José Arcia
jarcia@prensa.com
Residentes del corregimiento de Ancón se amarraron ayer a los árboles en protesta por la destrucción de los bosques urbanos de la ciudad capital.
La medida, que duró dos horas, se realizó en tres puntos del corregimiento: en las escalinatas del Edificio de la Administración del Canal de Panamá, en Altos de Curundú y en la calle principal de Clayton, a la altura de la Embajada de Estados Unidos. Soga en mano, familias enteras llegaban a los puntos de la manifestación y se amarraban para pedir un alto a la destrucción de los bosques.
"Bebé, ¿cómo es qué se dice?", le preguntaba Nilva de Riviello a su hijo Eugenio de tres años, y el pequeño, bien instruido, respondía: "no es justo que tumben los árboles". Ambos estaban amarrados a un árbol en Clayton, donde unas 15 personas apoyaban la causa.
En las escalinatas del Edificio de la Administración del Canal de Panamá los manifestantes se encadenaron a un árbol de mango. Allí repartieron plantones de guayacán para concienciar sobre la necesidad de reforestar. "No solo queremos protestar, sino también proponer alternativas", dijo Bernarda Osorio.
Mientras que en Altos de Curundú los residentes se amarraron a un árbol de corotú centenario. Todos se oponen a la venta de zonas boscosas en las áreas revertidas. La medida de ayer formó parte de una serie de actividades que se llevan a cabo para celebrar el Día internacional de la Tierra, que es mañana martes.
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