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El panorama es oscuro. De cumplirse el escenario más pesimista del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, coordinado por la Organización Meteorológica Mundial, que advierte de un incremento de 48 cm del nivel del mar en un periodo menor de 100 años, muchas islas del Caribe panameño se reducirían y, en el peor de los casos, desaparecerán.
Así lo consideró Leslie Marín, director de la Unidad de Cambio Climático y Desertificación de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam). Sin embargo, no hay que esperar 100 años para sentir los efectos del cambio climático en el país. De hecho, un estudio de la Anam, de marzo de este año, señala ocho zonas como de “alto riesgo” para las poblaciones ante los eventos naturales ocasionados por el calentamiento global. Ver infografía.
El fenómeno mundial ya tiene sus estadísticas locales. De acuerdo a registros de la Anam, en Panamá entre 1990 y 2006 ocurrieron 742 inundaciones que provocaron pérdidas materiales y afectaron a 70 mil personas.
Las zonas costeras de Panamá “son altamente” vulnerables a los impactos de los fenómenos climáticos, no solo por el aumento del nivel del mar, sino también por sus consecuencias en los recursos hídricos, actividad agropecuaria, ecoturística y asentamientos humanos, señala un estudio de la Anam denominado Primera Comunicación Nacional de Cambio Climático.
El documento, realizado en 2000 y que actualmente es actualizado, advierte sobre la pérdida de diversidad biológica, migraciones humanas y de fauna. También señala que el aumento del nivel del mar provocará un incremento en la salinidad de los estuarios y daños a los acuíferos de agua dulce.
Raisa Banfield, directora del Centro de Incidencia Ambiental, dijo que el peor problema es la falta de integración entre la Anam y las otras entidades del Estado para tratar el tema del cambio climático.
Mientras, funcionarios de la entidad participan en una reunión sobre cambio climático en Barcelona, España, en el país se aprueba una ley sobre derecho posesorio que permite la destrucción de bosques de manglar.
Representantes de 180 países se reúnen desde ayer hasta el viernes 6, para sentar los cimientos de un futuro acuerdo mundial sobre el Cambio Climático, que deberá alcanzarse en diciembre, en la Conferencia que la ONU celebrará en Copenhague, Dinamarca.
La agencia de noticia AP reportó el pasado domingo que las delegaciones esperan diseñar un plan que recaude decenas de miles de millones de dólares al año para luchar contra el cambio climático.
También reanudaron el trabajo para elaborar un acuerdo que sustituya al protocolo de Kioto de 1997, el primer documento internacional sobre control de emisiones de dióxido de carbono y otros gases contaminantes.
El mundo conservacionista y el público en general se han unido para exigir la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, el mayor causante del calentamiento global. El pasado 24 de octubre, cientos de personas se concentraron en plazas públicas para dibujar, con su cuerpo, el número 350. La cifra representa la reducción del CO2 en la atmósfera para que se estabilice el clima y que actualmente es de 390.
Marín, representante de Panamá en la reunión en Barcelona, comentó que desde hace dos años el país dictó su Política Nacional de Cambio Climático con objetivos muy específicos a lograr. Sin embargo, por la falta de un Comité Nacional de Cambio Climático muchas de las actividades no se llegaron a realizar. A pesar que el Comité se creó a principios de año, no hubo seguimiento, expresó.
Según Marín, ahora no solo se reactivó el grupo interinstitucional, sino que se analiza la forma de incluir a otros sectores de la sociedad. “Sería una vergüenza que las próximas generaciones nos reclame las medidas que como sociedad, cada uno de nosotros pudimos tomar a tiempo, y no lo hicimos”, señaló.