Por su estratégica ubicación, ésta sirvió como punto de partida de importantes expediciones españolas dirigidas a la conquista del Istmo y de otros territorios de Centro y Sudamérica, hasta su destrucción en 1671, de manos del pirata inglés Henry Morgan.
Hoy, 492 años después desde su fundación y pese a los vestigios de destrucción dejados por el incendio provocado por el pirata Morgan, panameños y turistas aún pueden disfrutar de la belleza de uno de los complejos monumentales históricos más importantes de la región, convertido hoy en el sitio arqueológico de Panamá Viejo.
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