Carlos alberto vargas
Unidad de investigación
cvargas@prensa.com
Cinco marcas de agua embotellada (de un total de nueve que fueron examinadas) que se venden en el mercado panameño, registraron turbiedad y presencia de bacterias por encima de los niveles permitidos para el consumo.
Lo anterior se concluye de un estudio encargado por La Prensa y que reveló que en los envases de, al menos, tres marcas de agua embotellada había bacterias aerobias mesófilas por encima de los niveles que permiten las normas de control de calidad.
El estudio reveló, igualmente, que otras dos marcas de agua registraron turbiedad en el contenido del producto que venden.
En el mercado panameño hay registradas unas 20 marcas de agua embotellada, y cerca de 12 son importadas.
Microbios
En una primera prueba realizada entre el 20 y el 23 de diciembre pasados, el agua de marca Puríssima registró un total de 207 UFC/ML (unidades formadoras de colonias por cada mililitro de agua analizado).
Este resultado evidencia que Puríssima no cumple con la Resolución 402 del 20 de julio de 1997, que establece los requisitos físico-químicos y microbiológicos que debe cumplir el agua envasada para consumo humano y que permite hasta 100 UFC/ML.
En una segunda prueba realizada el 12 de enero pasado, esta misma marca de agua embotellada marcó 128 UFC/ML. Este resultado mantiene a Puríssima por encima de los valores permitidos.
Otra marca que no cumple con las normas de calidad es Aqua Sana (importada), que registró en el primer análisis de diciembre pasado 133 unidades de UFC/ML.
En la segunda prueba, practicada el 12 de enero, esta misma marca registró 62 UFC/ML. Este valor está dentro del rango que permite la norma.
En prueba realizada el 12 de enero pasado, la marca Aqua Viva reportó 128 UFC/ ML, incumpliendo con las regulaciones vigentes. No obstante, en la primera prueba practicada en diciembre pasado, esta marca registró 24 UFC/ ML.
Aqua Viva y Puríssima son dos de las tres empresas que dominan el mercado del agua embotellada en Panamá. La tercera es la marca Cristalina.
Otras marcas de agua embotellada como Dasani, Panama Blue y Volvic registraron en ambas pruebas (diciembre y enero pasado) cantidades de bacterias menores a los niveles permitidos para el consumo humano (ver gráfico).
Entre las bacterias aerobias mesofilas se encuentran las coliformes (Escherichia coli, Klebsiella, Shigella entre otras, que son las causantes de diarrea, vómito, colitis y hepatitis (ver enfoque).
El estudio
La Prensa encargó a los laboratorios privados Inmunotec S.A. y Laboratorio Industrias de Análisis Químico S.A. las pruebas bacteriológicas y físico-químicas de algunas marcas de agua embotellada que se venden en el mercado local, para determinar si su contenido cumplía con las normas de calidad y de seguridad para el consumo humano. La escogencia de las marcas se hizo al azar.
Para tomar cada muestra de los envases se siguió un estricto protocolo por parte de los laboratorios contratados.
A los laboratorios se les encargaron dos pruebas. Una primera se hizo entre el 20 y el 23 de diciembre pasados, tras pocos días de que se diera el racionamiento del agua potable debido a la turbiedad en el lago Alajuela (380 NTU unidades nefelométricas de turbidez) que afectó la producción de la potabilizadora de Chilibre. Esta situación disparó los niveles de consumo de agua embotellada en la capital (ver nota Demanda aumentó 40%).
Una segunda prueba se hizo entre el 12 y el 14 de enero pasados, luego de que se reportaran daños en los dosificadores de la planta de Chilibre. Los niveles de turbiedad del lago Alajuela estaban cerca de las 95-82 NTU, según informó el Idaan para esa fecha.
Turbiedad en botellas
En la primera prueba de diciembre de 2010, la marca Puríssima registró un nivel de turbiedad de 0.11 NTU, 10 décimas por encima de lo que exige la norma de calidad (0.1 NTU). En la segunda prueba hecha este mes, la misma marca obtuvo 0.1 NTU, lo mínimo que permite la norma. Otra marca con problemas de turbiedad es Panama Blue, que obtuvo 0.15 NTU, rebasando el valor máximo permitido para este tipo de productos envasados. En la segunda prueba de enero pasado registró una turbiedad dentro de los niveles permitidos (ver resultados).
La marca de agua envasada Cristalina reportó una turbiedad de 0.16 NTU en la segunda prueba de enero de este año, un registro que no cumple con los requisitos de calidad.
Poco cloro
Todas las marcas examinadas por los laboratorios tuvieron presencia de cloro por debajo del nivel exigido por el reglamento de calidad.
Según el reglamento técnico que rige para alimentos y agua embotellada, el nivel mínimo de presencia de cloro debe ser de 0.8 Mg/L (miligramos por litro). Todas las marcas de agua embotelladas examinadas marcaron una presencia de cloro total menor al 0.02 Mg/L.
Varios especialistas consultados explicaron que el bajo nivel de cloro en el agua, facilitaba la contaminación por microbios.
Lo cierto es que de acuerdo con los resultados de los análisis, algunas de las marcas de agua embotellada no cumplen con los estándares de calidad establecidos en la Resolución 597 del 12 de noviembre de 1999 expedida por el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici), y que establece los requisitos físicos, químicos, biológicos y radiológicos que debe cumplir el agua potable.
También incumplen los estándares de calidad del agua embotellada establecido en la Resolución 402 del 20 de julio de 1997, que establece los requisitos físico-químicos y microbiológicos que debe cumplir el agua envasada para consumo humano.
Este último reglamento también fue expedido por el Mici y fue preparado por un comité técnico integrado por representantes de las empresas que fabrican agua embotellada, el Instituto Especializado de Análisis de la Universidad de Panamá (UP), el Laboratorio Central de referencia en salud pública, la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia y el Ministerio de Salud.
El papel de salud
El Ministerio de Salud (Minsa) está facultado por ley para clausurar y suspender el certificado de operación de las empresas que producen agua embotellada en Panamá, en caso de que no cumplan con las normas de calidad vigentes, informó Abraham Ducreaux, jefe del departamento de alimentos de la institución.
El funcionario informó que el Minsa realiza entre cuatro y cinco pruebas por año a las aguas embotelladas, y que los resultados de la última se conocerían este mes.
De encontrarse que un producto no cumple con la norma, se notifica a la empresa y el Minsa emite un aviso para que se retire el lote afectado del mercado.
Si la empresa no corrige las anomalías detectadas, se procede a cancelar el certificado de operación y a ordenar el cierre de la planta.
Si se trata de marcas de agua importada, le corresponde a la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos cancelar la licencia.
Demanda aumentó 40%
La demanda de agua embotellada –por la crisis del agua potable– ha registrado un aumento de 40% por parte de los consumidores, según estimaciones de las empresas que se dedican al negocio.
Un sondeo no científico, realizado por Prensa.com, sirve para validar este aumento: de 2 mil personas que opinaron, el 75% respondió que ha comprado agua embotellada en los últimos días, contra un 25% que contestó que no.
Empresas insisten en que agua es pura
“Puríssima garantiza que es un agua pura y segura para el consumo humano”, respondió Leonardo Brostella, propietario de esta marca de agua embotellada, a la pregunta que le hizo este medio con respecto a los malos resultados que obtuvo este producto en las pruebas bacteriológicas y químicas por parte de dos laboratorios privados.
Brostella aseguró que el valor de 100 UFC/ML ya no es una norma exigida para la calidad del agua embotellada. No obstante, el Ministerio de Salud (Minsa) sostiene todo lo contrario, y médicos infectólogos consultados indicaron que para un consumo seguro es importante mantener la cantidad de bacterias por debajo de las 100 unidades formadoras de colonia por mililitro de agua analizada.
Destacó que una vez al mes el Instituto Conmemorativo Gorgas realiza pruebas físico-químicas y bacteriológicas al agua que purifican, y que son certificadas por el Minsa. No obstante, el empresario no presentó ninguna de las pruebas.
Puríssima es un agua embotellada purificada, que está en el mercado panameño desde 1993. Su principal fuente de agua procede de la planta de Chilibre.
Brostella negó categóricamente que la turbiedad del agua potable tenga incidencia en los niveles de turbiedad que registró el producto Puríssima en las pruebas realizadas, porque la empresa cambia y lava constantemente sus filtros. Reconoció que debido a la turbiedad del agua potable, han tenido que parar la planta de producción.
En marzo de 2002, el Minsa ordenó el retiro de varios lotes de agua Puríssima de los comercios, luego que se detectara alta presencia de bacterias en varias muestras enviadas al Instituto de Calidad de Agua.
La empresa Aqua Technology Systems, S.A., que produce Aqua Viva, aseguró que es la única que pasa por ocho procesos para ser purificada, por lo que le eliminan todas las impurezas orgánicas e inorgánicas, bacterias, sabor y color.
Agua Viva es sometida una vez al mes a pruebas físico-químicas, pero el Minsa recomendó que hagan estas pruebas dos veces al año. También el producto es sometido, tres veces por semana a pruebas bacteriológicas, pero debido a la demanda, Salud recomendó llevar a cabo estas pruebas a diario. De Panama Blue, Cristalina y Aqua Sana no respondieron a llamadas efectuadas a sus oficinas por tres días.
ENFOQUE
Aguas embotelladas no son estériles
Xavier Sáez-Llorens
panorama@prensa.com
explicación. Las bacterias aerobias mesófilas son microbios que crecen de forma óptima en temperaturas que van de los 15 a los 40 grados centígrados. La mayoría de las bacterias presentes en el suelo y en el ser humano (patogénicas y no patogénicas) pertenece a esta clasificación... hay microbios que prefieren el frío (menos de 15 grados) y otros que crecen mejor en el calor (arriba de 40 grados).
Las bacterias coliformes (Escherichia coli, Klebsiella, Shigella, etc.), por ejemplo, son mesófilas. Algunas pueden causar enfermedad en humanos (depende de la edad y vulnerabilidad del sujeto y la cantidad de bacterias presentes). La infección por estos microbios usualmente se asocia a enfermedad gastrointestinal (diarrea, vómito, colitis, hepatitis) y, en casos severos, a enfermedad sistémica potencialmente grave.
Para consumo seguro, es importante mantener la cantidad de bacterias por debajo de 100 unidades formadoras de colonias por mililitro de agua analizada. Cifras por encima de este nivel indican pobre esterilidad y elevada contaminación.
A mayor cantidad de bacterias, mayor probabilidad de peligrosidad para el individuo que la beba. Por lo general, estas aguas embotelladas no son 100% estériles y algunas bacterias pueden estar presentes. La contaminación bacteriana puede proceder del agua utilizada, del mismo plástico o material del envase, y del personal encargado del proceso de embotellado. Cuanto mayor tiempo hay desde el embotellado al consumo, mayor probabilidad de aislar una cantidad importante de bacterias.
El cloro, en concentraciones adecuadas para la ingesta, inhibe el crecimiento de bacterias en el agua. Un nivel bajo en cloro facilita la contaminación.
La turbiedad del agua depende de varios factores y no necesariamente indica contaminación bacteriana ni que sea un conductor de bacterias... la presencia de minerales u otros residuos y la acidez del agua inciden también en el grado de turbiedad.