El pacto de San Isidro
No es casual que Ricardo Martinelli se acerque a Juan C. Varela; él sabe perfectamente que una sola golondrina no hace verano, y que aún en el supuesto de que el PRD estuviese dividido, la única forma de derrotarlo es uniendo a toda la oposición. Solo bastó que los mercenarios de Dichter & Neira le alertaran que su repunte había sufrido una bajada de 2 puntos, para que Martinelli se acercará inmediatamente al vocero de un colectivo, que estando muy por debajo en las preferencias de los electores, posee algo que no tiene Cambio Democrático (CD).
El Partido Panameñista tiene la capacidad de ubicar todo su capital humano en las mesas de votación, escenario real y concreto donde se ganan o se pierden las elecciones. No obstante, parece que los principales interlocutores del panameñismo no han hecho la lectura correcta, ni medido las consecuencias políticas que se derivan de una alianza que pudiese fracturar la identidad de un partido histórico, que le gusta el caudillismo y que representa un referente obligado en la vida política panameña. Solo dos dígitos fueron suficientes para herir mortalmente al todopoderoso Martinelli, que ante la incapacidad de contar con una plataforma electoral y una agenda de Estado, ha empezado a señalar que puede enfrentar un fraude el 3 de mayo de 2009.
El PRD, mientras tanto, ha venido observando señales saludables de preferencias en sectores y agrupaciones políticas, que si bien no cuentan con un capital humano cuantitativo, sí tienen un recurso humano cualitativo e influyente y con la reputación suficiente para equilibrar la correlación de fuerzas a favor del coloso perredista.
Los partidos Liberal y Popular, Papa Egoró y un miembro influyente de CD, han renovado esfuerzos para apoyar la candidatura de Balbina Herrera; mientras que las muestras de adhesión a La Chola se manifiestan espontáneamente, Martinelli tiene que ir a los interiores de la Embajada de EUA a lanzarle piropos a un Varela con capacidad de maniobra, pero con cero simpatías electorales.
Si hacemos un ejercicio matemático de los colectivos inscritos hasta los datos últimos del Tribunal Electoral a diciembre del 2008, los números son los siguientes: Martinelli y posibles aliados: Panameñistas, 257,769; CD, 131,663; Unión Patriótica, 91,108; Molirena, 59,002. Total: 539,542. PRD y alianza con Balbina: PRD, 663,243; Partido Popular, 35,253; Partido Liberal, 23,581. Suma Total: 722,077. Diferencia a favor del PRD y aliados: 182,535 mil adherentes. Hagan sus propias conclusiones.
La política es el arte de lo posible, al servicio de intereses bastante pecuniarios, así lo entiende el pacto de San Isidro. Una Vicepresidencia no está nada mal, si esto significa poder tener acceso a los grandes negociados que emergen del Palacio de las Garzas. Las bases panameñistas y la ciudadanía en general, así lo percibe.
-El autor es periodista.fdemen@yahoo.es
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