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Gaby Borbua, ejecutivo de una línea aérea, se quedó dormido mientras iba manejando y se accidentó, el viernes pasado.
Había dormido 10 horas y media la noche anterior, se sentía bien e iba conduciendo hacia su casa a las 3:30 p.m. para almorzar allá, sin embargo, sin sentir somnolencia previa se durmió, lo que ocasionó el choque.
“Yo ni siquiera me sentía cansado, estaba bien, cuando de pronto por unos segundos me quedé dormido y me desperté por el impacto. Es más, hace dos días, firmando una documentación de la oficina me quedé dormido. Cuando vi los documentos, en lugar de firma tenía un garabato”, dice.
Borbua, de 63 años, afirma que siempre se ha caracterizado por ser un hombre muy activo y nunca antes le había pasado algo así. Asegura que no ha hecho ningún cambio en su rutina como para que esto le ocurra; tampoco toma ningún medicamento que le pueda causar estos síntomas.
Él calcula que esto le está pasando desde hace unos tres meses, pero eran como “pestañeos”, nunca algo que pusiera en riesgo su vida, por lo que preocupado decidió ir al médico.
El neurofisiólogo Ezequiel Jethmal explica que, por los síntomas, lo que le ocurre a Borbúa puede ser un trastorno llamado apnea del sueño, la cual es una obstrucción de las vías respiratorias. Estos problemas pueden ser causados por alguna deformidad en las vías respiratorias superiores, en la anatomía de la boca o de la parte posterior de la faringe.
Estas personas se quedan sin respiración por unos 10 ó 20 segundos y despiertan, pero no totalmente, más bien quedan en un “umbral de despertar”, explica Jethmal. Pero, añade, “esta obstrucción destruye lo que en medicina llamamos la arquitectura normal del sueño y por eso, en el día, esta persona se duerme fácilmente, tienen problemas de concentración y bajo rendimiento en sus labores”.
El especialista señala que esta es una enfermedad que se presenta generalmente en pacientes de 43 años o más, por lo que los síntomas que presenta Borbúa parecen ser causados por esta enfermedad.
Sin embargo, Borbúa tendrá que pasar una noche en la clínica con una serie de aparatos conectados a su cabeza para detectar qué es lo que realmente le ocurre.
La apnea del sueño afecta principalmente a las personas obesas, de cuello corto o de mandíbula pequeña, según la enciclopédica médica online.
OTROS TRASTORNOS
El sueño tiene cuatro fases, que empieza con la somnolencia, un sueño ligero, luego un sueño profundo, y por último sueño de movimiento rápido de los ojos. Para llegar a esta etapa, en los adultos el proceso toma una hora aproximadamente, explica Jethmal.
En la última etapa los sueños empiezan a ser más elaborados y es cuando la persona en realidad está dormida, afirma el especialista.
Sin embargo, hay pacientes que presentan diferentes tipos de trastornos, por lo cual no descansan en toda la noche o les es difícil llegar a esa última etapa.
Los que padecen de insomnio, por ejemplo, como Enrique Garibaldi, no logran llegar a la segunda fase. Garibaldi señala que él no logra conciliar el sueño sino hasta después de pasar dos o tres horas de haberse acostado, sobre todo si al día siguiente tiene muchas cosas por hacer.
El médico explica que este es un gran problema que sufre la población moderna y lo más grave es que las personas que padecen de insomnio crónico luego terminan sufriendo de otros males, como ansiedad y depresión.
Las preocupaciones son las causantes de esta patología que afecta a muchas personas hoy. Las personas que sufren de hiperactividad también suelen sufrir de insomnio.
Estos síntomas deben ser tratados con un psiquiatra especialista en trastornos del sueño.
Otro trastorno es la insuficiencia de sueño y ocurre principalmente en los pre adolescentes y adolescentes. Ellos, dice el especialista, deben dormir unas 10 horas en la noche debido a sus cambios hormonales, mientras que los adultos solo requieren dormir unas siete u ocho horas máximo.
Sin embargo, muchas veces estos jóvenes suelen dormir mucho menos que eso, por lo que presentan problemas de conducta y concentración.
Las personas que trabajan en turnos rotativos, que tienen que pasar toda la noche despiertas o que viajan al Oriente, por ejemplo, son personas que sufren un trastorno llamado jet lag, que es una irregularidad en el ritmo circadiano, u horario regular de sueño.
Estas personas sufren a la hora de tener que dormir de noche nuevamente, porque están acostumbradas a estar despiertas cuando todo el mundo duerme. Pero este es un padecimiento que se quita en tres o cinco días.
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