José Quintero De León
jquintero@prensa.com
La gestión del presidente, Martín Torrijos, en materia de salud ha recibido críticas. Su errática atención en aspectos como gestión administrativa y de servicios de atención ha restado puntos a su imagen.
Según varias encuestas, la reforma a la seguridad social, en 2005, y los envenenamientos masivos con jarabes de la Caja de Seguro Social (CSS) contaminados con dietilene glycol, un año después –que causaron más de 100 muertes–, golpearon la imagen del Presidente y el gobierno.
Las reformas a la CSS, que implicaron aumentos en las cuotas para los contribuyentes, le dieron un respiro al programa de pensiones, mas no así al programa de Enfermedad y Maternidad, que quedó pendiente.
Pero, aunque la entidad percibe más recursos, las quejas de muchos de los 2.8 millones de usuarios en todo el país se mantienen: atención deficiente y desabastecimiento de medicamentos. A ello se suman los cientos de citas y operaciones suspendidas o pospuestas; falta de médicos especialistas; negligencias médicas y una red hospitalaria que no da suficiente respuesta a la vertiginosa demanda.
Dos años después de los envenenamientos, las autoridades no han logrado concretar un sistema público de salud igual para asegurados y no asegurados, como prometió el gobierno.
Otra promesa que se quedó en el papel y que surgió a raíz de la tragedia del dietilene glycol fue la creación de una autoridad de medicamentos.
Diagnóstico
La población cubierta por la seguridad social en Panamá asciende a 2.8 millones; el resto (unas 600 mil personas), por el Ministerio de Salud (Minsa).
El diagnóstico de la salud en Panamá es preocupante, ya que la desnutrición, caldo de cultivo de muchas enfermedades, afecta áreas indígenas y rurales, sin excluir barrios marginales urbanos.
La prevalencia nacional por desnutrición en menores de 5 años es de 3.8%, siendo el escenario más grave la comarca Kuna Yala, con 41%.
Pese a que la esperanza de vida fue de 75.3 años en 2007, la mortalidad materna es de 59 por cada 100 mil nacidos vivos, y la infantil, de 14.7 por cada mil nacidos vivos.
Entre la CSS y el Minsa manejarán en 2009 un presupuesto de $2 mil 984 millones. Para hospitales y centros, ambas instituciones destinan $327 millones.
El Minsa –cuyo presupuesto es de $866 millones– tiene 918 instalaciones, 30 de las cuales son hospitales y centros especializados. En tanto, la CSS –que maneja un presupuesto de $2 mil 118 millones– mantiene 17 hospitales y 84 policlínicas.
Las propuestas
A finales de 2006, el grupo de garantes de la Salud propuso al Presidente crear la Autoridad Nacional de la Atención de Salud, la cual no fue aceptada. Luego, el Diálogo de la Concertación Nacional concluyó con un modelo de Sistema Público de Salud que fue rechazado y se estancó por el rechazo de los gremios médicos.
Balbina Herrera, candidata presidencial oficialista, cree que el modelo de la Concertación es válido y, de lograr un consenso con los gremios médicos, lo impulsará.
Ricardo Martinelli busca ser más pragmático. Considera que hay que hacer eficientes los servicios de salud y reestructurar la red hospitalaria, cuya administración debe estar a cargo de patronatos que sigan el modelo del Hospital del Niño, porque da un excelente servicio, con transparencia y efectividad.
1 comment:
Pura farza y mentiras que buscan confundir al pueblo........., pero sabemos que persiquen estos oligarcas.
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