Un debate entre dardos, malas caras y propuestas
JOSÉ GONZÁLEZ PINILLA
jagonzalez@prensa.com
Después de varios intentos fallidos, los ciudadanos tuvieron anoche la oportunidad de presenciar el primer debate presidencial.
Durante hora y media, los candidatos Balbina Herrera y Ricardo Martinelli se lanzaron recriminaciones mutuas, al tiempo que hacían gestos y esbozaban sonrisas mientras el contrario hacía sus planteamientos.
Cada quien aprovechó los dos minutos que tenía para atacar o defenderse, mientras presentaba, a medias, sus propuestas sobre seguridad, canasta básica, educación, transporte y salud.
En las afueras de la sede de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, donde fue el debate, los simpatizantes de ambas campañas ondeaban banderas y cantaban al son de murgas. Varias pantallas gigantes les permitieron ver el debate. Cada vez que los candidatos se atacaban, la muchedumbre gritaba.
Los delegados electorales tuvieron que realizar un gran esfuerzo para calmar a los simpatizantes, quienes se enfrentaron verbalmente.
Al final, los dos candidatos coincidieron –por separado, en entrevistas con la prensa– en que el tiempo fue muy corto para explicar sus propuestas. Herrera dijo, por ejemplo, que las preguntas eran muy extensas.
Al salir, los dos evitaron encontrarse. Quienes sí se saludaron fueron los candidatos a vicepresidente Juan Carlos Varela y Juan Carlos Navarro.
http://www.tvn-2.com/noticias/e09/presidencial/
Debate envenenado
Por primera vez, y tras un año de una dura batalla electoral –que incluyó primarias en los partidos–, los candidatos presidenciales, Balbina Herrera, del oficialismo, y Ricardo Martinelli, de oposición, se vieron anoche cara a cara en un debate transmitido por cadena nacional.
El encuentro estuvo cargado de recriminaciones mutuas, de duras acusaciones contra el gobierno y mucha tensión. El gran ausente fue Guillermo Endara, candidato de Vanguardia Moral de la Patria, quien prefirió irse a Chiriquí.
La cita fue en la sede de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, en Calidonia. Allí, en el parque Porras –a unos metros de la Cámara–, miembros del Partido Revolucionario Democrático (PRD) hicieron desde tempranas horas de la tarde su espacio para respaldar a su candidata. Los seguidores de Alianza por el Cambio, que apoyan a Martinelli, no se quedaron atrás. Llegaron en buses para mostrar el poder del aparato político de los cuatro partidos de la alianza.
Los grupos, ondeando banderas, se enfrentaron verbalmente cuando se vieron frente a frente. Los delegados del Tribunal Electoral tuvieron que intervenir.
La primera en llegar al escenario fue Herrera. Llegó de la mano con su candidato a vicepresidente, Juan Carlos Navarro, quien en los últimos días estuvo fuera del escenario público, justo cuando ocurrió el escándalo por las declaraciones del colombiano David Murcia G., preso en su país. Llegó con aires de ganadora, sonriente, y bajo los flashes de las cámaras. Sobre su podio coló una rosa de color rosado.
Martinelli llegó más serio, junto a su compañero de fórmula, Juan Carlos Varela. Un simple estrechón de manos fue el saludo que se dieron. Cada quien empezó a repasar sus apuntes, a pocos minutos de que se iniciara el debate esperado.
La primera en responder fue Herrera. El tema: seguridad. La candidata reiteró la propuesta de poner visas a colombianos y mexicanos, aumentar el número de policías, y su mano dura con justicia. Martinelli refutó ese planteamiento tras alegar que durante cinco años no hicieron nada.
En el tema de la canasta básica, Herrera culpó a Martinelli de especular con los precios de los alimentos en sus supermercados. El candidato de oposición dijo que el gobierno es el verdadero culpable del alto costo de los alimentos, por no regular las tarifas de electricidad y establecer el impuesto de cálculo alternativo (CAIR). “Tiene conflicto de intereses, no sé cómo bajó la inflación y los alimentos están caros”, se quejó Herrera.
“El gobierno me quiere achacar la culpa, cuando el verdadero culpable es él”, replicó Martinelli.
Con ese tono de acusaciones mutuas, risas y muecas de los candidatos, transcurrió el debate que cubrió temas como educación, transporte y salud.
El secreto del sobre amarillo
El sobre amarillo que “confió” Balbina Herrera a TVN, este lunes, dejó más dudas que respuestas. Jimmy Papadimitriu, jefe de campaña de Ricardo Martinelli, dijo que la candidata oficialista se burló del pueblo porque había dicho que divulgaría su lista de donantes.
Héctor Alemán, jefe de campaña de Herrera, dijo que Papadimitriu no puede decir nada del contenido del sobre porque el documento estaba cerrado. Transparencia Internacional reiteró su posición de que la lista de donantes debe ser información de carácter público.
kemy loo pinzón
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