Redacción
PA-DIGITAL
Guillermo Endara, Candidato por el Partido Vanguardia Moral de la Patria no participará más. La campaña de Endara comunicó al diario que no participarán más del proyecto Usted Decide, porque prefieren explicar su propuesta directamente a los electores en sus recorridos por el país.
1. ¿Dónde radica el problema de la educación nacional, según su visión? ¿Qué propone para revertir los resultados negativos?
RM. Hay cinco elementos claves a considerar en el problema de la educación nacional: La gestión del recurso humano que labora en el sector educación; la gestión administrativa financiera del Ministerio de Educación; la calidad de los aprendizajes; la cobertura educativa; y la igualdad de acceso y de oportunidad a la educación.
Para atender la problemática señalada se requieren respuestas y acciones en estas cinco áreas para lograr la efectividad requerida y para ello proponemos:
-Invertir tiempo, recursos y estrategias adecuadas para la gestión del capital humano en educación.
-Implementar una reingeniería administrativa del Ministerio de Educación, con el fin de adecuar la estructura y funciones a la nueva realidad de la educación nacional y a las nuevas demandas de la sociedad y el contexto internacional.
-Emprender acciones y políticas que eleven la calidad del proceso de aprendizaje.
-Ampliar la cobertura de la educación en todos los niveles, con particular énfasis en el nivel preescolar de 4 a 6 años que debe llegar a un 100% y en el nivel de educación básica general también a un 100%, y en el nivel medio, en donde existe el índice más bajo de cobertura , menor al 50%.
-Propiciar acciones para asegurar la equidad e igualdad de oportunidades a todos los estudiantes panameños, a través de un programa de becas a los estudiantes de escasos recursos.
Se trata, en síntesis, de desarrollar un sistema educativo que asegure una formación de calidad, basado en los estándares tecnológicos y científicos de los tiempos modernos, destinados más a ofrecer competencias para el trabajo, para la vida y para el ejercicio ciudadano y que llegue a todos los panameños, para lo cual se requiere crear un modelo de gestión educativa moderno y eficiente.
Esto implica adicionalmente el compromiso supremo de todos los panameños para elevar y manejar el problema educativo o más bien el proceso educativo como Política de Estado al margen de influencias y criterios político-partidarios, de modo tal que el Ministerio de Educación deje de ser un "botín" que se reparte cada cinco años, para convertirlo en ente técnico-administrativo que maneje programas y proyectos con objetivos de mediano y largo plazo.
BH. Después de la derogatoria de la Reforma Educativa, la educación panameña entró en un proceso de deterioro creciente hasta llegar a la crisis profunda que hoy observamos. Esta educación carece de pertinencia, relevancia y equidad para la mayoría de los panameños que envían a sus hijos a las escuelas públicas. Por eso, trabajaremos en un plan dirigido a renovar integralmente el sistema educativo panameño para mejorar progresivamente la calidad de los aprendizajes en todos los niveles de enseñanza y asegurar que todos los niños y jóvenes tengan acceso, permanezcan con éxito y aprendan en la escuela desde los 3 a los 18 años de edad.
2. ¿Regularía el derecho a huelga en Educación, amparándose en el Artículo 69 de la Constitución Nacional?
RM. En el sector educativo, más que regular el derecho a huelga, se requiere crear los mecanismos que minimicen los riesgos de confrontación perjudiciales para el desarrollo de la educación, estableciendo las normativas en todos los ámbitos, incluyendo el derecho a disentir y a recurrir a mecanismos lícitos plasmados en la Constitución y las leyes, pero con un criterio proactivo, es decir adelantándose a los problemas, incluyendo y/o comprometiendo a todos los actores sociales en la solución de los mismos.
El tema también tiene que abordarse desde la perspectiva de replantear el liderazgo del Ministro y/o Ministerio de Educación para rescatar la autoridad que le corresponde, pero por supuesto teniendo claro que la autoridad si no se ejerce se transfiere, pero también es necesario tener presente que el ejercicio de la autoridad requiere planificación, claridad de objetivos, capacidad de negociación, saber trabajar en equipo, capacidad de convocatoria para incluir en el proceso a todos los segmentos sociales y poderlos articular y cohesionar adecuadamente, pero sobre todo requiere de mucha voluntad y carácter para actuar con precisión y objetividad.
Todos estos factores son determinantes para enfrentar el trabajo educativo con responsabilidad, con seriedad, con mucho profesionalismo y sobre todo consciente del compromiso con el desarrollo y crecimiento del país en los próximo años.
BH. Trabajaré incansablemente para que toda la sociedad panameña participe de las transformaciones educativas y asuma su compromiso con el cambio educativo. Dialogaré y lograré los consensos con los gremios magisteriales, para trabajar juntos -Gobierno y docentes- en la renovación educativa que demanda con urgencia la nación panameña. Daré la posición que se merece el educador, proporcionándole los elementos que necesita para que desarrolle su trabajo y sobre todo, estimulando el buen desempeño y el perfeccionamiento.
3. Panamá es uno de los países que más fondos destina a la Educación y no hay resultados, ¿qué haría para revertir esta situación?
RM. El problema de los fondos gira principal y fundamentalmente alrededor del modelo de gestión administrativa- financiera.
Hay que crear un modelo administrativo-financiero que asegure lo siguiente: Una descentralización y desconcentración para dar autonomía a las regiones y centros escolares, de modo que los recursos sean invertidos en resolver necesidades propias y concretas de cada región y centro educativo.
Asegurar la participación responsable de la comunidad organizada en la cogestión a través de la formulación de los objetivos y metas que deben tener indicadores que permitan medir su ejecución y asegurar eficiencia, eficacia, calidad y equidad; de este modo, los recursos asignados deberían responder a una planificación objetiva y medible en su ejecución por todos los miembros de la comunidad educativa, incluyendo tanto a los conductores del proceso como a los destinatarios y beneficiarios del mismo.
Se trataría en síntesis de un modelo administrativo financiero proactivo que utilice la información pertinente, que sea participativo (de toda la sociedad), que establezca incentivos a las buenas prácticas y basado en la rendición de cuentas.
En lo académico, se requiere propiciar un modelo de gestión del proceso (incluyendo los docentes), basado en incentivos a la buena docencia, que incluye la capacitación sistemática, el reconocimiento al buen desempeño en forma práctica (bonos, becas, pasantías internacionales, etc.)
Toda esta transformación, sus modelos y métodos tienen que contar con un elemento clave que consiste en una voluntad política firme y con capacidad de convocar e involucrar a docentes, estudiantes, padres de familia y a la comunidad organizada.
BH. El Estado panameño tiene la responsabilidad de asegurar los fondos necesarios para lograr un sistema educativo con equidad y calidad. Estos fondos serán incrementados en la medida de las necesidades y de la disponibilidad de los recursos nacionales para asegurar estos propósitos. Estos fondos se utilizarán de modo eficiente y transparente. Aplicaremos controles del gasto, según programas y resultados y se realizará la rendición de cuentas en cada escuela, región educativa e instancia central del Ministerio de Educación.
4. ¿Cuáles son los cambios que hay que aplicar en torno a lo que se enseña, cómo lo enseña y quién lo enseña en la educación estatal?
RM. ¿Qué enseñar? El sistema educativo debe asegurar a cada panameño un medio para su desarrollo integral. En consecuencia, debe crear un modelo curricular que asegure que entregamos al egresado más que un diploma; sino que la escuela lo capacita para el trabajo, para la vida, y para la participación social.
Se trata entonces de un modelo educativo que debe ser articulado desde la base hasta la cima; desde preescolar hasta la universidad, sin dejar de lado la educación técnica, laboral y otras formas que responden tanto a las necesidades de los individuos particulares como de la sociedad en general.
En ese sentido, es necesario también articular el currículo con las tendencias e indicadores de los países desarrollados, con los criterios y contenidos de las pruebas y los indicadores internacionales.
Debe ser sin duda un modelo educativo, basado en el desarrollo de las tendencias cognitivas, de habilidades- destrezas, de actitudes y valores que el individuo va a necesitar para su desempeño profesional y/o laboral, para su desempeño personal y su desempeño como ciudadano.
Esto implica revisar dentro del modelo las metodologías de enseñanza, es decir, cómo se enseña, ya que una de las causas del fracaso del modelo educativo panameño radica en una metodología en la que el niño y el joven sólo escuchan lo que el profesor dicta, lo memorizan, y lo repiten y el logro del proceso se mide en función de la capacidad de repetir lo dictado por el profesor.
Se requiere en consecuencia una metodología centrada en el proceso de aprendizaje del estudiante, es decir, una enseñanza basada en la resolución de los problemas y en el desarrollo de actividades por parte del estudiante con la guía y conducción del docente.
Se requiere en consecuencia una docencia menos protagónica y más basada en el desarrollo del “coaching”, en donde el docente sea un facilitador- asesor que procure sacar el mayor potencial de cada estudiante, entendiendo que cada uno de ellos es diferente.
De modo entonces, que quienes enseñen deben ser docentes formados y/o capacitados en la metodología de enseñanza por competencias, de la enseñanza por comprensión, con buen dominio del uso de la tecnología como soporte metodológico y con una base sólida de valores y principios morales y humanos, y con profunda vocación y conciencia de su responsabilidad con la patria y con la humanidad.
BH. Transformaremos el currículo de media, aplicaremos pruebas para el control de calidad a nivel nacional y participaremos como país en las pruebas internacionales (PISA, LLECE).
Crearemos estándares en los aprendizajes de las asignaturas fundamentales (Español, Matemática, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales e Inglés) para garantizar los perfiles de formación y las competencias deseables en los aprendizajes en todas las escuelas del país, tanto oficiales como particulares. El proceso aprendizaje se basará en APRENDER HACIENDO, conjugando la teoría con la práctica.
Formularemos y ejecutaremos una política moderna para el desarrollo del personal docente, que incluya los incentivos, motivación y perfeccionamiento continuo de maestros y profesores en servicio, la formación universitaria de calidad de los nuevos docentes y la evaluación del desempeño.
Instalaremos Internet en todas las escuelas del país como herramienta para los aprendizajes, asignaremos computadores a los estudiantes de premedia y media, así como al personal docente que participe de los programas de capacitación en las nuevas tecnologías de información y comunicación. Igualmente, se dotará de libros de texto, gratuitos, a todos los niños del país en las asignaturas fundamentales.
Vamos a trabajar con empeño en la creación de escuelas de excelencia en diversas regiones del país, para garantizar educación de calidad internacional a los niños y niñas de todos los hogares.
5. La educación universitaria en Panamá es un fracaso, ¿qué hacer y cómo hacer?
RM. La educación universitaria del país es otro eslabón del sistema de educación estatal, y con la variante de que es un nivel que goza de autonomía financiera y administrativa, tiene problemas más o menos similares y en consecuencia, efectos y resultados parecidos.
Sin embargo, en el caso de la educación superior es necesario tomar en cuenta que sus egresados deben estar en capacidad de ingresar al mercado laboral en lo inmediato y que este es cada vez más dinámico mientras el sistema universitario en el mejor de los casos se encuentra en una fase estacionaria.
La universidad como institución requiere abrirse al entorno, es decir al mercado laboral, a la sociedad, porque su principal compromiso es responder a las demandas de esta, y en consecuencia en la planificación y organización de la oferta educativa y de los medios y forma de enseñanza, debe tomarse en cuenta al sector empresarial, al sector industrial y a los sectores de servicios profesionales en todos los ámbitos, pues allí en el ejercicio profesional y laboral es donde están los elementos para la planificación de la educación, para definir los programas de capacitación permanente y para adecuar sistemáticamente todos los planes y programas universitarios.
Por otro lado, es necesario asegurar una educación superior que responda a una cultura de calidad y de rendición de cuentas para lo cual es fundamental la creación de un sistema de evaluación y acreditación de carreras e instituciones universitarias con estándares objetivos y científicos y administrados con transparencia, independencia, autonomía absoluta y participación de todos los actores que tal proceso demanda.
Se trata de un sistema y mecanismo que asegure la revisión sistemática de resultados con la consecuente retroalimentación y readecuación para mantenerlo al corriente de los cambios y del contexto.
Igual que en todo sector productivo, las universidades públicas y privadas, pero fundamentalmente las primeras deben comprometerse a ser eficientes en lo académico, es decir, respondiendo con su oferta a las necesidades y demandas de desarrollo del país y en lo financiero, justificando en forma transparente toda la inversión que se destina a este propósito.
Es fundamental entonces, en este sentido, convocar, concertar y comprometer a todo el sistema universitario del país en el abordaje del tema y la creación de las instancias, mecanismos y normas que aseguren una organización y funcionamiento de la educación superior con estándares de país desarrollado con metas y resultados medibles comprometidos con los mejores intereses de la sociedad panameña.
BH. Estaremos trabajando en una política de la educación superior con la participación de las universidades, que asegure excelencia en la formación de los profesionales, generación de nuevos conocimientos mediante la investigación; transferencia de innovaciones tecnológicas para mejorar el desempeño y productividad de las empresas y la solución de los problemas sociales, difundir el conocimiento y la cultura a la sociedad y asumir el compromiso en la reducción de la pobreza y la exclusión social.
Incentivaremos la regulación en la creación de nuevas universidades privadas y en el funcionamiento de las existentes.
Igualmente, impulsaremos la evaluación interna y externa, así como la acreditación de carreras y programas, como mecanismos para construir la excelencia universitaria. Impulsaremos la formación de profesionales con competencias y compromiso con la sociedad, su desarrollo y la inclusión de los excluidos.
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