Rafael E. Berrocal R.
rberrocal@prensa.com
Petaquilla Minerals no espera el menor descuido de las autoridades para echar adelante su proyecto minero sin contar con los permisos ambientales. La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) informó que en esta ocasión se trata de la exploración de cobre fuera de los límites establecidos en el Contrato ley de 1997, es decir más allá de las 13 mil 600 hectáreas delimitadas que tiene Petaquilla.
Por esta irregularidad, la Anam tramita la apertura de un nuevo proceso administrativo contra la compañía que desarrolla un proyecto minero en el distrito de Donoso, en Colón. Harley Mitchell Morán, jefe del departamento legal de la Anam, confirmó la apertura del nuevo proceso contra Petaquilla y señaló que se encuentran en la etapa de depuración de los resultados de la última inspección.
Esta vez la Anam está siendo más precavida para evitar que el proceso nuevo corra la suerte del primero, el cual fue paralizado en la Corte Suprema de Justicia con la presentación de un recurso de ilegalidad que aún no ha sido resuelto.
Mitchell reiteró que Petaquilla Minerals no cuenta con los permisos para explorar yacimientos de cobre. En tanto, la empresa dice que el proyecto respeta al 100% el contrato firmado con el Estado en 1997.
Petaquilla se escuda en su contrato
Petaquilla Minerals dijo ayer desconocer el nuevo proceso administrativo en su contra por parte de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), pero acepta que ha utilizado áreas colindantes a su concesión para logística de su operación minera, no así para exploración de cobre.
"No, nosotros estamos cumpliendo al 100% con lo establecido en el Contrato ley de 1997, y por nuestra voluntad estamos en el proceso de adecuarnos a las nuevas normas ambientales del país. Queremos hacer todo bien", dijo José Gabriel Carrizo, representante legal de Petaquilla Minerals.
El contrato original que tiene Petaquilla Minerals con el Estado panameño le permite solicitar otras áreas cercanas a su concesión de más de 13 mil hectáreas en un área boscosa en Colón. Pero esto está condicionado a una previa autorización de las autoridades y solo para la logística de la exportación del oro, cobre, y plata que se extraiga del lugar, según ha explicado Teckcominco, desarrollador del proyecto de cobre que también tiene la opción de convertirse en accionista de Petaquilla Minerals.
La Anam tiene informes que sostienen que hay actividad de exploración fuera de los límites de esta concesión.
Harley Mitchell Morán, jefe del departamento legal de Anam, también precisó que esa entidad solo le ha concedido el permiso a Petaquilla para la rehabilitación de algunos caminos en el corregimiento de Donoso. "Los estudios de impacto ambiental que Petaquilla Minerals ha presentado para una mina de oro, los campamentos de exploración, y la carretera principal no han sido aprobados", dijo Mitchell.
Inmet, socio de Petaquilla Minerals y Teckcominco, ambas empresas con sede en Canadá, manifestaron en su momento que no son responsables de la mina de oro, ya que su participación es solo en el proyecto de cobre.
OTRA INSPECCIÓN
El Ministerio de Comercio e Industrias también informó que mantiene inspecciones a la concesión de Petaquilla paralelas a las de Anam, con el fin de vigilar el cumplimiento del contrato y de las normas que rigen la minería en el país.
Manuel José Paredes, viceministro de Comercio Interior, dijo que se está por notificar el último informe a Petaquilla, por lo que no puede adelantarse a revelar el resultado. "Solo puedo decir que todo está igual a como estaba antes", dijo Paredes.
En mayo de 2007, el Mici envió una nota a Petaquilla Gold (filial que desarrolla la mina de oro) señalando que la empresa se encuentra en un "incumplimiento sustancial" de las obligaciones derivadas del contrato. "No se ha presentado un estudio de viabilidad ambiental, se ha infringido la obligación de conducir las operaciones guardando una apropiada protección del medio ambiente, y tampoco se presentó un plan de trabajo que incluya detalle de las actividades, proyecciones y costos aproximados", sostiene textualmente la comunicación del Mici firmada por el propio Paredes.
Otro de los puntos polémicos del contrato que tiene Petaquilla son las regalías que debe pagar. El contrato establece que el Estado panameño recibirá al principio un dólar por cada hectárea dada en concesión en concepto de cánones superficiales. Este monto subirá gradualmente hasta llegar a 3 dólares con 50 centésimos. Pero la empresa tiene la potestad de deducir de estos pagos los gastos que tenga en exploraciones.
Petaquilla Minerals ha informado que tendrá que intervenir de manera directa 3 mil 100 hectáreas para el proyecto de oro y cobre, de las 13 mil 600 hectáreas que establece su concesión a 20 años, con derecho a una prórroga de 40 años adicionales. Los grupos ambientalistas como la Asociación Nacional parala Conservación de la Naturaleza (ANCON) han manifestado su rechazo al proyecto por no ser amigable con el ambiente.
Inversión: Petaquilla Gold es presionada
No solo su relación con las autoridades está perdiendo brillo: también ocurre algo similar con terceros.
Las empresas que comercian con Petaquilla Gold solicitan garantías de que la minera tiene sus permisos en orden. Así consta en una carta que Marcel Salamín, directivo de Petaquilla, envió a la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), en la que solicita a la entidad que "certifique" que la minera cumple con las normas ambientales.
"En vista de que el EIA [estudio de impacto ambiental] presentado por nuestra empresa a las comunidades aledañas al proyecto es objeto de amplio debate a nivel nacional, las empresas privadas con las cuales regularmente tenemos relaciones comerciales nos han solicitado la certificación en cuestión", indicó Salamín en su misiva a Anam el 19 de enero.
"Nuestra empresa todos los meses inyecta sumas millonarias en las economías de las provincias adyacentes al proyecto y para nosotros es de suma importancia que estas empresas, como las que nos proveen de bienes y servicios, tengan certeza de que Petaquilla está cumpliendo y sigue cumpliendo con la legislación vigente", aduce Salamín.
La respuesta de Anam no se hizo esperar: la entidad negó la "certificación" requerida, ya que Petaquilla –recordó– tiene procesos administrativos en curso y trabaja sin un EIA.
De hecho, el 18 de enero –un día antes de que Salamín redactara su solicitud– el director de Evaluación Ambiental, Bolívar Zambrano, solicitó a Petaquilla ampliar la información contenida en 26 puntos del EIA presentado.
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