JULIO CÉSAR AIZPRÚA
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Deshielándose. Así se encuentra en el Gobierno la Cadena de Frío prometida por el presidente Ricardo Martinelli, toda vez que, al parecer, su implementación es más compleja de lo prometido.
Tan complejo es el frío, que el primer designado para dirigir esta operación, el empresario Richard Joyce, renunció al cargo una vez fue designado.
“Él solo estaba anunciado para ocupar el cargo, pero por problemas personales no pudo asumirlo”, dijo ayer el ministro de Desarrollo Agropecuario, Víctor Manuel Pérez.
Aseguró que esta semana se estará nombrando a la persona que se encargará de implementar el proyecto.
El funcionario explicó que actualmente el ministerio que dirige está identificando dónde se pueden situar los lugares de refrigeración, pues de lo que se trata es de ahorrar costos, ya que la cadena en general tiene un costo de más de 50 millones de dólares.
Pérez adelantó que representantes de países como Chile, México y Brasil están interesados en utilizar los servicios de la cadena de frío que se establezcan en Panamá, a fin de utilizarlos como un punto de distribución de las exportaciones que realizan hacia Estados Unidos y Europa.
Ahora mismo, agregó, estamos evaluando establecer un centro de acopio en el proyecto de riego Remigio Rojas, ubicado en Alanje, provincia de Chiriquí, en donde evaluaciones preliminares indican que aprovechando el agua se podría generar aproximadamente entre 7 a 10 megavatios/hora, mediante la instalación de una pequeña central hidroeléctrica.
Esta hidroeléctrica, añadió, se estaría utilizando para mantener un centro de acopio.
En teoría, la cadena de frío debe ayudar a abaratar el precio de los alimentos perecederos, pues vendrían directamente del productor a los comercios, sin la participación del intermediario, cuya figura es acusada de inflar el precio de los alimentos.
Al respecto, productores del área de Cerro Punta, en Chiriquí, dijeron que esta cadena en nada los beneficiará, pues tendrán que pagar aunque sea un precio mínimo por el uso de esas instalaciones.
“¿Cadena de frío, para enfríar qué?”, se preguntó a su vez un ex dirigente arrocero, quien prefirió mantener su nombre en reserva.
“Si somos deficitarios en la producción de papas, de cebolla, de arroz, de granos, de leche, de carne, entonces, qué vamos a enfriar?”, se preguntó.
César Morales, presidente de la Asociación de Ganaderos (Anagan), capítulo de Chiriquí, manifestó que el éxito de la cadena de frío estará en que realmente se beneficie al consumidor con productos de buena calidad a buenos precios.
Dijo que actualmente muchos productos se dañan en el almacenamiento y al momento de ser transportados, pues no mantienen las condiciones ideales que preserven su calidad hasta llegar al consumidor.