BOGOTA - Aunque solo sea por un día, los bogotanos amanecieron el jueves sin "trancón", como denominan al congestionamiento vial que puede dejar por horas a los capitalinos en largas filas de autos.
Más de un millón de carros se quedaron sin circular debido a la octava jornada del "Día sin autos", una iniciativa única en Sudamérica, promovida por la Alcaldía de Bogotá para concientizar a la población sobre el cuidado del medio ambiente.
Desde las 6:30 hasta las 19:30 (11:30 GMT a 00:30 GMT) los bogotanos deberán transportarse en vehículos de servicio público o en medios alternativos de transporte, como bicicletas, en el cumplimiento de la jornada, que se realiza aquí desde el 2000 cada primer jueves de febrero.
Para cubrir la ausencia de autos privados circulan 8.000 autobuses de servicio público, 50.000 taxis y los 1.045 transportes de la red vial Transmilenio, sistema de transporte masivo bogotano como una suerte de tranvía, indicó la Alcaldía.
En otras ciudades de la región como Sao Paulo y Santiago de Chile se han impulsado iniciativas similares, pero son voluntarias y no obligatorias, como en el caso bogotano.
Por el "Día sin auto", el Ministerio de Ambiente presentó la víspera el "Informe Nacional de Calidad de Aire para Colombia 2007", donde se reveló que los 10 lugares más contaminados de Colombia, por elementos como dióxido de carbono, están en Bogotá y la ciudad de Medellín, a 250 kilómetros al noroeste de la capital.
A pesar de las molestias para conseguir un taxi o el congestionamiento en las paradas de buses, bogotanos saludaron la jornada sin vehículos en esta ciudad de ocho millones de habitantes.
"Hoy ha sido un día delicioso porque además de disfrutar de las vías especiales (para las bicicletas), que dan rapidez, se respira un aire diferente que es difícil tener en Bogotá", dijo Fernando Forero, un abogado de 42 años, quien se transportaba temprano en bicicleta a su trabajo.
"Aprovecho para caminar hasta el Transmilenio (servicio de buses), hago ejercicio, y disfruto de mi ciudad. Hoy no hay problemas de seguridad, hay mucha gente caminando por las calles disfrutando del aire puro", dijo Sandra Llano, una diseñadora de 31 años.
Pero no todos los bogotanos están conformes con la norma, que en caso de desobedecerse impone una multa de 230.800 pesos (unos 118 dólares) junto a la retención del auto hasta tanto se pague la sanción.
Para Carmen Saavedra, una secretaria de 45 años, la jornada no cumple con sus objetivo.
"Quienes más contaminan son los buses y quienes vivimos lejos del Transmilenio somos los más afectados. Llevo 40 minutos intentando tomar un taxi y todos pasan llenos. En contra de mi voluntad me tocará caminar", dijo.
Miembros del gremio del transporte particular dijeron ser los más perjudicados por la jornada.
"Hoy es un día de trabajo perdido porque no puedo llevar la mercancía en mi carro y contratar otro me trae pérdidas", expresó Mercedes Rangel, una florista de 49 años.
"Disfrutamos del aire puro y de unas vacaciones obligadas y no pagas. Hoy se disfruta la tranquilidad y el aire limpio de la ciudad, pero se pierde un día de trabajo", dijo Jairo Velasco, un comerciante de 38 años.
http://www.azcentral.com/lavoz/spanish/latin-america/articles/latin-america_211604.html
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