proceso de selección del contratista y que las obras podrían comenzar en enero de 2011.
Para esas fechas también estarán en ejecución las obras del Metro, las adecuaciones para la entrada en operación del Metro Bus y la construcción de pasos a desnivel, lo que, sin duda, creará trastornos en la circulación.
Estos trabajos “van a generar estrés, pero luego tendremos una ciudad más moderna y amigable”, dijo Federico José Suárez, ministro de Obras Públicas.
En algunos tramos se podrán emplear máquinas conocidas como “topos”, con las que no es necesario abrir zanjas en las calles, pero en otras ocasiones habrá que hacerlo. “Se abrirán tramos cortos para meter los ductos y luego se cerrarán. No vamos a tener toda la Calle 50 abierta”, comentó Pérez.
La obra civil también incluirá ductos para que las empresas de telecomunicaciones lancen sus líneas subterráneas.
Estas empresas tendrán que asumir el costo de la operación, dijo ayer Dennis Moreno, administrador de la Asep.
De esta forma, el área del proyecto verá cómo desaparecen por completo postes y cables aéreos que generan una gran contaminación visual. En su lugar, se instalarán nuevas luminarias.
Además, desde el punto de vista técnico, el servicio será más confiable ya que la red no se verá afectada por accidentes de tránsito, por los animales, la climatología o los escombros que le puedan caer de una obra.
Tampoco habría sucedido el incidente de Calle 50 –recordó Pérez– donde el pasado jueves un poste se vino abajo por los trabajos de excavación realizados en una construcción cercana.
En el interior
La capital no será el único lugar donde se reducirá la congestión visual. También se soterrarán cables en la avenida central de Santiago de Veraguas (1.8 millón de dólares) en la calle cuarta de David, Chiriquí (836 mil 443 dólares) y en la Zona Libre de Colón (16.9 millones de dólares), donde la concesionaria es Elektra Noreste. La inversión total asciende a 38.2 millones de dólares.
Los proyectos están contemplados en el documento donde se determina el ingreso máximo permitido a las distribuidoras eléctricas entre 2010 y 2014. A partir de estas y otras inversiones se calcula la tarifa eléctrica.
Según Unión Fenosa, el impacto en el precio de la electricidad será mínimo, de fracciones de centavo de dólar, una cantidad imperceptible para el usuario.
Telecomunicaciones
El soterramiento de los cables de telecomunicaciones podría ser un escollo para el éxito del proyecto, toda vez que en este sector las tarifas no están reguladas y hay multiplicidad de operadores, lo que hace más difícil su coordinación y fiscalización.
La Asep puede dar fe de ello tras su reciente intento de poner cierto orden en las redes aéreas de estas empresas.
Una resolución del pasado mes de marzo obligaba a que los tendidos se situaran a una distancia mínima de seguridad respecto del suelo, y a que retiraran los cables sin uso y los enrollados en los postes, entre otras medidas.
El plazo inicial era de 30 días, pero la Asep concedió luego dos meses más a petición de las empresas. Esos dos meses vencieron el 1 de julio.
Basta con alzar un poco la vista, cuando se transita por la ciudad, para comprobar que sigue el desorden. Incluso, frente a la misma sede de la Asep se pueden apreciar rollos de cables que no han sido retirados.
“Las empresas no han cumplido y, de ameritarse, vamos a iniciar procesos sancionadores. Han removido algunos mazos, pero no en la cantidad deseada”, dijo Moreno, que sin embargo reconoció que sí habían hecho el trabajo en el etiquetado de los cables y la confección de un inventario de estos. Los planes para ordenar y soterrar los cables han sido reclamados desde hace tiempo por arquitectos, urbanistas e ingenieros eléctricos. Moreno dijo que la Asep está evaluando nuevas zonas de la ciudad de Panamá y otras áreas donde soterrar los cables, pero aclaró que, “aunque querríamos tener el 100% subterráneo”, estos proyectos son bastante costosos y “hay que cuidar la tarifa”.
No descartó, sin embargo, la utilización de otras fuentes de financiación, como podrían ser los recursos propios del Estado.