Las oportunidades de hacer negocios a todas las escalas sobran en Panamá. Muchos panameños y extranjeros se arriesgan. Ponen todos sus ahorros en negocios que luego fracasan
REDACCION / PANAMA AMERICA
Las oportunidades de hacer negocios a todas las escalas sobran en Panamá. Muchos panameños y extranjeros se arriesgan. Ponen todos sus ahorros en negocios que luego fracasan por falta de asesoría o una mala administración.
También hay casos de éxito en los que los emprendedores logran triunfar y mantenerse en el mercado.
Panamá es un país de servicios con una amplia gama de negocios que mueven la economía.
La demanda de personal especializado va en incremento y es cada vez más difícil encontrar trabajadores con cierta capacidad en algunas posiciones. La condición de pleno empleo demuestra que hay muchos sectores productivos con disponibilidad de trabajo.
Ahora bien es una realidad que el sistema de educación y las estructuras sociales están enfocadas en que los jóvenes que salgan graduados de los colegios o universidades encuentren un empleo, pero poco se hace para que esos estudiantes inicien su propia empresa o negocio.
Existe una deficiencia seria en el país para encontrar plomeros, electricistas, técnicos en refrigeración y hasta soldadores. Aunque muchos los consideren oficios, esta clase de trabajos genera mucho dinero, incluso pueden ganar más que un empleado administrativo de cualquier empresa o banco. Esa clase de empresas enfocada en servicios de alta demanda debe ser acaparada por nacionales, por lo que el trabajo es de fondo y no se puede quedar en solo proyectos.
Los programas estatales dirigidos a incrementar la mano de obra especializada en esta clase de negocios tienen que ir acompañadas de un plan paralelo que incentive a las personas para que armen su propia empresa.
El escenario está montado y solo falta que los gobiernos junto a los sectores organizados generen ese interés en la población. Es una medida condenada al éxito.
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