Eduardo G. Ramírez H. MBA.
ANALISTA COYUNTURAL INTERNACIONAL
Aspiración Estados Unidos Quiere que todas las monedas del mundo sostengan al dólar y esto no es bien visto por el resto de los países.
La hiperinflación, ¿vendrá o no vendrá? La verdad es que hay mucho efectvo en poder del público y de las instituciones bancarias y financieras, y los gobiernos deben recoger ese dinero para evitar tanto la inflación como la hiperinflación.
La pregunta sabia es saber cuándo aparecerá esta hiperinflación, ya que los precios de los productos y materias primas quizá suban a más del 100% y el valor de las monedas del mundo apenas podrán comprar si acaso la mitad de las cosas.
Ya China sacó las uñas y subió el precio de sus materias primas e inmediatamente EE.UU. y la Unión Europea pusieron sus gritos al cielo en la OMC. Aún no se sabe cómo se resolverá este asunto de materias primas más caras, pues China sólo busca proteger su moneda a costa de lo que sea.
Estados Unidos quiere que todas las monedas del mundo sostengan al dólar y esto no es muy bien visto por los restantes países que perderían poder adquisitivo para las compras en el exterior y encarecería los bienes importados afectando sus canastas básicas, medicinas, materias primas, etc.
Los expertos que tienen definiciones formales al respecto, varían sus opiniones de que la hiperinflación varía de una tasa de inflación de 100% a lo largo de tres años, a inflación mayor de 50% al mes. Según algunos pensadores, el término con frecuencia se aplica a tasas mucho más bajas.
Como regla general, la inflación normal se anuncia cada año, pero la hiperinflación con frecuencia se anuncia para periodos mucho más cortos. Se espera que la hiperinflación se presente en el corto plazo como consecuencia de tanto dinero inyectado a las economías de los países en los dos últimos años.
La definición más usada por la mayoría de economistas es que es un ciclo inflacionario sin tendencia al equilibrio y los gobiernos deben meter la mano para retirar dinero en el excesivo circulante que hay en el mundo.
Aunque existen posiciones acerca de las causas últimas de la hiperinflación, se sabe que esta se hace visible cuando hay un aumento imparable del suministro de dinero o una degradación drástica de la moneda, y se asocia con frecuencia con conflictos y/o sus consecuencias, depresiones económicas, trastornos sociales y políticos, lo que precisamente estamos viviendo.
La principal causa de hiperinflación que vendrá es por el aumento rápido y masivo de la cantidad de dinero que no se encuentra apoyado por crecimiento en la producción de bienes y servicios. Debemos recordar que esto se hizo como una transferencia de capital y no como una generación de capital nuevo.
Todo esto resulta del desequilibrio entre la oferta y la demanda de dinero que se dió incluyendo moneda y depósitos bancarios, acompañado por una pérdida de confianza en el dinero.
La aparición de la hiperinflación se da cuando las entidades responsables de imprimir dinero promueven la imprenta excesiva de moneda y los trillones que se inyectaron a la economía salieron de estas impresiones.
Generalmente las entidades responsables de imprimir moneda no pueden físicamente imprimir papel moneda más rápido que la velocidad a la que se está devaluando.
La hiperinflación está asociada con el papel moneda porque los medios para aumentar el suministro de este elemento es el más simple y rápido para resolver.
Históricamente han habido numerosos fenómenos de hiperinflación, seguidos de un regreso a la "moneda dura". Algunas economías del planeta en el pasado revertían a moneda dura y al trueque cuando el medio en circulación se devaluaba en exceso, después de una retirada precipitada del depósito del valor.
La hiperinflación efectivamente eliminará el poder adquisitivo de ahorros públicos y privados, distorsionando las economías en favor de un consumo extremo y la acumulación de bienes reales, causando la fuga de capitales y complica la inversión, subida de precios de todo y menor valor de las monedas.
La hiperinflación se trata con remedios drásticos, tanto imponiendo intervenciones de choque como reducción de importaciones, del gasto público y reducción de la inversión pública.
Los gobierno deben tener planes de control de la hiperinflación que viene, y ahora hay que recogerlo antes que lo logrado por su emisión se disipe.
Las consecuencias de la hiperinflación son complejas. Este fenómeno siempre ha sido una experiencia traumática para el área que la sufre, y los gobiernos siempre instauran políticas para evitar su aparición, aunque no siempre con resultados satisfactorios.
Esto implica hacer que los bancos centrales sean muy agresivos en mantener la estabilidad de precios. Muchos gobiernos deberán aprobar controles extremadamente estrictos de precios y salarios a consecuencia de la hiperinflación, lo que es, en efecto, un forma forzada de ahorro.
La pregunta es ¿cómo saber cuando se presentará la hiperinflación en nuestras economías, para estar listos a aplicar las medidas que ya deberían estar planeadas?
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