Santiago Fascetto
Unidad de Investigaciónsfascetto@prensa.com El renglón dice: "no tiene transacciones con la Dirección General de Impuestos Internos (DGII)". Según el sistema informático de la Contraloría General de República Dominicana, la sociedad Land & Construction no registró pagos de impuestos con el organismo fiscal de la isla, a pesar de haber recibido 300 mil dólares por año entre 2001 y 2004. La DGII dominicana no confirmó la información de la Contraloría General.
Land & Construction fue el socio local de Constructores y Consultores S.A., la empresa panameña del presidente, Martín Torrijos, que firmó con el Gobierno de República Dominicana un contrato de consultoría en obras públicas.
En Panamá, en tanto, la presidenta ejecutiva de Transparencia Internacional, Angélica Maytín Justiniani, pidió a Torrijos que haga pública la declaración de rentas de Constructores y Consultores S.A. para conocer si el dinero que recibió por el contrato fue consignado como ingresos de "fuente extranjera", según lo exige la ley panameña.
Este diario no logró dialogar con el contador de esa sociedad, Arkel Pérez, para que confirme si el dinero que cobraron los asesores panameños fue incluido en las declaraciones de rentas. Pérez era el responsable de ese trámite, aunque ahora tiene un mejor trabajo: figura como jefe de compras de la Presidencia y gana 2 mil 500 dólares por mes, según la Defensoría del Pueblo.
El negocio detrás del contrato
Luis Blanco, parece, no tenía un día de respiro durante su estadía en República Dominicana. Pero su falta de tiempo no estaba relacionada con el trabajo de consultoría que realizaba gracias al contrato que firmó entre 2001 y 2004 una empresa del presidente, Martín Torrijos, con la Secretaría de Obras Públicas.
No. El trabajo de asesoría en obras públicas al entonces secretario Miguel Vargas Maldonado no le robaba todos los minutos. Era algo más grande. Y más millonario.
Blanco fue gerente general de un proyecto en Santo Domingo: el centro comercial, corporativo y hotel Mundo Mall, un emprendimiento inmobiliario que comenzó en 1999 y concluyó sin pena ni gloria en 2003.
En simultáneo con la supuesta consultoría que realizaba al Gobierno en nombre de la empresa de Torrijos y Ubaldino Real – Constructores y Consultores S.A.–, Blanco tenía otro rol, aunque en los dos trabajos el jefe era el mismo: detrás de Mundo Mall estaba el dinero de Vargas Maldonado y del empresario dominicano Abraham Hazoury.
Hazoury –junto con el español Jesús Barderas– promueve en Panamá un ambicioso negocio a través de la empresa Centro Energético de las Américas: dos grandes terminales energéticas (en el Pacífico y en el Atlántico) y un oleoducto que las conectará recorriendo 90 kilómetros y pasando por debajo del Canal de Panamá.
El Centro Energético de las Américas, que llegó a Panamá durante la gestión de Torrijos con la idea de invertir unos 35 mil millones de dólares, firmó un memorando de entendimiento con el Ministerio de Comercio e Industrias para desarrollar su complejo industrial el 13 de marzo de 2007. El trámite está en proceso.
La ex subgerenta de Mundo Mall y actual subsecretaria de Obras Públicas del gobierno de Leonel Fernández, Francesca De los Santos, confirmó a este diario desde República Dominicana la participación de Blanco en el proyecto de Vargas Maldonado y Hazoury.
–¿Luis Blanco era el gerente general de Mundo Mall?
– Sí, el ingeniero Luis Blanco.
–¿ De que se trataba?
–Era un centro comercial.
–¿ Miguel Vargas Maldonado y Abraham Hazoury eran los inversionistas?
–Sí, esos eran, aunque había varios. Era un centro comercial. Iba a ser el primero en esas dimensiones, pero por la situación económica que se presentó en el país se detuvo: no se logró construir.
–¿ En qué momento comenzó a trabajar Blanco?
–Yo me sumé al proyecto a finales de 2001 ó comienzos de 2002, y Blanco ya estaba.
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Miguel V. Maldonado | Martín Torrijos | Luis Blanco | Abraham Hazoury |
Contradicciones
Ubaldino Real dijo a este diario que el contrato de asesoría lo consiguió Blanco, actual colaborador de Torrijos. No obstante, Blanco dio otra versión: dijo que el dúo Torrijos-Real lo invitó a participar del acuerdo y que, incluso, viajó por pedido de ellos durante esa época a la isla del Caribe para ejecutar el acuerdo.
Constructores y Consultores S.A. (sociedad en la que Torrijos controla el 40% de las acciones y Real el otro 60%) firmó junto con la local Land & Construction el contrato de consultoría el 23 de febrero de 2001. Era por un año y se renovó dos veces, hasta que en julio de 2004 Vargas Maldonado lo canceló.
En los asientos oficiales no hay ningún documento que pruebe que los consultores panameños cumplieron el contrato. Y, además, en los registros no figura la realización de un concurso público.
El propio Presidente admitió en forma pública que su empresa firmó el acuerdo con Vargas Maldonado, amigo del jefe de Estado. E incluso defendió su participación profesional en la consultoría sobre obras públicas.
Este diario intentó contactar a Blanco para que explicara los detalles de su contratación con Mundo Mall, pero su secretaria nunca logró localizarlo. Blanco, ex ministro de Obras Públicas de Ernesto Pérez Balladares, dijo que la consultoría al Gobierno era principalmente "presencial". Y, en ese sentido, remarcó que alquiló una casa en Santo Domingo, aunque no explicó que, además de la consultoría, era empleado de Vargas Maldonado en un proyecto privado.
Pero Blanco no era la única persona cercana a Torrijos que viajaba seguido a la isla del Caribe. Carlos Santiago Castillo, amigo íntimo del Presidente y de su esposa, Vivian Fernández, también era un visitante frecuente. Según la Dirección General de Migración de República Dominicana, Castillo viajó 12 veces a la isla en los últimos años.
Este diario intentó contactar a Castillo –amigo al igual que Torrijos de Vargas Maldonado–, pero este no respondió los llamados telefónicos.
Mundo Mall nació como un desarrollo mixto en una zona céntrica de Santo Domingo. El proyecto incluía un centro comercial de tres niveles, tres torres de oficinas, un hotel de 264 habitaciones y tres niveles de estacionamientos bajo tierra. En total, la construcción iba a alcanzar los 414 mil 674 metros cuadrados.
Hoy, el terreno en el que se iba a levantar Mundo Mall solo tiene las estructuras metálicas: por las idas y vueltas de la economía de la isla, el centro comercial se canceló.
De los Santos dijo que el doble papel de Vargas Maldonado no presentaba un problema. "Lo que pasa es que en ese momento era funcionario, pero Vargas Maldonado es uno de los grandes empresarios de este país".
–¿Luis Blanco era solo empleado de Mundo Mall?
–Solo empleado.
Sin embargo, en Santo Domingo a Mundo Mall se le conocía como el "proyecto del panameño".
Los impuestos, un misterio en Rep. Dominicana
La sociedad no habría pasado por la ventanilla. Según la Contraloría General de República Dominicana, Land & Construction –la pata local del Consorcio Panaredo– no registró pagos con la Dirección de Impuestos Internos, a pesar de recibir dinero del contrato de consultoría que firmó con la Secretaría de Obras Públicas. Es decir, supuestamente no pagó los impuestos.
Este diario pidió a la Dirección General de Impuestos Internos que confirme la inexistencia de pagos que registra el sistema informático de la Contraloría General, pero el organismo no entregó esa información.
Lo que sí pagó el Consorcio Panaredo es la retención del 1.5% sobre el monto bruto pagado por la Secretaría de Obras Públicas, según lo establece la Ley 11 de 1992.
Esa retención no exime a la sociedad Land & Construction –que constituyó un bufete de abogados de Santo Domingo vinculado a Vargas Maldonado y que, según uno de sus socios, luego se lo vendió a los panameños– de presentar la declaración jurada y pagar los impuestos correspondientes, aunque sí puede descontar del pago el 1.5% que se le retiene. En promedio, según especialistas, el impuesto por este tipo de contratos va desde el 20% hasta el 25% del monto recibido.
La sociedad panameña Constructores y Consultores S.A. no está registrada en República Dominicana. Tampoco la figura jurídica que nació de la unión de ambas: Consorcio Panaredo.
Si bien en Panamá las sociedades que operan en el exterior no tributan impuestos en el país, en la declaración jurada de rentas Constructores y Consultores S.A. debió incluir el dinero del contrato en el apartado "Fuente extranjera".
De no hacerlo, el Código Fiscal panameño establece una sanción. "Para evitar cualquier tipo de suspicacia, el Presidente y sus socios en esta transacción deberían ofrecer una rueda de prensa en Panamá, y en ella presentar su declaración jurada de rentas de la sociedad Constructores y Consultores", opinó Angélica Maytín Justiniani, presidenta ejecutiva de Transparencia Internacional- Panamá.
"También deberían poner a disposición los informes que rindieron en el marco de su consultoría", dijo. "El acceso al trabajo es un derecho humano universal, pero no es ético obtener beneficio económico de una transacción, que, por decir lo menos, puede denominarse como ‘irregular", finalizó.
Este diario intentó sin éxito dialogar con el antiguo contador público de Constructores y Consultores S.A., Arkel Pérez, para saber si la sociedad panameña incluyó en su declaración jurada de rentas el dinero del acuerdo. Pero él no quiso explicar nada.
Según la Defensoría del Pueblo, Pérez es jefe de compras de la Presidencia y recibe 2 mil 500 dólares por mes, pero el contador dijo que ya no trabaja allí, que ahora ocupa un puesto en Tocumen S.A., una empresa estatal.