CAMPO ELÍAS ESTRADA
cestrada@prensa.com
En la votación para la escogencia del jugador FIFA no hace falta solo ser el mejor futbolista del planeta, como pinta hoy el argentino Lionel Messi. Se requiere de mucho más. Por eso, el heredero del trono de Diego Armando Maradona se quedó con los crespos hechos, con un segundo lugar, por segundo año consecutivo.
Hacen falta los títulos, que son los que cuentan a la hora en que los entrenadores y capitanes de selecciones nacionales emiten su voto ante FIFA. Por eso Cristiano Ronaldo se llevó los máximos honores en una temporada 2007-2008 envidiable para cualquier futbolista, en la que el portugués lo ganó casi todo con su club, el Manchester United, excepto la Eurocopa, en la que pasó sin pena ni gloria con Portugal.
La capacidad individual de Messi es enorme si se le compara con la del portugués, que lo derrotó el lunes en la gala 2008 de la FIFA, en Suiza, en una muestra evidente de que la magia de un jugador no tiene valor si no llega a la ceremonia con trofeos en sus dos manos que lo consoliden como tal.
Kaká, en 2007, y Ronaldo, en 2008, le ganaron el pulso al argentino en dos temporadas en la que su club, el Barcelona, no funcionó, acompañado de algunas lesiones que padeció el jugador sudamericano.
Ronaldo, sin ser más que Messi, tuvo un equipo que lo hizo funcional, con el que ganó la Champions League, la liga premier y el mundial de Clubes, sumándole a esos logros una buena dosis de goles. ¿Para qué más?
Messi no ganó nada con el Barcelona en la temporada 2007-2008, sólo obtuvo la medalla de oro con la selección argentina en la Olimpiada de Beijing. Fue poco. No bastó.
Pero para el aficionado común y corriente la magia del argentino vale más que todo lo que se ganó Ronaldo. Se retiene más en las retinas sus goles, como el reciente hat trick, ante Atlético de Madrid en la Copa del Rey, en el que hizo que el público de los colchoneros se pusiera de pie para ovacionarlo en el Vicente Calderón. Una faena que estará contando para la gala de 2009.
Otro gol que dio mucho de qué hablar fue el que consiguió en abril de 2007, también en la Copa del Rey, ante Getafe, que fue una copia del alcanzado por Diego Maradona con su selección en el Mundial de México en 1986, una joya de gol que tampoco pudo impedir que el brasileño Kaká lo derrotara en la puntuación final de la gala de 2007.
Los técnicos y jugadores tienen otro concepto muy particular, que es el que prevalece en la votación, por eso el ganador de la gala 2008 ya tenía nombre y apellido, muy diferente tal vez para el aficionado común, que es más apasionado y busca ver otras aristas, como la magia, las fintas, los goles, y por eso en ese aspecto Messi era el favorito para que se impusiera como muchos lo exteriorizaron en diferentes encuestas cibernéticas.
También los medios de comunicación se hicieron eco de la magia de la Pulga. Hace unos días, en España, a raíz de su exhibición en el Vicente Calderón, un diario calificó a Messi de extraterrestre. Pues bien, algunos medios españoles mostraron su malestar por el segundo lugar de la Pulga argentina. “Ganó el más guapo, no el mejor”, tituló el diario deportivo español Sport.
Y señaló que “Cristiano hizo valer su peso mediático y le arrebató el primer puesto” al jugador del Barcelona.
Messi, sin haber ganado mayor cosa en 2008, terminó segundo con una diferencia menor de puntos a la de hace un año cuando perdió con el brasileño Kaká. Un consuelo que, de todas maneras, premia el talento de este joven jugador.
Los protagonistas en la cancha lo pulsan de otra manera. Por ejemplo, sus compatriotas Diego Armando Maradona, técnico de Argentina, votó por Ronaldo, Zlatan Ibrahimovic y Emmanuel Adebayor, en ese orden. También el capitán de la albiceleste, Javier Mascherano: Ronaldo, Fernando Torres y Gerrard Steven. Ninguno lo hizo por la Pulga.
Tres veces Ronaldo y Zidane
La FIFA instauró el premio del mejor futbolista del año a partir de 1991 y en esa oportunidad el alemán Lothar Matthäus fue el primero de los 18 ganadores hasta 2008.
Desde entonces cinco brasileños han ganado el trofeo en ocho años: Ronaldo (3), Ronaldinho (2), Romario (1), Rivaldo (1) y Kaká (1).
Francia lo alcanzó en tres ocasiones con Zinedine Zidane.
Italia consiguió el trofeo dos veces con Roberto Baggio y Fabio Cannavaro.
Cristiano Ronaldo se unió a su compatriota Luis Figo como los únicos ganadores por Portugal.
Otros ganadores son Marco Van Basten, de Holanda, y George Weah, de Liberia.
Lo más curioso es que ningún argentino ha conseguido ganarlo. El mejor jugador de Argentina de los últimos años, Lionel Messi, ha ocupado el segundo puesto en 2007 y 2008.
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